Conferencia de León-Portilla en foro de hispanistas

Nuestros países, ''entre pobreza y democracias tambaleantes''

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 19 de julio. En la mayoría de los países de Iberoamérica persisten pobreza y miseria acompañadas de corrupción y de amenazas crecientes de sucumbir, víctimas de un rampante globalización cultural; pero los remedios para recuperar su salud social, económica y política se hallan en su propio ser: su pluralidad les pone al alcance grandes legados de cultura, dijo el historiador Miguel León-Portilla en su conferencia magistral que marcó el comienzo de la versión 15 del Congreso Internacional de Hispanistas.

Al respecto, señaló, les pueden servir como fuente de inspiración las múltiples expresiones culturales de sus poblaciones indígenas, como su hondo sentido comunitario, el respeto y amor por la tierra, su solidaridad familiar, y la creatividad artística en la que se incluyen su antigua y su nueva palabra, es decir la literatura.

''En no pocos de nuestros países -añadió el historiador-, la pobreza, la miseria, y las desigualdades son lacerantes, a ellas acompaña la corrupción, la injusticia, la inseguridad y los crónicos endeudamientos en función de una economía desequilibrada, en regímenes políticos con democracias tambaleantes.

''Triste es reconocerlo, nuestros países, satélites de los poderosos que promueven formas alienantes de globalización cultural, parecen haber perdido el rumbo, dejando a otros dirigir el timón de su destino", expuso el escritor y académico universitario.

Comentó además que la intuición de un mundo en el que la naturaleza y la presencia humana pueden coexistir en armonía, lleva a Don Quijote a proyectar, desde el interior más íntimo de sí mismo, un panorama de felicidad, quimérica tal vez a los ojos de muchos, pero que se presenta como alcanzable.

''Me atreveré a insinuar que si los latinoamericanos, enriquecidos además con la herencia de los pueblos indígenas, hemos tenido inclinación a las utopías y los ensueños, no debemos avergonzarnos de ello."

Soñar en utopías, expresó el autor de Visión de los vencidos, es colocarse más allá de cuanto nos restringe y limita para entrever ideales por los que bien vale la pena luchar.