Los programas preventivos se dirigen principalmente a la población masculina

Desigualdades propician que mujeres se encuentren desprotegidas contra el sida

En promedio, las personas del sexo femenino se contagian 5 o 10 años más jóvenes que los varones

ALEJANDRO BRITO ENVIADO

Bangkok, 15 de julio. Miles de delegados que asisten a la 15 Conferencia Internacional de Sida dedicaron la jornada de este jueves a discutir los resultados alcanzados en la prevención de todas las modalidades de transmisión del VIH, que aún se expande sin control por el mundo.

Especialistas de varios países coincidieron en que hay grandes progresos en el entendimiento de los factores biológicos, culturales y sociales que facilitan la expansión de la epidemia, lo mismo que de las tecnologías preventivas desarrolladas para frenarla; sin embargo, y a pesar de ello, la palabra fracaso resonó en varias de las sesiones dedicadas a evaluar el trabajo realizado. "La gran tragedia de esta epidemia es que sabemos cómo detenerla, pero en la mayor parte del mundo estamos fallando", admitió el profesor Dennis Altman, presidente de la Sociedad de Sida de Asia y el Pacífico.

Las estrategias y medicamentos desarrollados o puestos a prueba para inactivar o bloquear el virus en todos los frentes de transmisión fueron analizados en la plenaria de esta mañana. El 87 por ciento de las infecciones a escala mundial ocurren por la vía heterosexual, y allí fue puesto el acento. En particular, el centro de atención fue la población femenina.

Para las mujeres aún no se inventa una tecnología de protección adecuada. El famoso programa ABC (abstinencia, fidelidad y condones, por sus siglán en inglés) no fue pensado para ellas, porque no toma en cuenta las desventajas sociales y las inequidades en las que la gran mayoría de ellas ejercen su vida sexual. Para citar un dato de los muchos que se manejaron, las mujeres jóvenes se infectan a edades más tempranas, de 5 a 10 años antes que los varones. "Para una mujer de cualquier parte del mundo ser joven o estar casada es el más significativo factor de riesgo de adquirir el VIH", expresó el doctor Zeda Rosenberg, quien lleva años abogando por el desarrollo de microbicidas vaginales que permitan a la mujer tomar el control de su salud. Para ejemplificar la importancia de tal medida, el especialista afirmó que el desarrollo de una crema o gel microbicida con 60 por ciento de eficacia para eliminar el virus, permitiría prevenir 2.5 millones de infecciones en 3 años. En la actualidad, informó, hay seis productos en etapa de estudio o en vías de probarse a escala masivo con la participación de 20 mil mujeres en los próximos tres años, pero un microbicida de eficacia probada y seguro no estará disponible antes de 5 o 10 años.

Los condones, la profilaxis antirretroviral, el tratamiento del virus del herpes simple y la circuncisión masculina son otras de las medidas preventivas puestas bajo análisis. La eficacia del uso del condón no se discute, está probado que reduce al menos 80 por ciento el riesgo de infección. Los resultados del programa tailandés "condón al 100 por ciento" lo prueban con creces, pues según presumió Thanom Kittikachorn, primer ministro de Tailandia, con ese programa se ha logrado prevenir 6 millones de infecciones en esa nación.

El problema está en otra parte. Los países pobres necesitan 12 mil millones de condones cada año, pero sólo tienen fondos para distribuir 2 mil 500 millones. La brecha es considerable. La introducción de los potentes tratamientos antisida también tiene efecto preventivo. Al reducir la carga viral, es decir, la cantidad de virus circulante, disminuye al mismo tiempo las posibilidades de transmitirlo. Al menos eso se ha probado en modelos matemáticos y en algunos estudios. Lo mismo puede decirse de la circuncisión. Los estudios demuestran una incidencia menor del VIH en hombres circuncisos de aquellos que no lo están, pero "la evidencia disponible es insuficiente para considerar a la circuncisión como una medida recomendable de salud pública", concluyó la especialista india Quarraisha Abdool Karim, quien proporcionó todos estos datos.

En cuanto al desarrollo de una vacuna preventiva, la única verdadera posibilidad de controlar la epidemia en los países más afectados, nada prometedor puede esperarse en los próximos cinco años. Se trata de "uno de los retos más difíciles que enfrenta la ciencia biomédica", en palabras de José Esparza, de la Fundación Gates, que destina apoyos millonarios al desarrollo de una vacuna. Hasta ahora, 30 candidatos a vacunas se están probando en diferentes fases y desde diferentes perspectivas, pero pocos de ellos han pasado a la fase tres de experimentación con seres humanos a una escala masiva. Una de ellas, VaxGen, falló en proporcionar protección suficiente, y otra está siendo probada entre 16 mil voluntarios en Tailandia.

Para enfrentar el enorme reto de desarrollar una vacuna segura y efectiva contra el VIH, informo el doctor Esparza, las agencias internacionales involucradas en esa tarea han decidido unir esfuerzos y formar la Empresa Global de la Vacuna del VIH.

No sólo se habló de tecnologías y herramientas en materia de prevención. Los factores culturales también se revisaron en diferentes sesiones y presentaciones. El profesor Dennis Altman señaló un aspecto descuidado en esta conferencia: "ignoramos las maneras en que los fundamentalismos de todas las religiones perpetúan las inequidades sexuales y de género que alimentan la epidemia", expresó.

Por su parte, Thoraya Ahmed Obaid, directora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas, se refirió al rol de la extendida violencia hacia las mujeres: "Debemos trabajar en las culturas para desafiar las normas sociales que imponen estatus inferiores a las mujeres y las niñas, y las condenan a la violencia en su contra". La también coordinadora del comité de la recién formada Coalición Global sobre Mujeres y Sida, integrada por varias agencias internacionales para potenciar las investigaciones y las acciones en ese tema, pidió tolerancia cero contra la violencia hacia las mujeres: "Para que la prevención funcione, parar la violencia contra las niñas y las mujeres debe ser una prioridad. Las víctimas de violaciones deberían tener acceso inmediato a los tratamientos para prevenir la infección por VIH. Y los perpetradores deben ser llevados ante la justicia", concluyó.