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Obituario   - NUEVO -

P O L I T I C A
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México D.F. Domingo 25 de julio de 2004

REPUBLICA DE PANTALLA

Jenaro Villamil

Díganles que se callen

LEA-PRI, la memoria no prescribe
IMSS, del linchamiento a la movilización

LA IMAGEN ES DEL martes 9 de julio de 2002. El rostro impenetrable, la mirada dura bajo los lentes de fondo de botella, se transforman en un rictus de pánico. Luis Echeverría, el intocable, el de 33 años de promesa de investigación incumplida frente a los crímenes del jueves de Corpus, perdió el control al salir de su comparecencia en la fiscalía especial. Ante los gritos de "šasesino, cínico!" y "š2 de octubre no se olvida!", sólo alcanzó a musitar ante sus colaboradores: "díganles que se callen, díganles que se callen". Así quedó registrado en el documental Tlatelolco, las claves de la masacre, y en la foto extraordinaria de José Núñez, publicada en La Jornada al día siguiente.

DESDE ENTONCES, LA regla de la complicidad transexenal y la imagen del ex presidente que no se tocaba ni con el pétalo de un citatorio judicial se derrumbaron. A dos años de distancia, a pesar de no pocos perdonavidas en pantalla que sugieren "perdón y olvido" y de sesudos gestores de la opinión pública que ven la política como un simple intercambio de canicas entre elites (la no procedencia de la acción penal por los delitos cometidos durante la guerra sucia, a cambio de la aprobación de la contrarreforma del Instituto Mexicano del Seguro Social), la historia vuelve a dar una nueva lección. Como Echeverría, un grupo de gestores quisieran silenciar los gritos de la marcha de trabajadores que el viernes 23 de julio desafiaron la unilateral campaña mediática de esta semana para "convencer" de la urgencia de reformar al IMSS a costa de la pauperización de sus trabajadores, de los jubilados y pensionados.

"DIGANLES QUE SE callen", sugieren para que se salven los pactos entre ex presidentes. "Díganles que se callen" para que la fiscalía quede como una mera anécdota propagandística. "Díganles que se callen" para que no nos entre el "pánico moral" que provocan los "discursos justicieros" (argumentos expuestos en programas como Entre 3, de Tv Azteca, y Zona abierta, de Televisa).

LA POLITICA REDUCIDA a un ejercicio de modulación de escándalos mediáticos y a un zapping de acuerdos políticos cupulares se enfrenta a su contraparte cuando a través de los propios medios se documenta el menosprecio frente a los agravios y delitos del poder y cuando el intento de linchamiento de una institución como el IMSS genera un movimiento social de resistencia hasta en anquilosadas y desprestigiadas estructuras sindicales herederas del corporativismo. Ya no son los tiempos de la demagogia unidireccional echeverrista ni los de la coptación exitosa del salinismo, por más que el espíritu de ambos resurja ahora frente al vacío del foxismo.

LEA, la memoria no prescribe

EL JUEVES 22 DE JULIO el fiscal especial Ignacio Carrillo Prieto cumplió lo adelantado en distintas filtraciones periodísticas y sorprendió a los medios cuando acudió a las oficinas judiciales del Reclusorio Norte capitalino para entregar nueve cajas con los elementos probatorios para inculpar a ex funcionarios del gobierno de Luis Echeverría y al propio ex mandatario por el delito de genocidio cometido en los sucesos del 10 de junio de 1971 y sus secuelas.

LOS NOTICIARIOS TELEVISIVOS, hasta el sábado en la mañana, repartieron sus cámaras y micrófonos entre la residencia echeverrista de San Jerónimo, el departamento de Mario Moya Palencia, las oficinas de reclusorios y la ola de reacciones, encabezada por el abogado Juan Velásquez, para adelantar un juicio: los delitos han prescrito. El viernes Carrillo Prieto acaparó la atención de los periódicos vespertinos y los noticiarios al afirmar que "por el delito de genocidio no hay prescriptibilidad ni aplicación retroactiva de la ley".

VOLUNTARIAMENTE O NO, lo que distintos medios confirmaron en estos días es que la memoria no prescribe en una nación que suma ya demasiados agravios de poder no juzgados. El noticiario estelar de Canal 2, el mismo jueves 22, transmitió imágenes de los archivos de Televisa donde se observa claramente la brutal agresión de los halcones contra los estudiantes que se manifestaron en el casco de Santo Tomás. El Canal Once retransmitió las órdenes grabadas de la represión y la BBC dedicó dos extensas notas sobre este caso que consideró "histórico" en México. Un día antes, Canal 40 difundió los resultados de la encuesta GEA-CNI en la que revela que 86 por ciento de los consultados opinan que se debe investigar y juzgar a quienes dieron la orden de la represión; 88 por ciento no está de acuerdo en que el PRI defienda a Echeverría y, contra la ronda de entrevistas en primera plana y decenas de columnas apocalípticas, 72 por ciento piensa que enjuiciar a los responsables del jueves de Corpus no va a afectar la estabilidad del país.

REDUCIR ESTA CORRIENTE de opinión a una mera estrategia propagandística o electoral del foxismo es menospreciar o minimizar la propia batalla por la recuperación de la memoria que han dado con fuerza en los pasados tres años distintos actores y víctimas de la guerra sucia.

EN ESTE LAPSO, fotos inéditas que el poder resguardó con recelo durante tres décadas sobre la masacre de Tlatelolco y el 10 de junio de 1971 se han publicado en La Jornada, El Universal y Proceso. Hasta Televisa, que durante años profesó sumisión al mandato presidencial priísta en turno, ha ido difundiendo sus imágenes de archivo de esa época. Recuérdese el programa Círculo rojo que retransmitió el video Tlatelolco, las claves de la masacre. Y lo impensable en los años del priísmo, Canal Once ha realizado reportajes y mesas redondas especiales sobre la guerra sucia en México y sobre el halconazo.

ESPECIALMENTE INTENSOS HAN sido el debate y la información entre 2003 y 2004. El 21 de abril del 2003 se giraron las órdenes de aprehensión contra Miguel Nazar Haro y Luis de la Barreda, auténticos monumentos de la represión, por la desaparición del hijo de doña Rosario Ibarra de Piedra, pilar de la denuncia durante décadas. El 5 de noviembre, la Suprema Corte de Justicia estableció que el secuestro por el cual fueron acusados los ex jefes de la Dirección Federal de Seguridad no ha prescrito. El 18 de febrero de 2004 fue detenido Nazar Haro. Cinco días después, la cúpula eclesiástica demandó justicia en los crímenes de la guerra sucia. En marzo declararon ante la fiscalía distintos implicados en el halconazo. Julio Scherer y Carlos Monsiváis publicaron el libro Los patriotas, de Tlatelolco a la guerra sucia, con documentos y testimonios inéditos sobre los sucesos del jueves de Corpus que se incorporaron al expediente de la fiscalía. El 30 de junio, el secretario de la Defensa lanzó un críptico mensaje de advertencia que ha sido replicado en las pasadas semanas. Desde el 13 de julio, el PRI cerró filas para defender a Echeverría y su líder nacional, Roberto Madrazo, al afirmar sin rubor que "es totalmente falso que el PRI esté negociando el futuro del país a cambio de proteger impunidades o de proteger hechos del pasado" (entrevista con Ciro Pérez, La Jornada, 24-julio-04).

A PESAR DE LA ola de reacciones para presionar por el indulto o la prescripción de los delitos de Echeverría -causa que ha hermanado lo mismo a La Güera Rodríguez Alcaine que al Güero Castañeda-, el grito "díganles que se callen" es una consigna del poder en el vacío frente a la otra reacción de la opinión pública que ya no acatará dócilmente el silencio.

Linchamiento al IMSS

EN PARALELO, DURANTE esta semana se sobrecalentó el ambiente mediático con los comentarios, reportajes y notas informativas que pretenden justificar la urgencia de una contrarreforma al IMSS por la vía de culpabilizar y estigmatizar a quienes menos responsabilidad y recursos tienen frente al desastre financiero del sistema de seguridad social: los propios trabajadores sindicalizados y el régimen de jubilados y pensionados.

EN DISTINTAS EMISIONES radiofónicas fue común escuchar opiniones como ésta de Oscar Mario Beteta: "el régimen de jubilados y pensionados del Seguro Social es un problema tan grave y tan grande que sólo se resolverá mediante la razón de Estado".

ENTRE EL 19 Y el 22 de julio, los principales noticiarios en medios electrónicos insistieron en el tema a partir de la propuesta de reformar dos artículos de la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social. La cobertura tuvo cuatro tendencias principales: a) si no se realiza una reforma como la planteada, "tarde o temprano el IMSS desaparece"; b) quienes se oponen a la reforma defienden "intereses particulares", son "acarreados" del sindicato del IMSS y se difunden las imágenes de los seguidores de Roberto Vega como gritones desesperados ante el Senado o la Cámara de Diputados; c) la característica del deficiente servicio del IMSS es la "brutalidad médica"; d) las pensiones representan no un derecho sino una "carga financiera" que "devoran al Seguro Social".

FUERON ESCASOS LOS puntos de vista que se salieron del guión prestablecido. La inminencia de la contrarreforma se convirtió en dogma mediático. Los opositores a ella son populistas, "acarreados" o defensores de sus "privilegios" sindicales. Particularmente duros fueron los reportajes especiales de los segmentos informativos de Tv Azteca, aunque, paradójicamente, los ciudadanos entrevistados demostraron una actitud proclive a defender el IMSS y no se sumaron a la campaña de estigmatización.

EN LA MOVILIZACION DEL viernes pasado, que rebasó las expectativas, uno de los volantes más repartidos era la nota acompañada por una tabla comparativa de salarios que documenta: "Santiago Levy percibe al mes un salario equivalente al de 35 médicos familiares" (La Jornada, 22 julio 04, p. 7). Como informó la reportera Patricia Muñoz, mientras un médico recibe un sueldo base de entre 4 mil 500 y 6 mil pesos, el director del IMSS tiene un sueldo integrado de 213 mil 190 pesos. ƑEn dónde radica, entonces, la "carga financiera" del IMSS?

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