La Jornada Semanal,   domingo 27 de junio  del 2004        núm. 486
con-textos
Víctor Manuel Mendiola

El despropósito 
de la ausencia crítica

El Sr. Eduardo Hurtado, defensor–quién sabe de qué causa–, comenzó mal su alegato sobre mi texto publicado en la revista Nexos de mayo. 

No me parece mal que el Premio Ramón López Velarde lo haya recibido un forastero (palabra que, espero, no provocará escalofríos ni suspicacias). Al contrario, creo que la distinción la merecen con toda justicia tres excelentes poetas que se nacionalizaron mexicanos: Ramón Xirau, Ulalume González de León y Gerardo Deniz. No hay xenofobia. Lo que dije fue que, si el jurado que ha elegido la mayor parte de los autores laureados con este premio –antes sólo recibido por mexicanos– comenzó a condecorar a poetas extranjeros, debería tomar en cuenta los que ya mencioné y a otros. Por otra parte, el predominio del punto de vista de un grupo no es necesariamente un hecho negativo, aunque sí delicado.

Afirmar que yo velo mis ideas es un error. Están bien claras. El prejuicio y el espíritu de secta las torcieron. A ver si ahora sí me entiende. Repito: el "éxito" actual de Gelman sólo se explica por la desaparición de poetas fundamentales y por un cambio de orientación tanto estética como política en la poesía actual. Yo no formulé un juicio de valor. La calificación –evidentemente baja– vino de otro o de otros. Tal vez estoy equivocado y no hay cambio, pero decirlo no es un denuesto; es una invitación a discutir temas que me parecen pertinentes. El premio otorgado debería hacernos pensar por qué la poesía se ha encerrado en ella misma (tendencia de la que no escapa una parte de la poesía de Gelman) y por qué hay cada día menos lectores de este género. ¿Acaso tendrán alguna responsabilidad los propios poetas? En este proceso de desgaste, ¿que papel jugó la poesía de compromiso del siglo pasado o la presencia del lenguaje de partido en el lenguaje lírico? Estas preguntas no pretenden negar la posibilidad de una poesía con tema histórico y social. Sería un error sostener una negación de esa naturaleza. La poesía con estos temas la practicaron Pound y Neruda, y muchos más. Lo lamentable es que el defensor leyó selectivamente mi nota en Nexos. En su ofuscamiento, olvidó lo que dije de Neruda en ese mismo texto. Muy diligente en un caso, mas no en el otro. Qué bien.

Como advierto que el Sr. Hurtado no se dio cuenta que, tiempo atrás, ya había yo hecho los mismos reparos a Gelman, le recuerdo que en mi libro Breves ensayos largos (Ediciones Juan Pablos/ unam, México, 2001) escribí: "Los tiempos cambian. Hace más o menos diez años hubiera sido impensable que un poeta como Juan Gelman (Buenos Aires, 1930) con una trayectoria política de militancia en los montoneros y un pensamiento de izquierda –visible en su obra–, hubiese podido ganar una de las preseas literarias más importante de México, el premio Juan Rulfo." En ese ensayo también dije: "Aunque en su obra podamos encontrar textos con temas sociales e invocaciones políticas, sus mejores composiciones son aquellas donde no hay lucha de clases sino el reconocimiento del otro, pobre de un modo, rico de otro." 

Mi punto de vista sobre Gelman siempre ha sido, como se ve, "contradictorio", "ambiguo"; siempre he visto en la poesía del autor argentino un lado dudoso y otro apreciable. ¿Es esto una proclama ideológica? No. Es un punto de vista crítico, que sólo a alguien que no hace crítica, sino elogios y defensas en nombre del sentimiento, puede ver insidioso. La escritura y la amistad mal entendidas. El atento Hurtado no releyó ni buscó. Sería bueno que se informara antes de escribir. ¿Por qué ahora sí le disgustan mis opiniones y antes no? ¿Qué cambio sufrió en estos años para que se lance a realizar tan "apasionado" alegato? ¿Hace cuatro años Gelman no era su autor favorito y su amigo? ¿Hoy sí? Si no cree que hay un tajo, le recuerdo estos versos memorables de Gelman: 

en la Habana levantada por la marea dulce de la revolución 
debajo del amor estabas, 
en cada rostro de miliciano y miliciana mirando el mar amigo y enemigo
estabas...
Seguramente estos versos son un ejemplo "del drama que alcanza miles de personas en el mundo".