Critica bajeza y falta de escrúpulos de sus adversarios

Amenazan mis enemigos la estabilidad: López Obrador

El PRD pasará la charola para la defensa del gobernante

ANGEL BOLAÑOS, BERTHA RAMIREZ Y LAURA GOMEZ

El jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Andrés Manuel López Obrador, advirtió que a sus adversarios políticos "no les importa hacer el ridículo ni, lo que es más grave, poner en riesgo la estabilidad del país" para lograr su propósito de "parar a como dé lugar el proyecto que muchos mexicanos estamos impulsando con miras al 2006".

Al rendir su informe trimestral de labores, el gobernante expresó su convicción de sacar adelante un proyecto alternativo porque en el país tiene que darse un cambio verdadero, "México y su pueblo merecen un mejor destino".

Prolongado fue el aplauso que la concurrencia, de pie, rindió al gobernante luego de que éste se dirigió una vez más a sus adversarios políticos para pedir que le ganen "en las urnas".

Antes de continuar la lectura de su discurso, una vez que los invitados volvían a tomar asiento, López Obrador agregó: "No estamos pidiendo nada fuera de lo normal en una democracia; lo que estamos pidiendo es que sea el pueblo el que decida, que nos ganen en las urnas, que no nos descalifiquen, que no nos quiten nuestros derechos políticos".

Luego de destacar los avances del gobierno de la ciudad en temas como desarrollo social, seguridad pública y finanzas, López Obrador entró al tema de los ataques en su contra: el Paraje San Juan, su coordinador de logística, los videoescándalos y El Encino, "caso por el cual me quieren desaforar, inhabilitar y meter a la cárcel, por haber intentado abrir una calle de acceso a un hospital y haber violado, supuestamente, el auto de suspensión provisional" de un amparo.

"Los adversarios -a los que no les puso nombre, pero que ha señalado operan desde el gobierno federal- están desesperados y han venido actuando con bajeza y sin escrúpulos morales ni políticos."

Se trata, agregó, de una reacción exacerbada que no obedece sólo a las diferencias personales, de grupo, de partido o de gobierno, sino que en el fondo responde al "miedo que provoca el que podamos tender la mano a los olvidados y cambiar la política de siempre, en la que todos los intereses cuentan, menos el del pueblo".

Con esto, dijo, se avivaron el debate y la confrontación entre dos proyectos históricos de nación, lo que se explicó por el hecho de que dichos ataques se intensificaron cuando los programas sociales de su administración, como los apoyos a personas adultas mayores, a madres solteras, de vivienda popular y de medicinas gratuitas a personas que carecen de seguridad social, entre otros, tienen los mejores niveles de apoyo y respaldo de la gente.

Y aclaró: "Estoy convencido de que independientemente del candidato lo fundamental es el proyecto. De modo que sea quien sea el que se comprometa a sacarlo adelante, contará con mi apoyo, porque tengo la firme convicción de que en México debe darse un cambio verdadero".

La respuesta de partidarios de López Obrador a este último planteamiento no se hizo esperar. "Difícilmente podríamos pensar en sustituirlo", expresaron integrantes del consejo nacional, quienes sentenciaron que si los adversarios de López Obrador llegan hasta las últimas consecuencias en el proceso de desafuero, el PRD no puede tener candidato. "No podemos ir a una elección en la que a la mala nos quitaron al abanderado, y eso no quiere decir que no iríamos a las elecciones (sic); regresaríamos a una situación como la de 1988, nada más que en una circunstancia en la que el partido tiene poder y presencia."

Por otra parte, confirmaron que en el PRD se discute una propuesta para crear un fondo económico de resistencia para financiar una eventual defensa jurídica de López Obrador ante la demanda de desafuero. Con dicha propuesta se esperaría que diputados, regidores y funcionarios por lo menos aporten un mes de su salario en tres pagos. Esa propuesta se discutirá mañana en el Comité Ejecutivo Nacional y el fin de semana en el consejo.

El dirigente del PRD en la capital, Agustín Guerrero, dijo que si se llegara a desaforar al jefe de Gobierno, no habría legitimidad para participar electoralmente por la Presidencia de la República.