Cumple 25 años el documento; pocas celebraciones

El Estatuto de Autonomía de Gernika, "texto muerto", sentir en el País Vasco

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 24 de octubre. Con polémica y enfrentamientos entre las principales fuerzas políticas se conmemora el 25 aniversario de la aprobación, vía referéndum, del Estatuto de Autonomía de Gernika, que sentó las bases del actual modelo de gobierno del País Vasco. Ni las autoridades, ni las formaciones nacionalistas realizaron actos con motivo de la efeméride, al sostener que es un texto "muerto", al tiempo que reclamaron nuevos criterios, acordes con el espíritu soberano de la sociedad vasca.

El 25 de octubre de 1979, un año después de la firma de Constitución española, que oficializó el llamado "sistema de las autonomías" y sentó las bases de la democracia española tras 40 años de dictadura de Francisco Franco, se aprobó vía referéndum el Estatuto de Gernika. El peso de las negociaciones previas para redactar el documento recayó en los principales dirigentes del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que defendieron en Madrid los añejos reclamos de autonomía y descentralización.

El documento fue refrendado por el resto de las formaciones políticas, tanto las españolas como las nacionalistas, con excepción de la coalición de la izquierda abertzale (nacionalista) Herri Batasuna, que desde un principio rechazó el Estatuto y defendió como bandera política la independencia total de Euskal Herria.

El Estatuto fue firmado en Gernika, en un acto que simbolizó el inicio de una nueva etapa en la región, con un gobierno e instituciones propias basadas en un modelo de desarrollo con amplias competencias y autonomía. Precisamente el cumplimiento cabal del Estatuto y la transferencia total de las competencias contempladas ha sido una de las principales quejas de los sucesivos gobiernos de Euskadi al Estado español, desde el primer gobierno de la democracia, del derechista Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo, así como en los siguientes, del socialista Felipe González y del conservador José María Aznar.

Veinticinco años después sigue sin cumplirse a cabalidad el contenido del Estatuto, por lo que hartos de esperar y tras el enfrentamiento que mantuvieron el gobierno vasco de Juan José Ibarretxe y Aznar, los nacionalistas moderados decidieron no festejar un texto que no se ha acatado.

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, explicó que ahora "la sociedad vasca necesita nuevos instrumentos, por lo que en un mundo complejo como en el que vivimos, necesitamos un autogobierno para una nueva generación, igual que hace 25 años llevamos a cabo una apuesta en este sentido".

Tras defender los aspectos positivos del Estatuto, como la recuperación económica, la consolidación del euskera como lengua y el desarrollo del sistema educativo -uno de los más eficientes de Europa-, Imaz señaló que "el nuevo autogobierno que tenga que tener Euskadi, tiene que ser también autogobierno con garantías para ambas partes. Garantías para la sociedad vasca en el sentido de que no va a ser incumplido y modificado unilateralmente, y que no estará bajo cualquier ley básica orgánica aprobada en cortes generales que merme las capacidades que contiene el Estatuto. Yo creo que básicamente estos son los aspectos claves que recoge la propuesta de nuevo Estatuto político".

Por lo pronto, hay una propuesta alternativa en curso en el Parlamento vasco, que presentó el año pasado el lehendakari Ibarretxe, que aspira a una nueva forma de relación con el Estado español, con base en una "cosoberanía" y con la totalidad de las competencias pendientes de transferir.

El dirigente nacionalista Iñigo Urkullo añadió que ese pacto de hace 25 años "continúa sin cumplirse" por "el inmovilismo absoluto" de los gobiernos de Madrid, pero "ni entonces ni ahora renunciamos a nuestra aspiración de respeto a los derechos históricos del pueblo vasco, consagrados por la propia Constitución".

A su vez, los partidos españoles festejaron por separado y con discrepancias el aniversario del Estatuto de Autonomía vasco. El Partido Socialista de Euskadi organizó un acto público en el árbol de Gernika, donde defendió la necesidad de redactar un nuevo Estatuto para profundizar en las reformas y competencias todavía sin transferir.

El derechista Partido Popular celebró el aniversario, pero se mostró contrario a cualquier modificación del texto, que, a su juicio, debe ser la base política de "25 años más" entre Euskadi y Madrid.

El socialista Patxi López señaló que "hoy es más necesario que nunca mantener el diálogo, el consenso y el pacto", pues defendió la actitud positiva a emprender reformas en las autonomías del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien inició ya los primeros contactos con el gobierno vasco de cara a estas reformas. "El gobierno de Ibarretxe y los partidos que le apoyan (PNV, EA y EB) se avergüenzan del Estatuto y lo desvalorizan por una voluntad de ruptura, por una radicalización que persigue la creación de un frente nacionalista", expresó López.

En Cataluña también se conmemoró el 25 aniversario del Estatut, con el que comenzó el proceso de autogobierno del que hoy goza esta región, que fue apoyado por ocho de cada 10 catalanes. Este documento también está en fase de revisión y se espera que las reformas sean negociadas por el propio Rodríguez Zapatero con su compañero de partido y presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.