La tendencia, hacia el abstencionismo

El abstencionismo en Baja California ha crecido a partir de 1992, cuando se efectuó la primera elección con las actuales estructuras electorales, incluida la credencial para votar con fotografía.

Ese año sufragaron 645 mil 270 ciudadanos, de 822 mil enlistados, es decir, 176 mil 730 (21.5 por ciento) no acudieron a las urnas.

En los siguientes comicios, los de la gubernatura, el padrón registraba un millón 41 mil 587 votantes, de los cuales 651 mil 418 ejercieron su derecho al voto y más de 390 mil se abstuvieron (37.5 por ciento).

Para las elecciones de 1998, de un millón 235 mil 148 ciudadanos con derecho al voto, sólo 573 mil 978 acudieron a las urnas, es decir, 53.5 por ciento no lo hizo.

En 2001, de un millón 492 mil 24 empadronados, 544 mil 857 votaron y 947 mil 167 (63.5 por ciento) no lo hicieron.

Esta curva ascendente sólo fue interrumpida en las elecciones federales de 2000, cuando las expectativas de cambio en el ámbito federal llevaron a los bajacalifornianos a las urnas.

Tonatiuh Guillén López, especialista del Colegio de la Frontera Norte, pronostica para las elecciones de este domingo un abstencionismo de 79.5 por ciento.

Para el investigador Víctor Manuel Espinoza Valle "sólo un milagro podrá reducir el abstencionismo", pero las experiencias indican que esa circunstancia estará ausente en una entidad donde apenas tres de cada 10 electores sufragaron en la elección federal de 2003.

Los especialistas indican que el abstencionismo puede bien significar el primer síntoma de un deterioro y una advertencia de que la concepción que la gente tenía del PAN en el gobierno no se ha cumplido. Pero tampoco hay otras alternativas políticas confiables y sólidas, advierten.

JORGE ALBERTO CORNEJO Y ANTONIO HERAS, CORRESPONSALES