El ex vocero presidencial, implicado en el Pemexgate, continúa prófugo

Convalidan orden de captura contra Almada

ALFREDO MENDEZ ORTIZ

Un tribunal federal convalidó la orden de aprehensión que una juez de distrito en materia penal dictó el pasado 17 de marzo contra Carlos Almada López, ex vocero presidencial, quien es el que mayor perfil público tiene de los priístas involucrados en el asunto conocido como Pemexgate.

Según fuentes judiciales, en su resolución del pasado 21 de junio, el décimo tribunal colegiado en materia penal, al resolver la inconformidad 110/2004, consideró infundado el recurso -pese a que la defensa del quejoso alegó irregularidades en la orden de captura, que tenían como argumento jurídico una presunta violación a un amparo "para efectos" que el mismo órgano jurisdiccional le concedió al priísta el pasado 27 de febrero-, y con ello dejó abierta la posibilidad de que Almada sea aprehendido por la Procuraduría General de la República (PGR).

La única oportunidad que tiene el indiciado para evitar la cárcel es obtener un nuevo amparo -ya presentó, por medio de sus abogados, la demanda de garantías ante el juzgado primero B de distrito-, pero debido a que el delito de peculado electoral que la PGR le imputa es considerado grave, tendrá que esperar "escondido" a que se resuelva la protección "de fondo" solicitada.

Como se recordará, el juzgado decimotercero libró por primera vez en 2002 la orden de aprehensión contra Almada, con base en el testimonio de Alonso Veraza, ex trabajador del PRI que supuestamente fue obligado por la cúpula de ese partido a recoger parte de los 500 millones de pesos que llegaron al tricolor durante la campaña de Francisco Labastida, canalizados por el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana luego de recibir préstamos de Pemex.

No obstante, el décimo tribunal colegiado consideró en su resolución del 27 de febrero que la declaración de Veraza no era suficiente para sustentar la acusación de que Almada -de quien se desconoce su paradero desde octubre de 2002- participó en el desvío de recursos públicos, y por ello le concedió un amparo "para efectos" al ex vocero presidencial.

De esta forma, la juez libró una segunda orden de aprehensión contra el personaje, el pasado 17 de marzo, pero en lugar de tomar como testigo de cargo a Veraza, utilizó la declaración de Andrés Heredia Jiménez, otro ex trabajador del PRI, cuyo jefe directo fue Almada en 2000.

Este declarante, en que se sustenta ahora el cargo penal contra el ex vocero, en ningún momento mencionó el nombre completo del indiciado.