La Jornada Semanal,   domingo 5 de septiembre  de 2004        núm. 496
 

Los vigilantes del Cosmos

Norma Ávila

Ilustración de Rosario Mateo

ƑQué encontraremos al explorar el Universo en un futuro próximo? ƑUn planeta cubierto por agua habitado por ballenas y delfines, como el que describe Alan D. Foster en su novela Cachalot?, Ƒo nos toparemos con algo similar a la medusa de más de un kilómetro de diámetro y tentáculos de cien metros de largo que Arthur C. Clarke menciona en su relato Cita con Medusa, o la especie de alga habitante del satélite jupiteriano Europa, que este mismo autor describe en 2010 Odisea Dos? Lo anterior es ciencia ficción, pero la realidad puede darnos sorpresas. Las imágenes enviadas por los telescopios espaciales, los satélites y las naves sonda, tal vez muestren, entre otras cosas, planetas y formas de vida inesperadas. Su misión es revelar aquello que los telescopios terrestres son incapaces de alcanzar.

El 24 de abril de 1990 se puso en órbita el Telescopio Espacial Hubble (hst), uno de los vigilantes del Cosmos más importante de la última década, porque escudriña el Universo con su espejo de 2.4 metros de diámetro, sin que le estorbe la atmósfera de nuestro planeta, ya que está ubicado a 600 kilómetros de altura. Dentro de dos años terminará su tiempo de vida, debido a que la nasa ha decidido ya no darle mantenimiento para suplirlo por los Telescopios Espaciales de la Nueva Generación, que empezarán a funcionar en el 2010. Pero el hst no va a despedirse sin legarnos valiosos descubrimientos: en la página web de la citada agencia espacial, se lee que uno de los más dramáticos ocurrió en 1998, cuando dos equipos de especialistas, utilizando sus imágenes y las obtenidas con otros telescopios, obtuvieron evidencias de que la expansión del Universo se está acelerando de una forma inesperada debido a una fuerza que se ha denominado energía oscura.

Asimismo, como una de las tareas principales del hst ha sido tomar imágenes de galaxias (conglomerados de miles de millones de estrellas) muy lejanas, los especialistas han podido observar, en algunas de las denominadas galaxias activas, la evidencia de que en su centro existen enormes agujeros negros (objetos devoradores de todo aquello que se les acerca). Esto es trascendente para la astrofísica, porque corrobora los planteamientos teóricos.

Un reporte de la nasa, y que el lector posiblemente recuerde, es el del pasado 18 de marzo, cuando ésta dio a conocer el descubrimiento de un planetoide -un objeto de menor tamaño que los planetas- que gira alrededor del Sistema Solar. Imágenes tomadas por el hst, en conjunto con otras captadas por el telescopio espacial Spitzer, fueron decisivas para encontrar a Sedna -como se le bautizó- ubicado a 10 mil millones de kilómetros de la Tierra. Además de estos hallazgos, entre otros, el Hubble nos hereda una galería cósmica capaz de detonar el mismo placer estético provocado al observar ciertos trazos pictóricos o escuchar la ejecución de partituras resultado del quehacer artístico.

Los Telescopios Espaciales de la Nueva Generación (ngst), tendrán espejos de ocho metros de diámetro, por lo que podrán localizar objetos más distantes y pequeños. Los especialistas pretenden poner en órbita cuatro de estos telescopios para, a través del proceso llamado interferometría, enfocarlos hacia un mismo cuerpo celeste y obtener, en conjunto, la potencia de uno de treinta metros de diámetro en el espejo. Una de las prioridades de los ngst es la observación de las primeras galaxias después de ocurrida la Gran Explosión que dio origen al Universo, mientras que la búsqueda de planetas similares al nuestro, así como de vida extraterrestre, será tarea de otro telescopio, el Rastreador de Planetas, que en un futuro también se pondrá en órbita. Se acerca la hora de la Cita con Medusa; ya pronto llegará el momento en que la humanidad podría decir: "se arrastraba a través de las móviles montañas de espuma [...] [sus tentáculos] se movían hacia adelante y hacia atrás perfectamente al unísono, como si la criatura remase, con cierta torpeza, a través del cielo".

Un observatorio espacial que también está exponiendo los secretos del Cosmos es Chandra, lanzado al espacio en julio de 1999 para detectar los rayos x -invisibles a nuestros ojos- emitidos por los objetos celestes. Uno de los hallazgos que más ha llamado la atención fue el anunciado por científicos de la nasa en septiembre del año pasado: por primera vez, con ayuda de Chandra registraban el sonido de la nota si bemol emitida por un agujero negro. Es el sonido más bajo hasta ahora detectado, ya que su frecuencia lo ubica 57 octavas más abajo del do central de un piano. El hoyo negro ejecutante está en el cúmulo de galaxias de Perseo, localizado a 250 millones de años luz (un año luz es la distancia que ésta recorre en ese lapso a 300 mil kilómetros por segundo) y fue posible captarlo porque la onda sonora se propagó a través del gas que rodea al monstruo celeste.

Sin lugar a dudas, las naves sonda no tripuladas, están haciendo asimismo valiosas aportaciones al conocimiento del Universo. Una de ellas es Galileo, que reportó evidencia de agua salada debajo de la superficie de la luna jupiteriana Europa, lo que se traduce en la posiblidad de encontrar vida, y reveló la intensidad volcánica de Io, otro satélite de ese planeta. Pareciera que Tolkien se inspiró en Io para describir al Monte del Destino, donde Frodo debía tirar el anillo de Saurón: violentas erupciones, grietas vomitando lava, chispas rojas y amarillas, exhalaciones de azufre; Mordor en el Sistema Solar.

Otra nave, la Cassini-Huygens, a partir del primero de julio se convirtió en el vigilante del señor de los anillos, después de un viaje de siete años. Orbitará setenta y seis veces alrededor de Saturno, y la sonda Huygens se separará de la nave Cassini para celebrar la Navidad en Titán, su luna de mayor tamaño, con el objetivo de analizar su atmósfera. ƑEl peso de los anillos será demasiado para alcanzar los objetivos de esta misión?