Debuta este jueves en el Teatro de la Ciudad con El elíxir de amor

Nace Opera de México para abrir espacios ''a cantantes ávidos de fuentes trabajo''

ANGEL VARGAS

Como respuesta al actual panorama adverso para la cultura y el arte en el país, nace una nueva compañía de ópera de sello independiente.

Se trata de Opera de México, que tiene como dos de sus pilares satisfacer ''la elevada demanda educativa y cultural", así como ''abrir espacios a las expectativas de los cantantes y los músicos ávidos de fuentes de trabajo y formación".

Fundada por el cantante Sergio Meneses, esta agrupación se presentará de manera formal mañana con El elíxir de amor, de Gaetano Donizetti, en el Teatro de la Ciudad (Donceles 38, Centro Histórico), a las 20:30 horas. Habrá otra función el 11 de julio, a las 18 horas.

''Cualquier otro país -explica Meneses- cuenta, por lo menos, con dos compañías de ópera; entonces, por qué nosotros habríamos de seguir siendo la excepción, cuando en el mundo existen cerca de 50 cantantes nacionales que ponen en alto el nombre de México y aquí son totalmente desconocidos.

''La carrera de cantante es muy cara y no todos tienen oportunidad de costearse su salida del país. Había que hacer algo y eso me motivó a tratar de crear una infraestructura para que muchos de nuestros artistas que se quedan tengan la oportunidad de subir al escenario, en lugar de irse, además de traer maestros para la formación de esos cantantes."

Opera de México cuenta con escasos recursos económicos, los cuales provienen de la aportación de sus fundadores, algunos de los artistas participantes y unos cuantos de la iniciativa privada.

De allí que la directora escénica, la ex cantante Ernestina Garfias, manifieste: ''Me siento orgullosa que de la nada saquemos una función como la El elíxir de amor.

''La del arte no es una carrera de cobardes, sino de valor sin igual."

Entonces, agrega, ''no tengo temor alguno de que me critiquen por no hacer algo fastuoso. Sin embargo, la apuesta es más profunda y valiosa: centrarnos en el arte, es decir, en la actuación de los cantantes y la belleza de la música".

Retirada del canto hace 25 años y luego de hacer su debut como directora escénica en el Palacio de Bellas Artes en 1991, con la ópera Carmen, Garfias explica que su propuesta cumple con los cánones. Considera que la ópera cotidiana ''está llena de jaladas", debido a que los directores escénicos se obstinan en innovar un arte que, en su opinión, no requiere de ello.

''¿Por qué esa necedad de querer 'corregir' obras maestras que ya están situadas y cuajadas?", enfatiza. ''El público nuevo está acostumbrándose a lo chabacano, a las supuestas novedades, y eso va en contra de la propia pátina y el prestigio de una antigüedad que no necesita, entre comillas, que la ayuden a sobresalir."

Opera de México no tiene un elenco de planta, sino que recurrirá a los cantantes mexicanos profesionales conforme a las tesituras y naturaleza de voces que la obra en turno requiera.

Su propósito inicial es montar un par de títulos al año, itinerarlos e invitar a cantantes, coros y orquestas locales.

Para El elixir de amor se contará con un reparto integrado por Irasema Terrazas, Leonardo Villeda, Héctor López, Gabriela Thierry y el propio Meneses, al lado de los cuales alternarán el Coro del Conservatorio Nacional y la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez, dirigida por su titular, Juan Carlos Lomónaco.