Jornada Semanal, domingo 4 de julio  de 2004           núm. 487

MARCELA SÁNCHEZ
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LA CEBRA DANZA GAYEn 1996, José Rivera (San Luis Potosí,1969) fundó la compañía de danza contemporánea La Cebra, cuyo trabajo se ha caracterizado por estar permeado de la temática homosexual. Este año celebraron su octavo aniversario con la coreografía Yo no soy Pancho Villa ni me gusta el futbol… que se ha convertido en una de sus obras emblemáticas. Reestrenada en el teatro Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, esta pieza coreográfica parece inspirada en el espectáculo de cabaret francés o del music hall inglés, sobre todo por la forma en que está estructurada: una serie de escenas que se eslabonan para desplegar un recorrido por la vida homosexual. Los integrantes de la compañía enseñan una técnica corporal de primer nivel y un riguroso desempeño. Desde sus inicios, La Cebra aparece como un grupo artístico que se impuso el compromiso de denunciar la homofobia, la censura y la represión.

Este trabajo contiene buenas dosis de ironía y de humor corrosivo contra las posturas machistas y homofóbicas, las cuales, paradójicamente, suelen rondar el filo de la homosexualidad que tanto repudian. La obra exalta sin cortapisas la complejidad de la cultura gay: el reventón, el table, los travestis, la pasión, la prostitución, la soledad, el rechazo y el sida. El primer número, titulado "Los village people de la Roma", presenta una suerte de pasarela por la que transitan diversos personajes sólo para introducirnos al provocativo erotismo de este universo. "El soldado y el marinero", "In the navy" y "El marinero y el futbolista", abordan la inquietante y paradójica convivencia del homosexual y el macho.

"In the navy" es una escena cargada de humor. La pieza nos remite al imaginario mexicano pero también a la poesía, en especial al poema "Nocturno de los Ángeles" en el que su autor, Xavier Villaurrutia, habla de su admiración por los marineros, quienes aquí aparecen como ángeles que descienden de barcos de humo para mezclarse con los mortales. "Estoy atrapado y lo celebro" es un solo ejecutado por el propio Rivera que contiene la dualidad inherente a la condición humana: el deambular entre lo masculino y lo femenino. "Gnosslenne núm. 4" y "Un stripper para Guillermo" son piezas de amor y desamor, de soledad y melancolía. Mientras que "El compadre Villa" es un fragmento cómico, a manera de sketch, en el que José Rivera demuestra sus dotes como actor cómico. En "Ahogándome en el vapor", el público avezado puede rememorar los muy concurridos baños públicos de la calle de República de Ecuador 10, en el centro de Garibaldi, el sketch culmina con un cubetazo de agua sobre el cuerpo de los intérpretes y la consecuente carcajada de los espectadores.

La formación artística de José Rivera se consolidó en Ballet Independiente, bajo la dirección de Raúl Flores Canelo. Fue becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. En 1993 recibió una beca del inba que lo llevó a estudiar en la escuela de Alvin Ailey y en la escuela del American Ballet, ambas en la ciudad de Nueva York. En 1994 ganó el Concurso de Proyectos de Obra Coreográfica del inba, y ese mismo año se hizo acreedor al premio a la mejor coreografía del xv Festival Internacional de Danza de San Luis Potosí.

En el 2002, la compañía La Cebra Danza Gay fue invitada a la Bienal de Lyon. El anuncio que presentaba al grupo ante el público europeo exaltaba lo siguiente: "Adrenalina y velocidad. En el país de Pancho Villa, del futbol y de los machos ha nacido la única compañía de danza gay del mundo." La Cebra Danza Gay causó conmoción en Francia, donde la danza moderna adoptó por un largo lapso la abstracción, así como una mirada esteticista y aséptica, en respuesta a la visión crítica y violenta del expresionismo alemán representado por Pina Bausch. Algunas de las piezas que en aquella ocasión presentó La Cebra, fueron: "Brooklyn I’m feeling Blue"; "El soldado y el marinero"; "Danza del mal amor o mejor me voy". Sus intérpretes son bailarines de primera línea: Manuel Stephens, Gerardo Nolasco, Marcos Santana, Adolfo Flores, Francisco Ponce, Eduardo Peláez, Chiristian Rodríguez, Emilio Martínez, Wilquer Valenciaga, Edgar Robles, Oscar Lugo y Alejandro Medina. Sus actores son: Alexis Maas o Israel Martínez.

Con su trabajo, José Rivera muestra el universo gay de manera directa, llana, sin sublimaciones. Sin duda La Cebra ha requerido de valentía, coraje y fuerza para manifestar sus denuncias. No obstante, en ocasiones Rivera ha corrido el riesgo de volverse demasiado discursivo o de caer en un sectarismo extremo. Su trabajo no lo necesita.