La Jornada Semanal,   domingo 5 de septiembre  de 2004        núm. 496


Luis Tovar
 DIAS DE CINE
(I de II)

Puesto que la costumbre adormece la conciencia, pareciera no haber nada de qué preocuparse cuando uno consulta la cartelera cinematográfica y, junto al habitual -aunque por lo regular demasiado escueto- puñado de películas que no lo hacen a uno arrepentirse de haber pagado al menos el equivalente a un día de salario mínimo, se encuentra con una colección de esperpentos que parecieran haber sido hechos para demostrar que sí se puede filmar películas sin recurrir ni un segundo al uso de la inteligencia.

Vea si no algo de lo que se ofrece el miércoles 1 de septiembre, día de estreno y única función de una película que ya hemos visto demasiadas veces y no quisiéramos volver a ver, y que podría llevar como título Las maravillosas e inverosímiles cuentas alegres de Vicente en el Congreso. Como cualquier mexicano con un poco de sensatez prefiere ver cualquier otra cosa, usted echa un ojo y se encuentra que de las treinta y cuatro posibilidades que ofrece la cartelera comercial, solamente siete, es decir la quinta parte, no dependen en mayor medida de que las palomitas estén sabrosas. Además de la estupenda Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, España, 2003), la bien estructurada Lutero (Eric Till, Alemania, 2003), la sensible Diez historias cortas de amor (Rodrigo García, eua, 2001), la entrañable Hermanas gemelas (Ben Sombogaart, Holanda/Luxemburgo, 2002), la interesante El efecto mariposa (J. Mackye Gruber, Eric Bress, 2004), y las pasables El otro lado del amor (Pupi Avati, Italia, 2003) y Bailando con el corazón (Nick Hurran, Reino Unido/EUA/Alemania, 2003) -acaso pueda sumarse la brasileña Perdidos en la noche (José Joffily, 2002), aunque su fatalismo telegrafiado la traicione bastante-; además de este puñado, decíamos, y como sentenciara William el dramaturgo, el resto debería ser silencio.

COMO AVION EN PICADA

Así luce el resto de la oferta cinematográfica, comenzando para variar con el cine infantil, cuya carta fuerte -sólo se trata de un decir- es šYu-gi-oh!, que es decir noventa minutos de una más de esas animaciones japonesas histerizantes, seguida del irreconocible refrito de la vieja serie televisiva Los Thunderbirds; de la memez que hicieron con La vuelta al mundo en 80 días, ni más ni menos que con el anticlimático Jackie Chan a la cabeza; de la pedestre animación Vacas vaqueras; de la demostración patética de que hasta Garfield puede perder la gracia en la cinta homónima; y finalmente de Valentín, filme argentino un tanto sensiblero que llega con dos años de retraso a México en calidad de auténtica excepción.

Pero asómese a la clasificación B y compruebe que el avión acabó de estrellarse: La séptima víctima, cinta de terror con todos y cada uno de los clichés que han hecho de éste el género cinematográfico peor tratado desde hace ya mucho tiempo; como si no hubiera bastado con una, la segunda parte de Anaconda, producto mercadotécnico en la peor línea de historias de animales cuasifantásticos que amenazan por pura maldad a los pobres seres humanos; Pelotas en juego, una especie de Blues Brothers pero sin gracia, y que en vez de cantar van a Las Vegas a apostar; Colateral, efectismo puro y argumento nulo, a la que sólo salva -taquilleramente hablando, claro está- la presencia de Tom Cruise en el reparto; el lamentable y constante declive del otrora confiable Gérard Depardieu en la comedia šQue te calles!; el colmo de los intentos por exprimir una veta comercial por medio de la insensatez de Gatúbela sin Batman; la galería de lugares comunes en la relación de parejas elevados a máximas emocionales y psicológicas de El orgasmo de Amy, con la consecuente vuelta al huacal de la ella que sólo se salva gracias a un él; la infaltable megaproducción que, como todas las de su tipo, se proclama como la auténtica historia del... Rey Arturo -como le pasó a Robin Hood y a tantos otros personajes-; la enésima traición a Isaac Asimov con el Yo, robot a cargo de un Will Smith que confunde su acartonamiento con robotización -o al revés, vaya usted a saber.

Menos mal que ya comenzó, ayer sábado, el vigesimocuarto Foro de la Cineteca, que se exhibirá durante quince días en la propia Cineteca Nacional, hasta el 25 de septiembre en la Ciudad de México, y más adelante en Cuernavaca, Guadalajara, Monterrey, Jalapa, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, Aguascalientes, Guanajuato y Campeche.

(Continuará.)