Granaderos impidieron confrontación

Compareció Flores entre gritos de opositores y afines

SUSANA GONZALEZ G.

El jefe delegacional de Gustavo A. Madero, Octavio Flores Millán, acudió ayer -después de tres citatorios judiciales- al juzgado 11 penal, en el Reclusorio Norte, para declarar como testigo en el juicio que se sigue al empresario Carlos Ahumada Kurtz y seis personas más por el fraude de más de 31 millones de pesos a la demarcación.

Sin embargo, no llegó sólo, ya que decenas de seguidores y opositores se apostaron alrededor del edificio de juzgados del fuero común -algunos lograron ingresar-, donde el funcionario llegó alrededor de las 9:30 de la mañana, aunque la audiencia a la que fue citado, por petición del Ministerio Público, comenzó dos horas después, cuando todos los acusados estuvieron tras la rejilla de prácticas.

Ayer también declaró Alejandro Villagordoa Reza, ex director general de administración de la GAM, quien presentó la denuncia por el fraude, mientras el fiscal de Procesos Norte, Roberto Ibinarriaga, anunció que para el 12 de julio está citado Arturo Herrera, secretario de Finanzas del gobierno capitalino.

A partir de lo que ya había declarado ante la PGJDF, a Flores Millán se le insistió en que explicara por qué había contratado a Luis Salazar y Martha Delgado en el área de finanzas de la GAM, vinculados a Carlos Ahumada y ahora fugitivos, así como sus propios nexos con el empresario argentino, las pláticas "de índole político", según admitió, que sostuvo con él por teléfono y los apoyos que le ofreció para su campaña.

No fueron pocas las veces que el delegado optó por responder "no me acuerdo" y "no sé", pero aclaró que aunque conoció a Ahumada y éste le hizo algunos ofrecimientos, nunca se concretaron, y que si contrató a los ex funcionarios fugitivos, no fue por recomendación de Ahumada, sino por su currículum y experiencia en finanzas.

Afuera, mientras tanto, llegaron dos camiones de granaderos que hicieron una valla para evitar que los dos bandos de manifestantes se confrontaran entre sí, pero fuera de los gritos en favor y en contra del político no hubo incidentes y la tensión se disipó después de mediodía, con la retirada de los opositores a Flores Millán.

Funcionarios, trabajadores de base, vendedores ambulantes y vecinos de la GAM, muchos de los cuales llegaron en vehículos de dicha demarcación, acapararon los escalones de la entrada principal y los prados frontales del edificio de juzgados antes de las 10 de la mañana, mientras que colonos y ex empleados de la misma demarcación que insisten en la renuncia de Flores Millán se colocaron minutos después en la parte posterior del inmueble y, al hacerlo, quedaron más cerca del juzgado 11.

Por lo menos durante las dos primeras horas que duró la audiencia, las consignas, gritos e insultos contra Flores Millán, como "meteremos a ese güey al reclusorio" y "Octavio y Ahumada se van a la chingada" -representados por un ratón gigante y un presidiario con uniforme a rayas y un grillete en el pie-, se escucharon más fuertes que las preguntas del juez Carlos Morales García, sus secretarios o los representantes del Ministerio Público.