Jornada Semanal, domingo 3 de octubre de 2004        núm. 500

NAIEFYEHYA
 
LA TRAGEDIA DE CHECHENIA: DE IVÁN EL TERRIBLE
AL TERROR DE BESLAN (I DE II)

EL SIGNIFICADO DEL TERROR

El 1 de septiembre pasado, durante la ceremonia del primer día de clases de la Escuela Media núm. 1, de Beslan, en Osetia del Norte, alrededor de mil 200 personas entre padres, alumnos, familiares y maestros se reunieron para dar inicio al año escolar. Súbitamente, alrededor de treinta hombres y mujeres armados y enmascarados obligaron a todo mundo a entrar al gimnasio de la escuela donde los mantuvieron durante las siguientes cincuenta y dos horas. Los captores mataron a algunos rehenes para demostrar la seriedad de la situación y obligaron a una decena de hombres a colgar explosivos de fabricación casera de un cable que tendieron entre las canastas de basquetbol. De acuerdo con algunos supervivientes, una de esas bombas cayó al piso accidentalmente y explotó, con lo que comenzó la debacle. Secuestradores, soldados, policías y civiles comenzaron a disparar mientras los rehenes trataban de huir bajo fuego de milicianos, ejército, policía y civiles. La batalla duró más de diez horas. Más de 330 personas murieron, por lo menos la mitad niños, y centenares de cuerpos calcinados no han podido ser reconocidos.

La toma de la escuela fue cuidadosamente planeada, se usó equipo sofisticado y un poderoso arsenal que aparentemente fue escondido en la escuela durante una renovación el pasado verano y fue llevada a cabo por milicianos muy entrenados y preparados para morir. La operación de Beslan pone en evidencia la intensificación de la violencia por parte de la guerrilla chechena y sus simpatizantes, quienes el 23 de octubre de 2002 secuestraron a los asistentes y actores de la obra de teatro Nord-Ost, una acción que concluyó cuando el ejército ruso decidió usar un gas letal para neutralizar a los guerrilleros y con eso 129 personas murieron. En febrero una mujer suicida destruyó un tren del metro de Moscú, matando a cuarenta y un personas. En mayo una bomba oculta bajo las gradas de un estadio mató al presidente de Chechenia, Ahmad Kadyrov. En junio un centenar de milicianos, disfrazados de policías, atacaron la capital del vecino estado de Ingushetia y mataron a un centenar de policías. El 21 de agosto milicianos realizaron una operación similar en Grozny, la capital chechena, matando a veintidós personas. El 24 de ese mismo mes, dos aviones que partieron de Moscú explotaron en el aire casi simultáneamente; en cada uno de ellos una mujer chechena activó una bomba. Noventa personas murieron. Horas antes de la toma de la escuela de Beslan otra mujer suicida activó una bomba fuera de la estación de metro Rizhskaya matando a diez personas.

Los orígenes del conflicto en el norte del Cáucaso se remontan al siglo xvi, con las incursiones de los cosacos de Iván el Terrible. La guerra rusa por conquistar el Cáucaso comienza en 1783, pero es hasta 1859 que Chechenia es incorporada al imperio. Los milicianos chechenos lograron convertir al propio León Tolstoi, quien era entonces un joven recluta, a su causa. Los chechenos se levantaron infructuosamente contra los zares en varias ocasiones y apoyaron en buena medida la Revolución rusa, pero los campesinos se opusieron a la colectivización de la tierra. En 1942 el gobierno rebelde checheno de Israilov Sheripov alentó al pueblo para que recibiera a las tropas nazis como huéspedes a cambio de que éstas reconocieran su independencia de la URSS. En 1944 la venganza de Stalin fue implacable: la población entera de la República Chechena fue exiliada a Kazajastán, la cuarta parte de ese pueblo murió entonces. Hasta la fecha este evento sigue siendo una herida abierta. En 1957 Nikita Jruschov permitió a los chechenos volver a su tierra y restauró la República Autónoma de Chechenia e Ingushetia, con lo que comenzó un periodo de paz. En 1990 esta república adopta una declaración de soberanía de Estado y comienza a buscar la separación de la urss. Al año siguiente Dzojar Dudayev se proclama presidente de la República Chechena (puesto que gana en elecciones poco después) y se enfrenta a Boris Yeltsin. La situación se complica por luchas internas y en 1994 comienza la primera guerra ruso- chechena que termina en 1996, dejando más de 80 mil muertos y el conflicto sin resolver. Dudayev es asesinado por los rusos, y el 5 de septiembre de 1999 Vladimir Putin lanza la segunda guerra chechena aprovechando la ira popular producida por un ataque checheno en contra de la vecina república de Daguestán y por varios misteriosos atentados con explosivos que destruyeron edificios de departamentos en Moscú y Volgodonsk. Alguien podría ver en esta estrategia algún paralelo con la justificación de la violencia del post septiembre 11.

(Continuará.)