.. | México D.F. Jueves 9 de septiembre de 2004
A esta hora, su nuevo disco, es una nostalgia
por la unión, expresa el trovador
En la distancia hay un vacío que sólo
la canción puede salvar: Haro
Celebró su nueva producción con sus amigos
Salvador El Negro Ojeda, Marcial Alejandro, Rafael Mendoza, Mauricio
Díaz y Jorge Moreno Lo presentará al público en
octubre
ARTURO CRUZ BARCENAS
El nuevo disco del cantautor veracruzano David Haro (Jaltipan,
población cercana a Coatzacoalcos; "nací en los cincuenta",
dijo), titulado A esta hora, "es una nostalgia por la unión;
hablo de la soledad, de la discontinuidad del ser. Recién llegado
al Distrito Federal, lo primero que me encuentro es esa vocación,
con la gente que me rodea; parece que está uno muy cerca, pero realmente
se está distante. Hay un vacío que solamente la palabra puede
salvar. La palabra es la canción", expresó en entrevista.
Son las doce de la noche y Haro ha cantado los temas de
su nueva producción, de la que median tres años de trabajo,
de meditaciones, de depuración del proyecto. Está emocionado.
Entre cada interpretación, el poeta Jorge F. Hernández, ha
pronunciado frases-preámbulo a cada canción, que provocaron
aplausos, algunas exclamaciones de admiración, de esas que denotan
reflexiones propias, en silencio.
Ahí
están sus amigos, sus colegas trovadores, quienes han subido al
escenario para festejar su nuevo disco. Primero Salvador El Negro
Ojeda, luego Marcial Alejandro, Rafael Mendoza, Mauricio Díaz El
Hueso y Jorge Morenos. Todos cantaron una pieza y demostraron que las
composiciones del autor gustan, aunque no sean pasadas en la radio o la
televisión.
"A pesar de la discontinuidad de este disco, que es un
monólogo, hace sentir dentro del individuo que está solo;
es una cosa extraña, pues si me lo hubiera propuesto, proyectado,
no me hubiera salido. Es una cosa al azar. La verdad es que con este disco
uno se siente dentro de él", precisó David.
"Si uno no ha disfrutado, por ejemplo, del amor, no puede
gozarse de este disco. Un corazón vil nunca sentirá esa cosa."
Consideró que influyó en él, como
artista, ser originario de un sitio exuberante. "La composición
nació por una necesidad de expresar las cosas que viví. Cantarle
a un perro que yo tenía, que estaba enfermo de una pata, llamado
Yo-yo, porque subía y bajaba. Le faltaba la pata trasera. Le hacía
canciones a un loro que se perdía en las bugambilias del patio.
Eran los tiempos de la primaria."
Ahora, distancia de años, "es muy difícil
hallar la palabra adecuada al arpegio. Si va uno por la palabra, ésta
proporciona una idea; las palabras no son literales, sino musicales; tienen
un tiempo, un ritmo. La palabra es una locura".
Cantó y la hizo éxito La llamaban loca,
de la autoría de José Luis Perales. "Es bellísima;
me identifico por la temática. Trata del amor, de un sentimiento.
El amor se postula por el sentimiento, que no es propio del hombre, sino
más bien de la mujer... ¡son loqueras!"
Su disco toca dos nociones: lo íntimo y lo urbano.
Dijo: "Tardé casi tres años en hacerlo. No hago canciones
por encargo, sino por la necesidad de expresarme. Eso lo hice hace muchos
años cuando trabajé en una compañía disquera".
Añadió que tiene muchas composiciones, pero
lo difícil "es darles sentido, un orden. En A esta hora y
en el disco pasado, Ariles, lo pude hacer, logré una unidad
lógica".
-¿Qué es hacer canciones, para usted?
-Aquí cantaron Rafael Mendoza, Marcial Alejandro,
Mauricio Díaz y otros. El oficio del trovador es explicar de dónde
viene, qué cosa es y siente. La trova no es una moda, sino hallar
una forma de expresar sentimientos. Es un oficio. Como en este caso, cuando
al venir a la ciudad de México tuve que recurrir al jazz, de los
años 50, para reforzar la imagen de alguien que camina por Reforma.
"La trova es encuentro. En este disco hay un contraste,
pero nunca se pierde la nostalgia."
Parejas motivadas por alguna frase, desde el inicio del
concierto, con un fragmento de Bésame mucho, se miraban en
silencio. Es la potencia de un autor que da su punto de vista sobre los
secretos y lo claro del corazón, a todos tan común. La noche
se extendió hasta que el minutero cruzó las 12. Fue una noche
de esa cofradía que integran los trovadores o cantautores.
Para Salvador El Negro Ojeda el nuevo disco de
Haro "es un logro muy elaborado. Tiene grabaciones desde hace muchos años,
desde los días de los LP, pero le dio un giro a su carrera para
hacerse más artista. Se salió de lo comercial.
"Lo que oímos es producto de un trabajo de muchos
años, que si bien no llega a un gran público, nunca se sabe
qué pasa con el producto, pero este tipo de reuniones, en El Breve
Espacio, nos legitiman de alguna manera. Aquí es una hermandad que
cada vez se hace más grande. El disco de David le da al público
agua fresca".
Rafael Mendoza: "David es un compositor importante. Me
da mucho gusto verlo emprendiendo un proyecto nuevo, pues estuvo muchos
años sin grabar y ahora lo veo embalado. Suena a México,
canta emociones compartidas; es un gran melodista. Este disco lo refrenda,
pues es disfrutable".
Marcial Alejandro: "David es un gran artista; compone
como nadie y tiene un sabor propio de su patria. Todo el tiempo habla con
poesía y la armonía de su guitarra es nueva. Lo admiro".
El 22 de octubre, David presentará al público
su disco A esta hora, en el Museo de Culturas Populares, a las 18
horas.
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