Jornada Semanal, domingo 15 de agosto de 2004        núm. 493

HUGO GUTIÉRREZ VEGA

TEATRO EN QUERÉTARO

Todos sabemos, pero lo soslayamos, que el centralismo ha hecho un daño enorme al teatro de la provincia. La capital es la única caja de resonancia y se condena a los teatreros del interior al pintoresquismo. De vez en cuando, el centro sale a la periferia para organizar congresos o festivales, siempre pensados desde sus oficinas y casi siempre desconocedores de las complejas realidades de esa hermosa diversidad étnica, cultural y social que da a nuestro país su rostro más entrañable, más olvidado por una capital ensimismada y más desfigurado por la injusta distribución del ingreso y por las distintas formas del racismo.

Hace algunos años, la bella ciudad de Xalapa tenía varias compañías teatrales que llevaron a cabo puestas en escena memorables. La cerrazón capitalina las obligaba a alquilar locales en la enorme conurbación para lograr un mínimo de interés en los medios de la caja de resonancia; los grupos teatrales de Querétaro obtenían algún displiscente comentario sólo cuando se presentaban en México y, de tarde en tarde, el inba organizaba festivales en la capital e invitaba a los teatreros de la provincia. Monterrey, Guadalajara, Querétaro, Xalapa, Oaxaca y Culiacán, entre otras ciudades, participaban en esas reuniones y recibían una palmadita patriarcal antes de regresar a la barbarie (léase el territorio del Gran Chichimeca, que lo mismo pasaba en los tiempos del imperialismo mexica).

Por eso sorprende que, escapando de los esquemas tradicionales, una ciudad como Querétaro tenga una vida teatral independiente y organice, con apoyo del inba, una necesarísima muestra nacional de la Joven Dramaturgia. El Consejo Estatal para la Cultura y el Instituto Municipal de Cultura se hacen cargo de todos los aspectos de la muestra y el incansable teatrero y director del Consejo Estatal, Manuel Naredo, aporta todo su entusiasmo y sus conocimientos teatrales para que la muestra tenga un carácter realmente nacional y reúna las condiciones de rigor y de calidad indispensables para que estos actos incidan en los territorios del planeta teatral. Luis Enrique Gutiérrez, Edgar Chías y Enrique Olmos son los directivos de la muestra que se celebró a fines de julio en la hermosa y difícil ciudad de Santiago de Querétaro. Los mismos organismos convocan a la sexta edición del Premio Nacional de Dramaturgia "Manuel Herrera". Conocí y estimé al notable dramaturgo que da su nombre al premio. Manuel era un hombre de teatro en el sentido integral del término y un hombre bueno en el buen sentido de la palabra, como diría nuestro don Antonio Machado. Me dicen que, hasta la fecha, han participado en el premio 249 escritores de teatro de todos los rumbos de la República, incluyendo a un buen número de capitalinos que, condescendientes, aceptan enviar sus obras a un "concurso provinciano".

Debemos advertirles que, de momento, los dos concursos de dramaturgia más importantes del país son el Manuel Herrera y el que el inba organiza en colaboración con Baja California Norte. Pero no acaban aquí los esfuerzos teatrales queretanos, pues en agosto la ciudad recibe a grupos de todos los rumbos en el Séptimo Encuentro Internacional de Teatro del Cuerpo. Los intercambios pedagógicos y de experiencias, así como las puestas en escena, son los aspectos fundamentales de ese Encuentro en el que han participado los principales exponentes de esta vertiente teatral de varios países.

Sé, por experencia buena o mala, pero propia, que Querétaro ama al teatro. Creo recordar vagamente que hace ya muchos, muchísimos lustros, algo tuve que ver con la fundación de una compañía de "bululú", llamada "Cómicos de la Legua" y, cada vez que voy a mi amada y temida ciudad, veo la programación teatral y observo con gusto la proliferación de nuevos grupos y de novedosos experimentos. Mucho tiene que ver en este resurgimiento la labor del Consejo Estatal. Ojalá que siga contando con los apoyos necesarios para cumplir su imaginativa e intensa labor promocional.