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México D.F. Domingo 22 de agosto de 2004

REPUBLICA DE PANTALLA

Jenaro Villamil

EU, teledemocracia amenazada

Comienza la guerra publicitaria entre candidatos

Dinero, baja credibilidad y falta de equidad en la cobertura

LA TELEGUERRA SUCIA apareció esta semana con estridencia en las pantallas estadunidenses, poco más de dos meses antes de la elección presidencial. Un anuncio transmitido en las cadenas de Ohio, Wisconsin y West Virginia muestra a un grupo de veteranos de la guerra de Vietnam acusando de mentiroso al candidato demócrata John Kerry, quien obtuvo una presea en este síndrome histórico al salvar la vida al soldado Jim Rassmann. "John Kerry no ha sido sincero con lo que hizo en Vietnam", subraya George Elliot en el mensaje comercial. "La diferencia entre lo que pasó y lo que él dice es como la del día a la noche", remata otro veterano, Jack Chenoweth.

DE INMEDIATO, Kerry acusó el golpe y responsabilizó a los publicistas del mandatario republicano George W. Bush. Al parecer, estos anuncios fueron pagados por Bob Perry, empresario conservador de Houston que trianguló fondos a los llamados grupos 527, considerados así por sus exenciones y facilidades fiscales. Esas agrupaciones son algo así como las "instituciones humanitarias" vinculadas a Vamos México. Kerry y los demócratas han acusado a los republicanos de operar así el trabajo sucio para desacreditarlo por la vía de espots televisivos.

ESTE ES SOLO UN ejemplo y un augurio de lo que espera a Estados Unidos en una campaña electoral dominada no sólo por la imagen publicitaria y la ausencia de debates fundamentales para una nación intoxicada de propaganda bélica, sino por un creciente dominio del dinero destinado a los grandes consorcios mediáticos que, sin regulación clara, crean una cobertura informativa cada vez más proclive a la agenda y los intereses del clan republicano de Bush o simplemente evaden su responsabilidad informativa.

NI LOS EDITORIALES de mea culpa de los dos grandes periódicos en busca de la credibilidad fracturada por su cobertura proclive a la invasión a Irak -The Washington Post y The New York Times- ni el suceso político-mediático de Michael Moore, el documentalista que con Fahrenheit 9/11 ha articulado un auténtico alegato anti-Bush, han podido enfrentar la poderosa fórmula de dinero, soft news (noticias ligeras), espectáculo y tácticas sucias de los grandes corporativos mediáticos que controlan más de 80 por ciento de las audiencias televisivas y radiofónicas privadas del territorio estadunidense.

LOS VINCULOS ENTRE estos corporativos y los neocons de Bush han sido documentados por organizaciones dedicadas a monitorear y vigilar el comportamiento mediático en el país vecino, entre ellas Proyecto para un Periodismo de Excelencia, Pew Research Center, Media Tenor Institute y Medios por la Democracia. Estos centros coinciden en subrayar que la ausencia de regulación en los contenidos informativos y la excesiva comercialización de los telenoticieros están generando un panorama desalentador para la salud de la democracia estadunidense.

ALGUNOS EJEMPLOS mencionados son los siguientes:

1. PROMOVER EL MIEDO para evadir la crisis económica. El tema económico, en especial el del desempleo, ha sido deliberadamente abandonado en la cobertura de los informativos televisivos para favorecer tópicos más "excitantes visualmente", como las alertas naranjas contra un ataque terrorista o la seguridad doméstica. Media Tenor Institute reportó que durante la primera semana de agosto las notas sobre la situación económica ocuparon apenas 3.1 por ciento de la cobertura (3.7 en los tres meses anteriores), mientras las historias sobre terrorismo y seguridad doméstica alcanzaron 28 por ciento del tiempo-aire en pantalla. El efecto demoscópico ha sido claro. Una encuesta de ABCNews/ The Washington Post realizada del 17 al 20 de junio ubicaba el tema económico en el primer lugar de preocupación (26 por ciento de los encuestados), seguido por el de la guerra de Irak (19 puntos) y el terrorismo (18). Esta correlación ya cambió en agosto. Una encuesta del Pew Research Center indicó que 41 por ciento de los ciudadanos de la nación vecina creen que Irak y la guerra contra el terrorismo son más importantes que el tema económico.

LOS REPORTES DE LA crisis revelan que el desempleo en la era de George W. Bush afecta a 8.2 millones de estadunidenses, 5.5 por ciento de la población económicamente activa, la proporción más grande desde la época de la gran depresión. Por eso Kerry lanzó su plan económico este fin de semana, pero la televisión, copada por las competencias olímpicas y por su cobertura sobre el miedo al terrorismo, han marginado el tema. Sólo anécdotas como la del senador Edward Kennedy, confundido como "terrorista" por los inspectores del aeropuerto de Boston, plantean un punto de vista distinto a la inducción del miedo que ha copado a los programas noticiosos. ƑY las torturas de Abu Grhaib? Este es un tema reservado para las páginas de periódicos, no para programas de gran audiencia como Today, de NBC; Good Morning America, de ABC, o Early Show, de la CBS.

2. EL DOMINIO DEL DINERO frente a una cobertura inequitativa. El Proyecto para un Periodismo de Excelencia y el Pew Research Center levantaron una encuesta entre trabajadores de la televisión estadunidense. Cincuenta y uno por ciento de los periodistas de cadenas nacionales respondió que el principal problema es la falta de equidad en la cobertura, 28 ubicó la cuestión financiera y 15 la baja credibilidad. Entre los periodistas de cadenas televisivas locales, el problema del financiamiento publicitario ocupó un sitio más importante, 33 por ciento, frente a 37 que citó la falta de equidad en la cobertura y 12 la baja credibilidad.

ES CLARO QUE EXISTE una preocupación entre los propios trabajadores de los medios en torno al problema de la falta de transparencia en el dinero, pero esto no transforma el esquema de concentración y tráfico de intereses.

MEDIOS POR LA DEMOCRACIA documentó recientemente que en los cuatro años anteriores los cabilderos de Washington han distribuido 160 millones de dólares para sostener los intereses de los dueños de los grandes consorcios mediáticos: 69.6 millones se destinaron a la poderosa General Electric, 37.2 a Verizon Corporation, 19.5 a Walt Disney Company, 10.6 a News Corp (del magnate Murdoch de la Fox), 7.5 a Newspaper Asociation of America y 5.28 millones a Viacom Internacional. Coincidentemente, estos grandes conglomerados mediáticos que controlan a las grandes cadenas de televisión abierta (NBC, CBS, ABC) y a los poderosos canales por cable (Fox, CNN) son los mismos que han hecho grandes "donaciones" a los republicanos. Entre enero de 1995 y diciembre de 2003 Verizon Communications donó 7.3 millones de dólares a los republicanos (más del doble que destinó a los demócratas); General Electric 3 millones 143 mil dólares al partido de Bush y un millón 900 mil a los demócratas; News Corp destinó 2.4 millones a los republicanos y 501 mil dólares a los demócratas; Viacom "donó" 1.2 millones a los republicanos y 879 mil dólares a los demócratas; y Univisión (en la cual mantiene acciones Televisa) destinó un millón 573 mil dólares a los republicanos y 99 mil a los demócratas. Sólo Walt Disney Company -el mismo consorcio que censuró la distribución del documental Fahrenheit 9/11- donó más a los demócratas que a los republicanos: 3 millones 250 mil dólares frente a un millón 897 mil al partido de Bush.

LA ORGANIZACION SUBRAYA que este tráfico de donaciones y de pago de favores ha provocado en 2004 que ninguno de los candidatos tenga una posición clara sobre la influencia de las grandes corporaciones mediáticas, que "es mucho más de lo que vemos, escuchamos o leemos" (consultar datos en www.mediafordemocracy.us).

3. POLITICA COMO "entretenimiento" y escándalo. En un reporte especial publicado en The Seattle Times, el columnista Kay Mac Fadden anotó que el circuito del dinero en los grandes consorcios mediáticos ha desdibujado la diferencia entre información y entretenimiento en las noticias televisivas. Los candidatos se ajustan, en sus anuncios y apariciones, al guión de info-entretenimiento, una "nueva plaga" que también se ha expandido a México y a todos los países que reproducen el modelo estadunidense de poderosos corporativos televisivos sin regulación clara. Para llamar la atención es necesario apostar a la estridencia, al escándalo o a las tácticas sucias, como el anuncio de los veteranos de Vietnam contra Kerry.

LA CONSECUENCIA ES que los ciudadanos de la nación vecina no cuentan con la información para comparar alternativas políticas, sino con una suma de anuncios que se adaptan al estilo de hipercomercialización televisiva.

MAC FADDEN APUNTA que este fenómeno explica el éxito de cadenas como Fox News Channel, que explota no sólo el sensacionalismo, sino el descontento conservador frente a los medios percibidos por el televidente común como "liberales". Esta fórmula ha desplazado, en términos de rating, a CNN frente a Fox News, la cadena que más ha apostado a la relección de Bush y a su política belicista.

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