Álvaro González R.
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Productora zapoteca de café,
Yagavila, Oaxaca, junio 2002
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Junto al ahorro que representa no gastar en agroquímicos en la cafeticultura orgánica, su práctica tiene además ventajas y beneficios adicionales relevantes. De una parte, está la oferta de un producto agrícola que no conlleva los riesgos de salud pública propios de los contaminados con fertilizantes, herbicidas, plaguicidas y funguicidas químicos. Además, la producción de café orgánico certificado es una opción económica significativa para los productores, pues se hace acreedora a un sobreprecio dentro del llamado comercio justo, aspecto significativo a la luz de la interminable crisis mundial de los precios del aromático originada por el abandono del sistema de cuotas por país, proceso que inició en 1989 y fue apoyado sin reservas por el gobierno mexicano.
Lamentablemente, tal decisión ha significado el acrecentamiento de la pobreza rural, la migración y la desesperanza para miles de pequeños productores cafetaleros; especialmente los indígenas, de por sí el sector más golpeado por el modelo económico y político dominante.
Si bien el sector cafetalero orgánico obtiene un sobreprecio por su producción, éste tiene un sobrecosto pues el acceso a la certificación es un trámite sumamente oneroso que deben de cubrir los mismos productores o sus organizaciones representativas. Igualmente cierto es que el proceso de manejo de ese tipo de cafetales exige mayor esfuerzo y tiempo en relación a la producción de café convencional, pues demanda diversas labores para proteger los suelos, fabricar abonos orgánicos y un manejo especifico de la sombra del cafetal.
Así, la imposibilidad de poder sufragar los gastos de certificación, o la realización y mantenimiento de las labores requeridas, deja fuera a muchas organizaciones y a miles de pequeños productores del acceso a un mejor precio. A estas dificultades se suma que, a pesar del potencial económico y los beneficios en materia de salud que conlleva la cafeticultura orgánica, el gobierno mexicano no se ha preocupado por apoyar a este tipo de productores vía subsidios específicos. En cambio, le da prioridad al libre comercio que favorece la expansión y control del mercado del grano por las grandes corporaciones, quienes dan preferencia a la producción de rápida maduración, producida en plantaciones a cielo abierto, como las que predominan en Brasil y Vietnam, y que empresas como Nestlé ya impulsan en México.
En contrapartida, en términos de la conservación de la biodiversidad, en México el café orgánico o no, se cultiva predominantemente bajo sombra, estimándose que 40 por ciento de su superficie corresponde a selvas altas y medianas, 23 por ciento a bosques templados de pino-encino, 21 por ciento a selvas bajas caducifolias, mientras el 15 por ciento se sitúa en bosques mesófilos.
Complementariamente, diversos autores muestran que los cafetales de sombra son importantes proveedores de hábitats que funcionan como área de protección y residencia de innumerables especies de plantas y animales. Aunado a su importancia como preservadores de la diversidad biológica, los cafetales bajo sombra ofrecen servicios ambientales estratégicos para la protección de las cuencas hidrológicas y la conservación de los suelos. Bosques y café de sombra forman así agroecosistemas que contribuyen decisivamente a la conservación de la biodiversidad, de la flora y la fauna propias de los ecosistemas forestales; simultáneamente, posibilitan el mantenimiento de servicios ambientales fundamentales.
Pero la documentación del valor de la cafeticultura de sombra, ya sea reconocida como orgánica o no, va más allá del ámbito de las disciplinas y realidades ambientales, pues su registro es también una herramienta para ampliar y diversificar las opciones de certificación, al agregar al sello de café orgánico y/o el de comercio justo, los de café de sombra, o amigable con la naturaleza o las aves, permitiendo el acceso a ciertos nichos de mercado.
Sin embargo, esta opción es prácticamente inexistente en Oaxaca, ya que ninguna organización cuenta aún con certificaciones de esta naturaleza, a pesar de que se supone que las organizaciones cafetaleras amparadas con el sello de café orgánico reúnen las características para poder hacerse acreedoras a los llamados "sellos verdes". La realidad es que en México sólo siete organizaciones cuentan con el sellos de Amigable con la sombra: cinco en Nayarit y dos en Chiapas. El problema reside en que primero hay que registrar con rigor el valor específico que la cafeticultura orgánica tiene en sus ámbitos regionales específicos. Se trata de una tarea que requiere de especialistas y recursos financieros y operativos diversos.
Esfuerzos organizativos
Cafetalero afiliado
![]() Sembrando cafetos en almácigo
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El Rincón de Ixtlán se localiza en la región occidental de la Sierra Norte de Oaxaca, en la porción septentrional del distrito de Ixtlán. Está formado por 10 pequeñas localidades asentadas en la cuenca del Río Tepanzacoalco-Cajonos, uno de los afluentes del río Papaloapan. Los pueblos del Rincón de Ixtlán constituyen una unidad culturalmente homogénea, caracterizados por la presencia de una misma variante dialectal del zapoteco de la Sierra Norte, conocida como nexitzo o zapoteco del Rincón y la vigencia del sistema de usos y costumbres como medio fundamental de gobierno comunitario.
La mayoría de los pueblos son de origen prehispánico o formados durante la Colonia. Las comunidades son pequeñas, sus altos índices de marginalidad se traducen en problemas de salud, comunicaciones, acceso al crédito y a los mercados lo que -aunado a una escasez de tierras agrícolas aptas, la erosión del suelo por prácticas inadecuadas y la ya larga crisis de los precios del café- incide en un aumento progresivo de la migración y a la carencia crónica de ingresos suficientes.
Cultivo estratégico
Cafetalero del Rincón
Operativamente el proyecto se sustenta en cuatro propósitos centrales:
Los talleres
Doña Nati, promotora en medicina tradicional y cafetalera
A fin de no trastornar los tiempos de los campesinos, los temas se imparten en concordancia con el calendario de actividades del café. El que los talleres sean teórico-prácticos ha facilitado que los campesinos se apropien de técnicas adecuadas para el manejo de su parcela al estar evaluando e implementando las prácticas de manejo de manera directa en el cafetal. Además, este método permite que los productores expresen sus dudas, así como compartir las diferentes experiencias de las comunidades.
El acercamiento con los productores permite entender las dificultades y la falta de recursos para impulsar una producción cafetalera eficiente, por lo que llevar a cabo estos talleres es muy importante porque, además de estar orientados a elevar la producción y mejorar la calidad, atiende aspectos de fortalecimiento organizativo y opciones de mercado para el café en transición y el ya catalogado como orgánico. Asimismo se contribuye a garantizar la continuidad de los servicios ambientales al mantenerse la cubierta forestal asociada a la cafeticultura.
Acciones para la certificación
Marcos Gómez
En el ámbito de la documentación del valor de la biodiversidad de los cafetales de sombra del Rincón, los resultados, inconclusos aún, documentan el valor de los cafetales como receptáculos de biodiversidad, lo que permitirá en una fase posterior emplear esta información para que Michiza acceda a las certificaciones Café de sombra y Amigable con la naturaleza, entre otras.
Asimismo, los datos permitirán llevar a cabo una campaña de difusión entre la población local, especialmente los jóvenes, para que puedan valorar y, sobre todo, hacer valer en sus futuras gestiones, la importancia ambiental que la cafeticultura de sombra lleva aparejada y que es generalmente ignorada o intencionalmente omitida para agregar valor económico a la producción de café. Hasta el momento se han determinado 58 especies de árboles de sombra (de 80 localizadas), donde 71 por ciento son nativos y el resto introducidos, pero con procesos de adaptación largos, pues en su mayoría son especies que datan de la Colonia, especialmente en el caso de diversos frutales y cítricos.
![]() Santa Cruz Yagavila, Oaxaca
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La investigación sobre la cafeticultura y la unidad doméstica muestra que hay un vínculo muy directo entre la composición familiar y la producción de café orgánico, ya que éste requiere de más brazos o acceso a mano de obra que la del café convencional. Estos aspectos están siendo alterados por la creciente migración y el desinterés de la población emigrante por retornar a las actividades del campo.
En general, el estudio también destaca que la pobreza en el interior del área del Rincón se intensificará en las familias de campesinos que tienen escaso acceso a los recursos y a la producción del café orgánico, alimentando así un creciente proceso de diferenciación.
Finalmente, es necesario señalar que el enorme esfuerzo que desarrollan los productores y productoras afiliados a Michiza del Rincón de Ixtlán se realiza dentro de la indiferencia de las instancias oficiales estatales y federales. En realidad, y de una manera irresponsable, han tirado por la borda una actividad productiva de enorme relevancia para la economía nacional y para la conservación del patrimonio natural de todos los mexicanos, pero muy especialmente de los territorios que ocupan desde siempre los pueblos indígenas.