Abordan al mandatario al salir de una reunión

Frenar a piratas, piden concesionarios de taxis en plantón al jefe de Gobierno

SUSANA GONZALEZ Y BERTHA TERESA RAMIREZ

Casi fue una manifestación de relevos. Los participantes no se conocían, hasta ayer; no trabajan en la misma zona, tampoco pertenecen a organización alguna y sólo algunos están registrados en sitios. Pero el improvisado letrero "Basta de piratas" los hizo detenerse cuando salían de la avenida 20 de noviembre o la calle 5 de Febrero para rodear el Zócalo, donde otros choferes o concesionarios de taxis los invitaban a sumarse a un plantón, con todo y vehículo, frente al antiguo Palacio del Ayuntamiento, en protesta por las ventajas que, dicen, gozan los taxistas tolerados por las autoridades capitalinas, al grado de que "ni siquiera los detienen en los operativos policiacos por los supuestos amparos que tienen".

El número de taxis que fueron estacionados sobre la plancha del Zócalo nunca rebasó el medio centenar. Nunca fueron los mismos porque desde las cinco de la mañana, cuando inició la concentración, a partir de una propuesta de un grupo de menos de 10 taxistas de la Magdalena Contreras, se fueron rotando "porque tenemos que trabajar, pero otros compañeros que pasan, se quedan un rato y así". Paradójicamente, a su lado y separados apenas unos cuantos metros, menos de 30 unidades piratas realizaban un plantón para demandar la regularización de su unidades.

"Mientras a nosotros nos exigen carro nuevo y pagamos más de 10 mil pesos por el seguro, la revista, la verificación, el tarjetón, la tenencia y el taxímetro, ellos (los piratas) pagan sólo 250 pesos por la copia de un seguro que les dan organizaciones como Los Pantera o dan 50 pesos de cuenta a diputados que están metidos en esto y que han provocado que el pirataje se haya extendido", dijeron Ignacio Rodríguez y Oscar Olivares, dos de los manifestantes. Así a lo único que nos van a orillar es sumarnos a la piratería, ya que sale más barato comprar tres carcachas con placas particulares que cumplir todos los requisitos de un taxi", advirtió otro de sus compañeros.

Mientras reclutaban más taxistas a la protesta, vieron salir al jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, del antiguo Palacio del Ayuntamiento por el acceso de 20 de Noviembre, y no dejaron pasar la oportunidad para plantearle directamente sus demandas contra lo que consideran las "arbitrariedades" que se cometen en su contra, principalmente durante los operativos policiacos.

Eran aproximadamente las 14:30 horas cuando los inconformes identificaron al mandatario y al grito de: "nos tiene que escuchar", un nutrido grupo se enfiló hacia la avenida y logró alcanzarlo cuando éste ya había subido a su automóvil. Los taxistas rodearon el Tsuru blanco y pidieron a López Obrador: "¡sólo un minuto!" "¡sólo un minuto!"; cuando la petición se generalizó, el jefe de Gobierno descendió del vehículo, lo cual fue celebrado por los quejosos.

López Obrador les ofreció que los secretarios de Gobierno, Alejandro Encinas, y de Transporte y Vialidad, Francisco Garduño, los atenderían en ese momento, y caminó con ellos hasta el edificio de Gobierno, hasta que Encinas salió a atenderlos y pudo retirarse, no sin pedirles que le tuvieran confianza porque dijo ser "hombre de palabra". Una comisión de ocho personas ingresó al edificio de gobierno y acordaron reunirse nuevamente este día, pero en las oficinas de Setravi