Mitin contra el bloqueo muestra que Cuba no se detiene

Mensajes de líderes de AL con buenos deseos para Fidel Castro

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 23 de octubre. Seis presidentes de América Latina y otros líderes políticos e intelectuales manifestaron este fin de semana sus buenos deseos para el restablecimiento del líder cubano Fidel Castro, quien convalece de una operación en una rodilla fracturada y un hombro fisurado.

El venezolano Hugo Chávez, el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el argentino Néstor Kirchner fueron citados hoy por la prensa local, en ese orden, entre los mandatarios que han enviado mensajes de simpatía tras el accidente que sufrió Castro el pa-sado miércoles en la ciudad de Santa Clara, 276 kilómetros al este de aquí.

En la lista siguieron, en este orden, el na-mibio Sam Nujoma, el jeque qatarí Hamad bin Khalifa Thani, el libio Muammar Kadafi, el panameño Omar Torrijos, el mexicano Vicente Fox y el chileno Ricardo Lagos.

Mención previa e independiente mereció el mensaje del embajador chino, Li Lianfu, en nombre del presidente Hu Jintao. También los saludos de los escritores Ga-briel García Márquez y Ernesto Cardenal.

Pero a la cabeza de todos los mensajes fue reproducido el de Elián González Brotons, el niño ahora de 10 años que en 1999 sobrevivió a un naufragio de balseros en el que murió su madre y fue el centro de una disputa política por su custodia.

"Querido comandante: Quisiera que se ponga bien, que se cuide mucho la rodilla enferma", escribió Elián a Castro. "Me gustó mucho su mensaje al pueblo y me puso contento saber que estaba mejor, a mí, a mi familia y a mis hermanitos. Póngase pronto bien. Lo queremos mucho".

Elián estaba sentado a la izquierda de Castro el miércoles, durante la ceremonia en la que el mandatario cayó de bruces.

La suerte del balserito detonó una intensa campaña llamada batalla de ideas, una de cuyas expresiones es la política educativa y cultural de la que el líder cubano habló po-co antes del percance.

En contraste con los saludos, un comentario de la prensa local llamó la atención sobre las reacciones del vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher.

"Nada es tan común dentro del gobierno en Washington como la falta de escrúpulos, la ignorancia y los charlatanes", dijo el artículo anónimo, reproducido en Granma y Juventud Rebelde, los dos matutinos nacionales. Boucher dijo, entre otras cosas, que no deseaba una pronta recuperación de Castro.

El artículo sólo tuvo una referencia indirecta a la declaración de la española Loyola de Palacio, ex comisaria europea, quien fue más allá de Boucher y directamente deseó la muerte a Castro: "El desgraciado accidente del compañero Fidel podrá concitar la destructiva emoción del odio de los funcionarios del Departamento de Estado y de algún otro roñoso y otra roñosa, pero ha desatado una intensa muestra de amor y cariño entrañable de muchísimos amigos".

La frase "estoy entero", que usó Castro el miércoles en prenda de su capacidad de recuperación, fue la misma que encabezó el viernes la reseña de los hechos que publicaron los diarios cubanos. Fue la misma, también, que empleó la mañana del 23 de junio de 2001, cuando reapareció después de sufrir un desmayo mientras hablaba en un mitin en el municipio capitalino de El Cotorro.

La memoria colectiva cubana sacó del archivo, además, otra mañana, la del 21 de diciembre de 2002, cuando por primera vez Castro estuvo ausente de una sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Parlamento, debido a un amago de linfangitis en la pierna izquierda, la misma de la fractura, que le imponía reposo absoluto.

Como el jueves pasado, cuando redactó una detallada reseña de sus horas de accidente, traslado y atención médica, Castro elaboró hace casi dos años su propio parte, también desde su lecho de enfermo.

"Era un deber proteger mi querida pierna izquierda", dijo entonces el presidente. "Con ella practiqué muchos deportes, jugué incluso futbol, corrí en las pistas deportivas, salté, nadé, escalé montañas, recorrí miles de kilómetros en la Sierra Maestra; me moví con los soldados en el Escambray y en Girón, y participé en las Marchas del Pueblo Combatiente. Fue mi pierna guía en política. Nunca me falló. No podía traicionarla ahora".

Castro cumplió 78 años de edad hace dos meses y sus movimientos se han restringido. Camina en público lo estrictamente necesario y lo hace con ligera cojera. Pa-radójicamente, su paso el miércoles parecía más firme y veloz que otras veces.

Figuras clave de la dirigencia cubana, como el vicepresidente Carlos Lage, el líder parlamentario Ricardo Alarcón y el canciller Felipe Pérez Roque, asistieron hoy en La Habana a uno de los mítines habituales de respaldo al gobierno y de rechazo a la hostilidad de Estados Unidos, en un mensaje de que la agenda política marcha aunque el líder máximo esté, por ahora, inmovilizado.

O como pregonaba un vendedor del dia-ri0 Granma en La Habana vieja: "Fidel se cayó, pero el gobierno sigue, caballero..."