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México D.F. Domingo 31 de octubre de 2004

No se elevará el nivel de alerta antiterrorista, dice el secretario de Seguridad Interna

El temor, arma secreta de Bush para ganar la elección presidencial

No existieron las amenazas anunciadas en julio, cuando se elaboraba la estrategia electoral oficial

La reaparición de Bin Laden en los medios favorece a la campaña de relección, señalan analistas

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 30 de octubre. La aparición videograbada de Osama Bin Laden, a sólo 72 horas de que se celebren las elecciones presidenciales, otorgó otra oportunidad al presidente George W. Bush pa-ra enfatizar el tema esencial de su campaña de relección: el temor.

"Los terroristas que mataron a miles de estadunidenses aún son peligrosos y determinados", de-claró hoy el mandatario republicano en un mitin electoral realizado en Green Bay, Wisconsin.

"Yo ofrezco liderazgo y resultados en momentos de amenaza. Jamás me aplacaré en defender a nuestro país, lo que se requiera", se recomendó al electorado.

En Washington, el secretario de Seguridad Interna, Tom Ridge, informó que no elevaría el nivel de la alerta antiterrorista "en este momento" de amenazas, pero ad-virtió que eso podría ocurrir en los próximos días.

A principios de julio, Ridge ha-bía declarado que contaba con información "creíble" de que Al Qaeda tenía la intención de lanzar un atentado en gran escala para "irrumpir nuestro proceso democrático", o sea, las elecciones.

El gobierno ha reconocido que se habían hecho preparativos para postergar la elección en el caso de un "ataque terrorista", y el vicepresidente Dick Cheney, durante meses, ha hablado una y otra vez sobre la posibilidad de un atentado contra Estados Unidos -incluyendo armas nucleares- si gana el demócrata John Kerry.

La semana pasada, en entrevista con el ultraconservador locutor Sean Hannity, de Fox News, a Bush le preguntaron si "es una realidad que un día, al encender nuestros televisores... encontrar que Estados Unidos... que un ar-ma nuclear se ha detonado aquí".

Bush respondió: "sí, lo es". O sea, el temor ha sido sembrado constantemente como parte integral de la campaña electoral del republicano desde hace meses.

En campaña hoy por Iowa y Wisconsin, el candidato presidencial demócrata, John Kerry, enfatizó que él tiene las cualidades para ofrecer "el liderazgo de nuestras tropas y las estrategias para hacernos seguros", pero las en-cuestas demuestran que Bush go-za de ventaja entre los votantes en torno a la pregunta de quién puede proteger mejor a este país contra nuevos atentados.

Irónicamente, existen amplias pruebas para sugerir que la amenaza anunciada por Ridge y otros funcionario del gobierno de Bush, en julio mientras se preparaba la campaña electoral de otoño, ja-más existió.

Aunque esa amenaza provocó el cierre de varias vías de tránsito en Washington y retenes para re-visar automóviles en varios lugares, una amplia investigación del New York Times concluyó que no existía amenaza real.

"He visto algunos documentos analíticos del buró (la FBI) y de la agencia (la CIA)", comentó un alto funcionario de los servicios de inteligencia.

Pero agregó, en entrevista con el Times, que "en una escala entre uno y cien, yo le otorgaría alrededor de dos", al calibrar qué tan seria era la supuesta amenaza de un ataque terrorista con base en la información que llevó al anuncio alarmista de Ridge.

Ridge reconoció hoy -tres días antes de la elección- que la información sobre la supuesta "amenaza" de un atentado para coincidir con los comicios no era específica, pero eso no ha detenido a la campaña de Bush para enfatizar ante los votantes que el país necesita su "liderazgo firme" en estos tiempos de peligro.

En casi cada uno de sus discursos electorales, Bush empieza recordando los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las To-rres Gemelas y el Pentágono, y en varias escalas esta semana se hizo acompañar de familiares de algunas de las víctimas que perecieron en el World Trade Center. Hoy continuó esta línea de ataque.

"En menos de 72 horas, el pueblo estadunidense votará y la decisión se reduce a que el resultado de esta elección sentará la dirección de la guerra contra el terror", afirmó en Wisconsin.

Agregó que "el senador Kerry ha optado por la vía de la debilidad y la inacción. En tiempos de guerra y en horas de crisis, el senador Kerry ha dado la espalda a eso de pagar cualquier precio y aguantar cualquier peso y ha sustituido esos compromisos con esperar y ver y abandonar y correr".

El tema central, repetido una y otra vez en la propaganda electoral republicana por televisión y en los discursos, es que Estados Unidos está bajo ataque y sólo el presidente Bush tiene capacidad para derrotar a los enemigos.

Aunque el mandatario republicano no mencionó hoy en público la grabación de Bin Laden, la Ca-sa Blanca anunció que el gobernante participó esta mañana en dos videoconferencias de su gabinete de seguridad.

Según los voceros de la Casa Blanca, Bush ordenó que "tomen todas las acciones necesarias" pa-ra responder a la grabación.

Presencia perturbadora

Mientras tanto, los estrategas de-mócratas buscan cómo responder mejor a la intervención de Bin La-den en esta elección.

"Mientras más estén presentes estas imágenes (de Bin Laden), más ayudan a Bush", comentó el asesor demócrata Joe Trippi, en entrevista con Reuters. "Cada es-tadunidense desea que este en-frentamiento se mantenga fuera de este país, y ese ha sido el mensaje de la campaña de Bush".

Algunos estrategas republicanos están de acuerdo, y hoy co-mentaron a algunos medios que el tema del terror y de Bin Laden beneficia a Bush en estos últimos tres días antes de la elección, ya que es el tema que el presidente ha utilizado como piedra angular de su campaña poselitista.

Por su parte, Kerry mantuvo su línea de ataque contra el mandatario republicano por no haber capturado o matado a Bin Laden cuando supuestamente las tropas estadunidenses lo tenían "acorralado" en Tora Bora, a finales de 2001. Pero aún es imposible evaluar si esta táctica funciona.

Un republicano que había de-cidido a votar en contra de Bush, comentó hoy a La Jornada que es probable que ahora sí sufrague por el presidente: "Me queda cla-ro que Osama Bin Laden prefiere que Kerry sea presidente. Bush simplemente es más duro".

El temor, como arma política, es sumamente efectivo.

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