.. | México D.F. Miércoles 7 de julio de 2004
Riesgoso, aprobar el Acuerdo General
sobre Comercio de Servicios: Carmen García
Experta critica la liberalización de la educación
superior
JOSE GALAN
Es evidente que competir en el mercado global de la educación
superior, cuando la mayoría de los países de América
Latina no ha logrado constituir sistemas nacionales fuertes y competitivos,
es arriesgarse a ejercer el papel de consumidores en un mercado que ha
sido estimado en 30 billones de dólares, con Estados Unidos, Francia,
Alemania y Gran Bretaña en primer lugar, advierte la investigadora
Carmen García Guadilla, directora del Centro de Estudios del Desarrollo
de la Universidad Central de Venezuela.
Sostiene que la educación trasnacional o transfronteriza
constituye "un riesgo", sobre todo si se aprueba el llamado Acuerdo General
sobre Comercio de Servicios (AGCS) de la Organización Mundial del
Comercio. Para la académica, no es posible una justicia global sin
una teoría cognitiva global, lo que implica "pensar una globalización
alternativa con formas de inclusión inteligibles", que tengan como
propósito la democracia a escala global.
En el ensayo "Comercialización de la educación
superior", publicado en el número de abril-junio de la Revista
de Educación Superior, editada por la Asociación Nacional
de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES)
de México, la investigadora considera que en ese nivel educativo
la "forma de suministro" que todavía tiene el mayor porcentaje del
mercado global es "el consumo en el extranjero", o estudiantes que se educan
en otro país, pero otras formas de suministro -especialmente el
trasnacional y el de presencia comercial- están comenzando a tener
gran potencial económico para un crecimiento futuro.
De allí el interés del AGCS -añade-
por eliminar posibles barreras que puedan impedir el libre comercio en
la educación, lo que es visto por los críticos como una orientación
en función de ganancias puramente económicas. En este sentido,
García Guadilla considera que América Latina puede constituir
un mercado "interesante" para los nuevos proveedores, en un escenario con
políticas dirigidas a un mayor acceso a la educación superior,
como sucede actualmente en México, debido a que el promedio regional
de la tasa de matrícula de educación superior es baja en
comparación con los países avanzados.
Además, algunos de los países de la región
con sistemas nacionales de educación superior fuertes en términos
de posgrado e investigación en el sector público -México
y Brasil, por ejemplo-, a la vez tienen tasas de matrícula de educación
superior bajas comparadas con el promedio regional, y "excesivamente" bajas
en comparación con el promedio de los países desarrollados.
La posición que critica el crecimiento de la comercialización,
y sobre todo el AGCS, plantea como preocupaciones la dificultad en el aseguramiento
de calidad de la oferta foránea; la posibilidad de que se ensanche
la brecha entre productores y consumidores, reforzando la capacidad de
producir de los países desarrollados, incluso importando cerebros
de los países consumidores, y la propensión hacia un contenido
homogéneo de la oferta, lo que no es deseable en los casos que corresponden
a carreras más allá de las estrictamente instrumentales.
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