Jornada Semanal,  domingo 24 de octubre de 2004          núm. 503
ANGÉLICA
ABELLEYRA
MUJERES INSUMISAS

GABRIELA RODRÍGUEZ: CON GANAS DE COMERSE AL MUNDO

Se considera "jovenóloga", especialista en chavas y chavos o, al menos, clavada en una pasión por esa generación a la que le dedica su entusiasmo desde hace veinte años para tratar de conocer sus inquietudes, exigencias y anhelos. Sin embargo, muy a menudo sus dos hijos la bajan de su nube y le dicen que no entiende nada de lo que les sucede. Gabriela Rodríguez (DF, 1953) acepta que tal vez tengan razón pero continúa cerca y trabaja con los adolescentes de diversos sectores (ahora especialmente el indígena) para educar, capacitar y defender sus derechos a una sexualidad libre por informada, responsable y plena.

De una familia prolífica y musical, donde la vida transcurría frente al piano y tertulias con boleros y teatro, Gabriela se formó como psicóloga en la UNAM y luego hizo una maestría en antropología social en la ENAH. Con esa formación dual, se siente más antropóloga que psicóloga pues cuando empezó a trabajar en planeación educativa para CONAPO, de pronto estaba clavada en lo social y en aquello que después se convertiría en su pasión de vida: la educación sexual y los derechos de las mujeres.

El tema de la sexualidad la atrapó porque toca las libertades. Es un aspecto estructural para saber si una sociedad es libre o no. Y si bien acepta que ha habido avances fundamentales en el siglo xx en lo que respecta a las mujeres, el paso ha sido lento y falta mucho por hacer sobre desigualdades económicas, de género y sexualidad. "La posibilidad de desarrollarte, de hacer lo que tú quieres, pasa sin duda por la vida sexual. Si no tienes control sobre ella no puedes desarrollar tu creatividad, tu familia, tu mundo."

Bajo esa premisa, desde 1979 ha puesto su creatividad al servicio de la educación sexual. Primero en el CONAPO daba talleres a maestros y a promotoras rurales del DIF. También lo hizo en MEXFAM, organismo en el que trabajó diez años y produjo materiales de apoyo como películas educativas, historietas y videos sobre el tema, con énfasis en derechos sexuales y reproductivos: prevención de embarazos no deseados, uso del condón y sida. Desde hace seis años coordina Afluentes, ONG que elabora materiales en torno de este universo frente al cual ni gobierno ni medios de comunicación –asegura– han estado a la altura de las necesidades de los jóvenes.

"Este año se cumplen treinta de educación sexual en México. Y parece mentira que sean las instituciones las que pongan obstáculos para difundir de manera más llana y masiva el tema de la sexualidad. Todavía hay miedo en la SEP y en la Secretaría de Salud (SS) para tocarlo abiertamente. ¿Qué campaña escuchas hoy de sexualidad adolescente? El esfuerzo de capacitar a los maestros ha sido mínimo, ellos no se sienten seguros de abordar el tema frente a los alumnos y temen la reacción de los padres. Por otro lado, si un joven va a una clínica de la ss a pedir apoyo, primero lo regañan si pide un condón y entonces él prefiere ir a la farmacia a comprarlo, si le alcanza, o de plano no lo usa."

Ahora, a través de Afluentes y otras ONG, Gabriela está comprometiendo al presidente Fox para lanzar una campaña nacional de educación sexual. Es prioritario en un país donde el treinta por ciento de la población es joven. Para ella, es momento de escucharlos y que marquen la agenda política. "Jovenóloga", como se asume, dice que esta generación es interesante pues no cree ni en los partidos ni en los políticos, ejerce su vida sexual con libertad pero no siempre con responsabilidad ni información. También exige derechos en términos de servicios, pero muchos no son derechohabientes. Considera que es a través del arte, la música e internet que los jóvenes canalizarán sus inquietudes, buscarán respuestas y se harán escuchar.

Es ésa la vía que también Gabriela prefiere. Y aunque ya no toca el piano, sigue ligada al arte por la vía de producción audiovisual y la creación de propuestas frescas y de ruptura. Pianista frustrada, no deja de apasionarse por la música. "Vende caro tu amor, aventurera" es su canción de cuna, Agustín Lara es su padre como los Beatles su esencia. Y continúa viviendo como si estuviera en la prepa pues su trilogía preferida son amigos, trabajo y fiesta. Es optimista respecto del mundo pues a pesar de las desigualdades económicas y sociales y las guerras, ve un halo de menor oscuridad por y para los jóvenes, ésos que le han contagiado una patología insuperable: mantenerse adolescente con ganas de comerse al mundo.