"Quienes se oponen a la presa tienen piojez mental"
Alberto Cárdenas
secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales
En el estado de Jalisco, a orillas de la ciudad de Guadalajara,
el gobierno estatal pretende construir la presa llamada Arcediano. Ahí
se ubica un puente colgante con el mismo nombre que data del siglo XIX
el cual tendría que ser reubicado pieza por pieza, con un costo
económico muy elevado. Este puente fue construido en junio de 1894,
supuestamente el primer puente en México y el segundo puente colgante
más antiguo del continente americano.
Será
la obra más costosa del gobierno estatal (6 mil 700 millones de
pesos) en la llamada barranca Oblatos-Huentitán, y se pretende iniciar
su funcionamiento a partir de 2007. El Congreso local aprobó ya
el crédito para su construcción. Con el fin de disminuir
el endeudamiento la Comisión Nacional del Agua (CNA) pretende aportar
el 50 por ciento para obras de saneamiento y el 30 por ciento para la infraestructura.
La presa se construirá en la conjunción de los ríos
Verde y Santiago. La razón principal para su construcción
es que la ciudad de Guadalajara se está quedando sin agua y es necesario
abastecerla. Cabe indicar que algunas fuentes señalan que las fugas
de agua en la red de distribución en Guadalajara desperdicia hasta
un 43 por ciento de ella. Al respecto, la Comisión Mundial de Represas
(CMR) en su informe final del año 2000 donde evaluó el desempeño
de las grandes represas en el mundo, señaló que "la distribución
de abastecimiento de agua también es injusta; los pobres en ciudades
utilizan fuentes poco confiables y de escasa calidad y pagan cantidades
excesivas a vendedores de agua. Las demandas urbanas reciben a menudo trato
prioritario por encima de las rurales".
La presa Arcediano tendrá un embalse que inundará 803 hectáreas; una cortina de 520 metros de longitud y una altura de 140; un vertedor de cresta libre de 250 metros de longitud y con una capacidad de almacenamiento de 404 millones de metros cúbicos de agua. Para la construcción de la presa, un poblado de 170 habitantes ha sido desplazado en medio de muchas presiones por parte del gobierno y los intereses creados en torno a la construcción de la represa. Y es que el proyecto representa un jugoso negocio para las empresas de la construcción y otros sectores económicos ya que se planean áreas de esparcimiento, restaurantes, deportes acuáticos de lujo, etcétera. Con razón, la CMR señaló que "una vez que el proyecto propuesto de represa superaba las pruebas preliminares de factibilidad técnica y económica y atraía intereses políticos, el impulso que adquiría el proyecto con frecuencia prevalecía por encima de otras consideraciones".
La construcción de esta presa representa muchas dificultades y problemas por las cuales ha sido muy criticada desde muchos puntos de vista. Desde el punto de vista de la calidad de agua se menciona que se almacenaría para consumo humano. Sin embargo, en los ríos se vierten desechos de más de 300 industrias además de las aguas negras de la ciudad y otros estados. Muchos estudios y análisis existen al respecto. "El Centro de Investigación y Asistencia Tecnológica y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ) confirma la presencia de metales pesados en el Río Santiago. Según el estudio elaborado entre 1990 y 2000, en el río fueron encontrados, entre otros, zinc, plomo y mercurio, este último en cantidades sumamente tóxicas. Por si fuera poco, tesis elaboradas para la Universidad de Guadalajara, encontraron además en el río Santiago en el año 2002, arsénico y plaguicidas como DDT y lindano, ambos supuestamente prohibidos por su toxicidad".
Por otro lado, para el investigador Gallardo Valdez, en los sedimentos del río se encuentran metales pesados como cadmio, arsénico, cobre, cromo, níquel, mercurio, plomo y zinc. Estos metales son neurotóxicos que alteran el sistema nervioso central; otros son bioacumulables que con el tiempo generan la degradación de órganos como el hígado, el páncreas y el riñón. Por su parte, para Alfredo Menchaca de la organización Amigos de la Barranca, el proyecto de la presa Arcediano es costoso "e inútil" ya que no existen tecnologías capaces de eliminar los metales pesados que contiene el río Santiago.
Sin embargo, el gobierno afirma que se puede limpiar el río de metales y demás tóxicos en cuatro años, lo que parece imposible. Para Elsa Stettner, una de las investigadoras más activas contra este proyecto, la represa del Arcediano constituye un ecocidio de grandes dimensiones. Al respecto, la CMR llegó a la conclusión de que "han contribuido al deficiente desempeño económico, social y ambiental de muchas grandes represas los marcos reguladores débiles y la falta de sanciones a nivel nacional, en particular para evaluación de opciones y requisitos sociales y ambientales, y el no hacer cumplir las regulaciones existentes" (CMR, p.198). Más adelante, confirma que "con frecuencia se ven las evaluaciones de impacto ambiental sólo como un obstáculo que hay que superar para conseguir que se les dé luz verde y se apruebe el proyecto". (CMR, p. 242)
Desde el punto de vista del impacto económico que se argumenta contra la presa, es que el proyecto se pretende construir mediante préstamos de fuentes indefinidas, pero cuyo endeudamiento público de casi 7 mil millones de pesos a pagar en 25 años. Implicaría también el aumento de costos de los servicios básicos, principalmente del servicio del agua. Esto toma relevancia en el marco del proceso de privatización de las redes de distribución del agua de las grandes ciudades que el presidente Vicente Fox ha firmado con el Banco Mundial, y que conlleva la privatización de las fuentes de agua (pozos, ríos, afluentes, presas y mantos freáticos). Sobre esto, la CMR concluye que "el Banco Mundial comenzó a financiar grandes represas en los años 50, dedicando en promedio más de mil millones de dólares anuales [...]; para el periodo de 1970 a 1985, esta cantidad se había elevado a 2 mil millones anuales". (CMR, p. 177)
Uno de los impulsores del proyecto de la presa Arcediano es el actual secretario de gobierno, Héctor Pérez Plazola, quien decretó en 1997 a la barranca como área natural protegida. Ésta es otra dificultad desde el punto de vista ecológico ya que se argumenta que, además de que la barranca tiene una función de oxigenación para una ciudad con mucha presencia industrial, en ella habitan un sinnúmero de especies como lechuzas, jaguarundis, armadillos, serpientes, ocelotes y flora endémica que están en peligro de extinción.
Otro funcionario y empresario interesado en el proyecto es el actual director de la Comisión de Agua y Saneamiento, Enrique Dau Flores, a quien se le acusa de responsabilidad en las terribles explosiones ocurridas en la ciudad de Guadalajara el 22 de abril de 1992. Cuando era alcalde de Guadalajara, e inmediatamente después de la terrible explosión del alcantarillado en una colonia de la ciudad, envió las máquinas de su empresa constructora para remover escombro mientras ahí yacían los heridos. Curiosamente, el gobierno de la entidad tardó en lograr el aval de los ayuntamientos que conforman el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y el municipio de Tonalá) para que la Comisión Estatal de Agua sea responsable de la obra.
Pese a la batalla de diversos sectores de la sociedad civil, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó el proyecto de la represa Arcediano a finales de octubre de 2003. El acto de entrega del dictamen fue encabezado por el titular de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat. Se especifican 25 condiciones que deben ser cumplidas en el lapso de cuatro años.
A finales de enero de 2004, el gobierno del estado por fin aportó 49 millones de pesos por las 67 hectáreas ejidales que se verán afectadas por el embalse para pagar a los ejidatarios. El gobierno ya posee las tierras por lo que podrá iniciar las obras ya que las familias que quedaban desistieron del amparo 1575/003 que obtuvieron para evitar ser desalojadas sin haber recibido el pago correspondiente. Se calcula que hasta el momento son cerca de 100 millones de pesos los que se han pagado por indemnizaciones de las casas del poblado de Arcediano y las casi 370 hectáreas que han comprado a los ejidos de los alrededores. Así, en abril de 2004 se pretendía dar inicio a la construcción de la presa Arcediano. Enrique Dau Flores anunció: "En cuanto concluyamos los estudios, iniciaremos los trabajos que serán, como lo hemos mencionado, túneles de desvío del río, ataguías para dejar en seco el sitio donde se construirá la cortina y caminos de acceso". Todavía no comienzan.
Otra presa más: San Nicolás
Hay otra amenaza de presa en Jalisco: la San Nicolás, cuyo embalse tendría la capacidad de almacenar 700 millones de metros cúbicos (el doble de Arcediano) para abastecer desde Jalisco a la ciudad de León, en Guanajuato. Los estudios se han concluido y la Comisión Nacional del Agua considera que existen los requerimiento técnicos para la construcción de la cortina. Así, mientras se daba el visto bueno para la construcción de Arcediano, en el mismo mes de octubre de 2003 se reunían para analizar el proyecto San Nicolás en Guadalajara los funcionarios de la CNA, del gobierno de Guanajuato, del gobierno de Jalisco y algunos presidentes municipales de los municipios que resultarían afectados. Cerca se construye la presa hidroeléctrica El Cajón, en Nayarit, que tendrá una inversión de 800 millones de dólares. Será la segunda presa más grande del país y se pretende terminar en seis años.
En los casos de las presas Arcediano y San Nicolás, desacuerdos políticos entre diversas instancias oficiales han impedido el inicio de las obras, mientras crece la oposición ciudadana. Hasta el propio cardenal Juan Sandoval la cuestiona.