El proyecto de reforma de la SEP prevé impartirla sólo en tercero de secundaria

Inadecuado, estudiar solamente un año la materia formación cívica y ética: Conde

Se diluiría el tema de la identidad nacional y seguiría habiendo ciudadanos a medias, señala

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

El proyecto de reforma a la educación secundaria considera impartir la materia formación cívica y ética sólo en tercer año (actualmente se estudia en los tres grados), es decir, para estudiantes con edad promedio de 14 a 15 años, y ello ''diluye'' el tema de la identidad nacional.

Silvia Conde, autora de libros de texto y quien coordinó el equipo que hizo los lineamientos para reformar la enseñanza de civismo en primaria, criticó estos cambios y advirtió que pueden provocar que en México siga habiendo ''ciudadanos a medias''.

Externó su preocupación de que los adolescentes en ''riesgo social o en desventaja económica'' sean los más perjudicados, porque para ellos la escuela es el único espacio donde hablan de asuntos como las adicciones, la autoestima y la sexualidad en una etapa de crisis. ''Si los adolescentes no tienen identidad nacional seguiremos teniendo una ciudadanía poco comprometida con el país. No se trata de fomentar el patrioterismo ni el amor a los héroes, sino de formar una ciudadanía activa, que participe en procesos políticos y sociales'', afirmó en entrevista con este diario.

Después de analizar la propuesta de la Secretaría de Educación Pública (SEP), señaló que si bien la materia se enseñará en el mismo número de horas que ahora, algunos contenidos pierden espacio, como es el caso de formación cívico-política, que se aborda en una sola unidad.

Conde, quien ha colaborado con el Instituto Federal de Electoral (IFE) en sus programas de educación cívica y política, y que es asesora de la Organización de Estados Iberoamericanos, consideró que el proyecto -que se encuentra a revisión- requiere modificaciones y que los especialistas participen en la discusión. La investigadora también halló aspectos positivos en la propuesta de la Subsecretaría de Educación Básica y Normal, como evitar repeticiones, tener un enfoque práctico y buscar que los alumnos adquieran competencias. Sin embargo, dijo que no está claro cómo se va a conseguir con maestros sin suficiente formación y con prácticas escolares tradicionalistas.

La materia formación cívica y ética fue la última que se incorporó a la secundaria. En 1999, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, civismo y orientación educativa fueron sustituidas por este enfoque, que en aquel momento fue presentado como una novedad en la educación mexicana.

Conde rechazó ser ''defensora a ultranza'' del plan de estudios actual, pero consideró que las autoridades debieron dar más tiempo a que aterrizara en los salones de clase y preocuparse por fortalecer sus bondades, sobre todo que da la posibilidad de una formación sistemática.

Señaló que uno de los argumentos de la SEP para modificar formación cívica y ética es que promueve los aprendizajes memorísticos y el enciclopedismo; sin embargo, indicó que estos rasgos se repiten en la nueva propuesta. Consideró que las materias formativas no deben impartirse como ''cursos intensivos'', porque ''en estos casos sí importa el tiempo en que los alumnos tarden en procesar valores, competencias y habilidades conforme van madurando. Si estudian estos temas hasta tercero es cuando los adolescentes ya pasaron la crisis y la escuela no se puede dar el lujo de esperar tanto tiempo para atender a los alumnos'', añadió.

Refirió que muchas reformas educativas no han tenido impacto en las escuelas, porque los maestros no están bien formados ni enterados de los cambios y en ocasiones no disponen de libros de texto adecuados. Por eso señaló que las autoridades educativas tienen que ''afinar'' esta reforma y dejar explícitos muchos temas que permitan a los autores de los libros de texto aterrizar mejor la idea que se tiene de lo que debe ser la formación cívica y ética en secundaria.