El futuro de la vaquilla

Ejidatarios de rancho Cedral, de Tuxtepec, Oaxaca, donaron al Codeci las dos vacas con las que llegaron el pasado 20 de julio hasta la sede de la Sagarpa, una de ellas fue sacrificada y la segunda fue defendida por diversos grupos protectores de animales. En la vaca los integrantes del Codeci pintaron la leyenda: šSálvame, Usabiaga!, pero ellos mismos decidieron no matarla.

La vaquilla, de dos años de edad, proviene del rancho Cedral y desde su arribo a la ciudad ha perdido peso, de los 450 kilogramos, bajó a 320 kilos, según sus cuidadores, pues no tiene sus 50 kilos diarios de pasto fresco y está atada a las rejas de la dependencia. "Le ha afectado estar amarrada cuando debe estar suelta en el campo".

El futuro de la res es tener cinco crías y después convertirse en carne que se ofertará a los consumidores de Tuxtepec.