Los cafeteros llegan invictos a semifinales; la albiceleste sufre dos bajas importantes

Argentina guarda rencor a Colombia desde 1993

AFP

Lima, 19 de julio. Colombia y Argentina se verán las caras el martes en el estadio Nacional de Lima, en una de las semifinales de la Copa América de Perú-2004 que se presenta cargada de expectativas por la fuerte rivalidad que se ha establecido en los pasados 15 años y por un recorrido que muestra a ambas selecciones como serias aspirantes al título.

Colombia es el único seleccionado que ha llegado invicto a las semifinales, con un esquema de juego más aplicado en defensa, pero sin resignar en la ofensiva el futbol técnico que le dio el sello distintivo en la actualidad.

Argentina, en tanto, no variará ante los cafeteros su acostumbrada presión y protagonismo en el ataque, aunque su sistema se repite en ocasiones sin sorpresas y brinda posibilidades al rival para controlar los movimientos, como ocurrió en la inesperada caída ante México 1-0 por la segunda fecha del grupo B.

Pero los albicelestes tendrán dos bajas de peso en su formación para el choque del martes, ya que su capitán, el defensa Roberto Ayala, fue expulsado en cuartos de final ante Perú y sería remplazado por Fabricio Coloccini, mientras el goleador Javier Saviola, autor de tres tantos en la goleada 6-1 ante Ecuador, en la primera fecha, sigue lesionado.

Argentina tiene atragantado desde 1993 un baile de cumbia en la cuna del tango de Buenos Aires, donde Carlos Pibe Valderrama, Faustino Asprilla y sus secuaces propinaron una goleada histórica 5-0 que significó para el futbol cafetero un éxito similar al de la Copa América-2001 en su suelo.

Ningún jugador argentino admitirá que espera una revancha de esa goleada histórica, pero el factor sicológico de igualación de fuerzas ha pesado desde entonces.

Esa afrenta para la rica historia del futbol argentino, en las eliminatorias al Mundial de Estados Unidos-1994, fue el certificado de origen de la rivalidad, que tuvo otro hito en la Copa América de Paraguay-1999, la última vez que se enfrentaron por el certamen regional.

El entonces goleador Martín Palermo llegaba con sus pergaminos por su actuación en Boca Juniors -adonde retornó en días recientes-, pero la pequeña ciudad de Luque, en la periferia de Asunción, fue testigo de un récord de tres penales anotados por el mismo jugador.