México D.F. Jueves 14 de octubre de 2004
Los universitarios deben salir al paso de todo
aquello que la acote, señalan
La autonomía, amenazada por el neoliberalismo:
profesores eméritos
Significa un obstáculo para los fines privatizadores,
afirma Sánchez Vázquez Villoro destaca su función
crítica e integradora En desventaja, las ciencias sociales: Labastida
KARINA AVILES
El peligro mayor para la autonomía universitaria
proviene hoy del sistema económico y social, en el que al valor
de cambio se supeditan todos los valores, como el de la verdad, la belleza
y la honestidad, pero ante las amenazas del neoliberalismo, los universitarios
deben salir al paso "de todo aquello que en el plano económico o
político atente contra su autonomía, venga de donde venga",
manifestó el profesor emérito Adolfo Sánchez Vázquez.
Al
continuar las jornadas por la conmemoración de los 75 años
de la autonomía de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), el filósofo advirtió que la autonomía de las
universidades públicas es un obstáculo para los fines que
sirven la privatización.
La mercantilización avasallante del neoliberalismo
convierte todo en mercancía y la actividad humana se juzga por el
criterio de la productividad, del éxito, de la eficiencia, de la
rentabilidad en términos económicos, destacó.
"En ese sistema, en el que vivimos en su fase más
explotadora y depredadora: el neoliberalismo, la universidad no puede escapar
a sus amenazas. Pero ante ellas, tiene que hacer frente a la tendencia
impulsada por los organismos económicos internacionales hegemonizados
por Estados Unidos para privatizar la educación superior", expresó.
En la mesa La autonomía universitaria y su impacto
en las ciencias sociales y humanidades, realizada en el aula magna de la
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Sánchez Vázquez
se refirió primero al concepto de autonomía de la universidad
en tanto su facultad y capacidad de autodeterminación, misma que
se ejerce en tres áreas fundamentales: su gobierno y organización,
el financiamiento y administración de sus recursos y su actividad
académica, que es la prioritaria y fundamental.
Ente social
En la tarea académica, enfatizó, se cumplen
los fines propios de la universidad: enriquecer, transmitir y difundir
el saber. Pero estos fines no son en sí mismos, porque "no se busca
enriquecer, transmitir o difundir el saber por el saber mismo".
En ese orden de ideas, recordó que la universidad
"es una institución pública y social, que existe como tal
para servir al país, a la sociedad. Y, en ese sentido, cumple una
función social: la que corresponde a sus propios fines".
Indicó que la autonomía se manifiesta en
la investigación, la docencia y la difusión del saber como
la posibilidad de optar entre diversas alternativas del pensamiento, así
como en la crítica y el disenso. Y también se expresa en
la libertad de cátedra y de investigación, que es "incompatible
con el pensamiento 'dirigido' que imponían ayer los regímenes
totalitarios o con el 'pensamiento único' que trata de imponer hoy
el neoliberalismo".
En su intervención, el investigador emérito
Luis Villoro indicó que la universidad con autonomía es la
conciencia crítica de la sociedad. Manifestó que existe una
paradoja en la autonomía: por una parte, tiene una función
integradora en la sociedad y, por otra, es crítica y va contra toda
enajenación social. Lo anterior, añadió, da lugar
a un contraste entre las instituciones críticas y técnicas,
estas últimas obedientes del mercado.
La universidad autónoma, añadió,
es contraria a la capacidad puramente productiva de las empresas. "Por
tanto, la universidad crítica es lo contrario de una universidad
domesticada por el sistema social y político, aunque se integre
en ese sistema social y político", indicó.
Por su parte, el investigador Julio Labastida advirtió
que las ciencias sociales y humanidades se encuentran en una situación
desfavorable en el país, porque a estas disciplinas le han restado
importancia quienes las sitúan frente a prioridades políticas
y sociales definidas por los gobiernos recientes.
No se trata, dijo, de un ataque ideológico abierto
y directo, es más bien un problema de asfixia en un contexto definido
por la regresión de las políticas públicas y la banalización
de la ciencia y la cultura, unido a la profundización de la crisis
económica que enfrenta el país.
El director del Centro de Estudios sobre la Universidad,
Axel Didriksson, habló de la mercantilización de la educación
y de las falsas universidades o los llamados centros patito. Inclusive
indicó que existe un fenómeno de "patización".
|