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EL NEGOCIO DEL DESPERDICIO
2 de agosto de 2004


Carmen Castellanos Gaytán

El circuito del dinero comienza a la puerta de la casa o negocio, cuando se recoge la basura. De ahí se amplía hasta el reciclaje de diversos materiales. El mundo de los desechos sólidos es una compleja red oculta de transacciones económicas

En la ciudad de México y su zona metropolitana, poblada por cerca de 20 millones de personas, se genera cada día un promedio de 1.2 kilogramos de basura sólida por habitante, cifra suficiente para hacer de los desperdicios y los residuos un negocio de oro.

Para la población la basura en sí carece de valor, pero la voz de los especialistas dice lo contrario. Los desechos, principalmente de los hogares y las oficinas, comienzan a tener valor mercantil con el proceso de separación, el cual automáticamente modifica el destino de los residuos, pues regresa a manos del consumidor mediante el reuso y el reciclado, engrosando los ingresos de las grandes empresas y de los líderes de pepenadores, en una especie de industria, cuyos datos y cifras de operación son casi imposibles obtener.

De acuerdo con el estudio Basura, un problema endémico, elaborado por Héctor Castillo Berthier, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México, el manejo de los 1.2 kilos que genera a diario cada habitante de la ciudad de México y su área metropolitana cuestan al gobierno unos mil 500 millones de pesos anuales, que no se recuperan.

E16PrcomresidSegún Castillo Berthier el volumen de basura se ha incrementado considerablemente, sobre todo en residuos no biodegradables, que pasaron de 5 por ciento en 1993 a 40 por ciento en la actualidad.

El crecimiento poblacional y los cambios en los patrones de consumo ocasionaron que los 370 gramos de basura que producía en promedio cada persona en 1950 se cuadruplicara en cinco décadas.

"Se calcula que para 2010, en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) se producirán 25 mil toneladas de basura al día, de las cuáles 48 por ciento corresponderán al Distrito Federal y 52 por ciento a los municipios conurbados", escribe Castillo Berthier en su estudio.

Actualmente, agrega, en la ZMCM se manejan más de 21 mil 500 toneladas de residuos "lo que corresponde en promedio a 34 por ciento del total del país".

La ciudad de México y su área metropolitana, representa casi 20 por ciento de la población en la República, la mayor concentración poblacional del país.

Mientras la capacidad del gobierno se ve rebasada por la falta de conciencia de la población en el manejo de la basura, el problema del deterioro ecológico avanza seguirá generando fuertes costos para las autoridades, quienes carecen de las herramientas necesarias para encarar los residuos peligrosos.

Cómo se mueve el dinero

El mundo de la basura, que es más complejo de lo que parece, oculta los beneficios económicos que genera. Esto se debe en parte a los obstáculos que encuentra incluso el gobierno para recabar esta información.

"Encontramos una fuerte mafia de pepenadores en el lugar final... no se permite ni a las autoridades que accedan a esos lugares, a pesar de ser áreas federales, estatales o municipales", explica Iván Restrepo, periodista especializado en el tema y autor del libro La basura, consumo y desperdicio en el Distrito Federal.

E16componentes"Estos grupos sociales tienen una forma de vida parecida a los guetos, donde los líderes controlan la vida personal, familiar y comunal", explica por su parte Castillo Berthier.

El dinero en esta "industria" se mueve de distintas formas, pero comienza simplemente cuando los hogares dan una pequeña propina a los empleados de limpieza del gobierno, que perciben un salario mensual, o también de las cuotas pactadas con las empresas para que se les retiren los desechos.

Según el estudio de Castillo Berthier, cada vivienda en el Distrito Federal gasta por concepto de propinas un promedio anual de 500 pesos, dinero que reciben adicionalmente los empleados de limpieza, cuyo salario mensual oscila entre 10 mil pesos para los choferes y 6 mil pesos a los ayudantes.

En el estudio se detalla que el Gobierno del Distrito Federal cuenta con 2 mil camiones, de los cuales en promedio funcionan unos mil 700, "que tienen asignados igual número de choferes y aproximadamente 3 mil 400 ayudantes y 4 mil voluntarios, además de 8 mil barrenderos".

Esto quiere decir que esta actividad "mantiene directamente a 17 mil 100 individuos... resultando beneficiadas en conjunto un promedio de 83 mil 500 personas, que dependen económicamente del servicio de recolección de basura únicamente en el Distrito Federal", detalla Castillo Berthier.

Pero este es sólo el lado formal de la historia en cuanto a empleo en el medio de la basura; del otro lado la realidad es incierta, con ausencia de calidad de vida e incluso muy injusta en el reparto de las ganancias que se generan.

"Los pepenadores no tienen calidad de vida, no se les envidia. Se calcula que mínimo pueden estar entre unas 10 mil y 25 mil familias en esta labor, pero no hay hasta ahora los suficientes datos para saber cuántas familias están trabajando", en los tiraderos, explica Restrepo.

residuosmapE16"A diario se genera infinidad de dinero; calculo que deben estarse obteniendo en toda el área metropolitana ganancias de alrededor de 3 millones de pesos por las más de 20 mil toneladas que se generan de basura cada día, pero la repartición entre líderes y pepenadores es muy injusta, los primeros siempre se llevan la mejor tajada", expresó un analista que pidió el anonimato.

En la década de 1940 las autoridades del Distrito Federal acordaron con los grupos de pepenadores sacarlos de los tiraderos "a cielo abierto" y llevarlos a plantas de separación de residuos en las que se contaba con mejores condiciones laborales.

"El costo del mantenimiento de las plantas de selección oscila entre 80 y 100 millones de pesos al año, de los cuales no se recupera nada", puntualiza Castillo Berthier.

El trabajo se divide en dos partes, pero sólo una recoge las ganancias, ya que el mantenimiento del equipo y las instalaciones, y la operación de la planta es obligación del Gobierno del Distrito Federal, "mientras las ganancias generadas por la recuperación y venta de subproductos queda en manos de los líderes, que a su vez las utilizan para el pago a destajo por el trabajo de sus agremiados".

"Ellos no reportan sus ingresos por ventas, pero se estima que ingresan alrededor de 65.5 millones de pesos anuales por este concepto", detalla.

"Una chulada", que no conviene si no es informal

Mientras Restrepo define la basura como "riqueza que tiramos", Arturo Dávila, director ejecutivo de Sustenta, empresa dedicada al manejo integral de los residuos, este negocio es "una chulada".

Precisamente su brillo y atractivo radica en la informalidad, asevera.

"Si tu lo haces formal no es rentable, porque los precios son muy baratos", señala Dávila.

Explica que desde que se recibe la basura, ésta comienza a recibir un valor agregado al ser separada, lo que la hace finalmente interesante para ser rentable, ya que se tiene identificado lo que se puede vender a las grandes industrias.

"Si va junta es muy costosa y desde ahí ya no conviene", puntualiza.

"Pero, además, no se pagan impuestos, no se dan prestaciones ni Seguro Social, no se paga luz, agua ni nada que tenga que ver con el mantenimiento de las plantas; las ganancias son para ellos", agregó.

En México este negocio crece no sólo por el incremento de la población, sino que se prevé que en los próximos años podría mostrar un comportamiento muy similar al que se registra en Estados Unidos o Europa.

"Esto es porque la gente está empezando a consumir cada vez más empaques y menos productos naturales, como hoy lo siguen haciendo en México algunas amas de casa", indicó Restrepo.

De acuerdo con Arturo Dávila, la ley dice que los municipios son los responsables de llevar a cabo la limpieza y recolección de basura en el país; sin embargo, la falta de recursos y su mala administración han desembocado en atrasos administrativos, legales y de provisión de infraestructura.

La reordenación del manejo de la basura a escala municipal podría crear las condiciones para aumentar los ingresos públicos que hoy llegan a manos de los líderes de pepenadores, recuperando así parte de las pérdidas que a diario se presentan para mantener las plantas de selección y transferencia de desechos.

En México se comenzó en octubre del año pasado la consulta sobre la Ley General para la Preservación Integral de Residuos, la cual, supone Dávila, debe empezar a dar frutos a mediano plazo, si los estados avanzan, como ya lo está haciendo el Distrito Federal, en implementar reglamentos para el mejor aprovechamiento de los desechos sólidos.

Virtudes del reciclaje

residuosE16El reciclaje es básico para este espléndido negocio, coinciden los especialistas. Pese a que es barata la venta de los residuos rescatados y separados, el impacto económico es muy favorable para los bolsillos de los líderes, si se toma en cuenta que están muchas veces subsidiados por el gobierno.

Del total de la basura que se genera a diario, se estima que al menos 20 por ciento es reciclable.

Para los pepenadores sus clientes favoritos son las empresas, las cuales en buenos tiempos pueden ahorrarse entre 10 y 20 por ciento de los gastos que realizan para comprar y procesar algunas materias primas.

"Las ventajas del reciclaje están en que disminuyen de entrada la presión del costo de las materias primas, por ejemplo, el vidrio reciclado gasta menos energía para ser fundido que si se hace desde un material original", explicó Dávila.

"El aluminio es grandioso reciclarlo, porque sólo ocupas 5 por ciento de lo que necesitarías para procesarlo desde el origen", agregó.

Respecto al cartón kraft, se estima que 90 por ciento del que se produce es reciclado.

Pero en los desechos también hay pérdidas, ya que de acuerdo con Restrepo del total de los alimentos que llegan a un hogar, una décima parte se va a la basura aún en buen estado.

Este problema, agrega, no sólo afecta la economía de las familias, sino que también es inconsistente en un país con grandes desigualdades y falta de alimento para mucha gente.

Los especialistas coinciden en que el país tiene aún grandes retos a enfrentar en materia de residuos.

Castillo Berthier hace énfasis en la necesidad de despolitizar el manejo de la basura al eliminar los esquemas de caciques y los cotos de poder otorgados y legitimados durante años por el gobierno. Mientras que Restrepo coincide en la necesidad de comenzar a tener una industria más responsable y limpia mediante programas que impulsen la separación adecuada de los residuos, lo que permitiría reducir "fácilmente", como mínimo a la mitad, la cantidad de basura que se genera.

El reto está finalmente en desaparecer los tiraderos a cielo abierto y trabajar fuertemente en campañas de concientización de la población para que participen activamente en resolver el problema de la acumulación de residuos §

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