México D.F. Martes 12 de octubre de 2004
Impiden regular el mercado de granos, señalan
Protestan productores contra Nestlé y Cargill
MATILDE PEREZ U.
La protesta campesina por la crisis en el agro llegó
ayer a las puertas de dos empresas trasnacionales: Nestlé y Cargill.
Ahí, pequeños y medianos productores de granos, café
y forestales levantaron sus voces en contra de los monopolios, y exigieron
a los directivos de esas industrias dejar de obstaculizar las acciones
que emprenden para salvaguardar el maíz y la caficultura.
Los poco más de 500 agricultores procedentes de
20 estados e integrantes de ocho organizaciones del movimiento El campo
no aguanta más, se dividieron en dos grupos para acudir a las oficinas
de dichas empresas. A Cargill la describieron como "pulpo" que en 1920
participó en operaciones madereras en Chihuahua y Durango. En 1975
empezó con cinco empleados en el país y actualmente tiene
mil 200 trabajadores, oficinas en 11 estados, 10 plantas en nueve entidades
y opera la terminal granelera en el puerto de Veracruz; como integrante
de la International Grain Trade Coalition participó en la creación
del llamado Convenio Modelo, el cual obliga a los países firmantes
a importar organismos genéticamente modificados para alimento humano
y animal. La Coordinación de Asuntos Internacionales de la Secretaría
de Agricultura signó dicho documento.
La
presencia campesina contrastó con los trajes y corbatas de los empleados
de Cargill y de las oficinas cercanas al Centro Comercial Santa Fe. Según
datos de los agricultores, la trasnacional granelera se ha llevado este
año parte importante de los 36 millones de pesos de subsidios para
la comercialización de trigo cristalino y de los 60 millones de
pesos para maíz. Además dejó de pagar parte de los
3 mil 469 millones de dólares por sobrecupos de maíz.
Ante las oficinas de Nestlé, los caficultores hablaron
en tzotzil, tzeltal y náhuatl de los bajos precios del grano y de
la reducción de 65 por ciento de sus ingresos, debido, en parte,
al desplazamiento de la producción del aromático mexicano
por las importaciones de café robusta "clonado" en Vietnam por las
trasnacionales.
Nestlé, al igual que empresas como AMSA, Becafisa,
Cafés de California y Expogranos manejan no menos de 75 por ciento
de la industrialización y comercialización del café
mexicano, y se oponen a cualquier medida de fondo para cambiar el modelo
de consumo y venta del café que afecta a los productores, afirmaron.
Mientras denunciaban que dichas empresas se niegan a pagar
mayores precios por los granos de mejor calidad, los campesinos arrojaron
café robusta y otros productos de dicha industria a las escaleras
de acceso a Nestlé. "Esta empresa bloquea cualquier medida para
regular el mercado, como la formación de reservas o el retiro de
los cafés de menor calidad", expresaron ante los dos ejecutivos
de ésta que salieron a "atender a los productores".
"Buscaremos darles una respuesta; es cuestión de
verlo y tratarlo. Siempre hemos sostenido una comunicación razonable",
asentó Félix Martínez, de Asuntos Corporativos de
Nestlé, poco antes de que se retirara el grupo de campesinos, que
en su protesta nuevamente demandó que se cumpla el plan de retiro
del café de mala calidad y se regule el mercado de acuerdo con la
calidad del grano.
Poco después del mediodía, el grupo del
movimiento El campo no aguanta más mantuvo un plantón durante
casi tres horas en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat), donde entregó un documento en el que exige la creación
de foros para discutir con la ciudadanía la propuesta de ley de
bioseguridad, y demandó que se publiquen las reglas de operación
de los diversos programas dirigidos al campo, particularmente los forestales.
"No hay rumbo fijo en la explotación forestal.
A los dueños de los bosques nos tratan como a destructores y no
como a los rescatadores de la biodiversidad y protectores del agua", dijo
Ramiro Romero, de la Unión de Forestería Nacional. "Queremos
el pago de servicios ambientales", señalaron otras voces, y entre
el rosario de males se habló del incumplimiento de la Semarnat del
programa de la Mariposa Monarca en Michoacán y el estado de México,
y el abandono de los programas de apoyo para una explotación sustentable
en los bosques de Chihuahua, Durango y Guerrero.
Ante las 26 personas que integraron la comisión
campesina, el subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental, Juan Elvira
Quesada, dijo que a la Semarnat le interesa que sus programas de apoyo
para revertir el deterioro del ecosistema "caminen". Aseguró que
en cada estado se establecerá una "extensión" de las mesas
de trabajo para que los "campesinos ya no se trasladen a la capital del
país para exponer sus planteamientos".
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