Entre monos te veas... Todo cartón político es un homenaje a Rius
Pero esa tradición combativa se apagó cuando nació el régimen postrevolucionario. Junto con la prensa que la albergaba, la caricatura se volvió totalmente complaciente con el poder y sólo era crítica cuando había que atacar a los enemigos políticos del prm-pnr-pri. Si bien hubo caricaturistas que alcanzaron fama por su gran talento, como El Chango Cabral, lo cierto es que su trabajo era más bien frívolo, sus temas eran el humor blanco o los personajes de la farándula. Los intentos por hacer caricatura política crítica e independiente fueron duramente reprimidos, como por ejemplo (y cito nuevamente el texto de Rius antes mencionado) la revista El Turco, de la que sólo apareció un ejemplar en 1931, época de Calles, y fue cerrada. Un caricaturista de nombre Inclán recibió, también por aquellos tiempos, una golpiza propinada por esbirros de Fidel Velásquez.
Todas las caricaturas que actualmente se publican en México y en donde se hace escarnio del poder político, económico o eclesiástico, son, a quererlo o no, un homenaje al maestro Rius, puesto que quienes las ejecutamos podemos hacerlo gracias al camino que él abrió y que casi le cuesta la vida. Además, el trabajo que Rius ha hecho a lo largo de cinco décadas, lejos de caducar, tiene gran vigencia hoy por hoy y, de hecho, debe ser un punto de referencia en una época en la que la ideología triunfante pregona esas tonterías del fin de la Historia y las ideologías; en una época en donde el humor político ha llegado a los medios electrónicos, pero en su forma más chabacana y tergiversada; en una época en la que dentro del propio gremio de moneros, muchos perdieron la brújula desde que se cayó el muro de Berlín. ANTONIO HELGUERA
El tercer día creo las plantas, las lechugas, las espinacas, los ejotes, las papayas, las piñas, los chayotes con crema, los nopales con epazote haciendo a medio mundo vegetariano (esta parte del génesis se llama "la panza es primero"). El cuarto día Rius creó a los animales, a las iguanas, a las lagartijas, a los sapos, a Luis Echeverría, a Rubén Figueroa padre e hijo, a Hank padre e hijo, a Roberto Madrazo (que sólo es hijo), a Roque Villanueva, a los Salinas, a Zedillo y otros empresarios (a la güera Rodríguez Alcaine no lo creó porque él ya estaba allí desde antes de que se separara la luz de las tinieblas). Y el quinto día, Rius creó al sistema político mexicano con todo y país; prueba de ello es que los políticos de hoy se parecen cada vez más a las caricaturas que hacía Rius de ellos en los sesenta. Al sexto día creó al hombre, a la mujer y así nacieron Calzonzin, doña M, Don Perpetuo del Rosal y los lectores de Los Supermachos. El séptimo día Rius se puso a descansar y nació la herejía. Entonces salió doña M y dijo: Rius no existe. Para sus lectores y admiradores, Rius sí existe: es un inventor de géneros. Creó el libro didáctico e hizo de la historieta política otro subgénero de la caricatura. Sus libros son además muy eficaces y lo más importante es que fue uno de los primeros caricaturistas en decir lo que creía y pensaba sin cinismo, lo que le ayudó a ampliar el margen de la libertad de expresión ayudando a que la prensa viera a la caricatura como un género importante de crítica. ¡Es un maestrazo! EL FISGÓN |