La película mexicana se estrenó ayer en la capital

Gabriel Orozco, ejemplo para aprender a perderle el miedo al fracaso: Martín

JORGE CABALLERO

Este fin de semana se estrenó Gabriel Orozco, proyecto fílmico documental, ganador del Ariel de Plata por mejor ópera prima y de los Mayahuel por mejor película, dirección y sonido en la Muestra de Cine de Guadalajara 2003; la importancia de este largometraje, de acuerdo con su director Juan Carlos Martín, es "que muestra una mirada distinta. Como dice Gabriel Orozco 'hay muchos edificios que se hacen con millones de dólares y después viene una casa que cambia la historia de la arquitectura', Gabriel está construyendo casas que están cambiando la historia. En el cine también se aplica, hay películas que valen millones de dólares y de repente ves una película chiquita, japonesa o mexicana, que te cambia la mirada''.

Esta película, que también ganó el premio Iberoamericano del Festival Internacional de Cine de Miami en 2003 y el de mejor documental en el Festival Internacional de Cortometraje y Documental de Guanajuato, es un retrato de los artistas mexicanos del mundo del arte internacional contemporáneo, Gabriel Orozco y del propio Juan Carlos Martín. Es una reflexión sobre la identidad de una persona como Orozco, inmersa en un mundo donde se adora la tecnología y el consumismo, nos muestra un mundo lleno de arte desde los monólogos hasta la exposición de la basura reciclada.

En este panorama, Gabriel Orozco expone una modesta invitación a contemplar esta realidad visitando algunos estados de México y grandes ciudades del mundo, escuchar conversaciones y admirar el arte mexicano desde una perspectiva documentada más rica, ambiciosa y determinante de los años recientes.

Martín continúa: "La película nunca fue un motivo de tristeza, porque arrancó como algo tan personal y con poca forma, todo lo que le ha sucedido ha sido un premio, el hecho de hacerla con una cámara y cuatro personas, que ahora se esté estrenando, que la gente pueda verla es también una alegría. Lo que aprendí con esta cinta fue que tenía un ritmo propio y que si no se acababa en un año, pues quizá en cuatro; si no se estrenaba en el momento, pues se estrenaba en dos años, y si no se estrenaba en 400 salas pues en cuatro, siempre entendí que tenía su ritmo propio''.

Martín dice que, después de ver Gabriel Orozco, la gente sale con la sensación de haber visto algo distinto. ''El público ha sido muy generoso con los comentarios. La crítica ha sido muy elogiosa, la han catalogado como un salto de diez años en la cinematografía mexicana''.

La mirada de la niñez

El cinerrealizador explic por qué Gabriel Orozco: "Porque lo conozco desde niño, siempre he pensado que cuando haces una película tiene que ver mucho la mirada de la niñez y siempre me llamó la atención Gabriel, hubo un momento, hace como 10 años, en que quise hacer un documental que se llamaba Más cerca de lo que aparentas, que nunca acabé. Luego fui a Londres y mi hermana había hecho una tesis sobre Gabriel Orozco y como siempre me ha interesado el arte y viajar, Gabriel Orozco combinaba las dos cosas: la posibilidad del arte conceptual y viajar; al mismo tiempo sentía que Gabriel venía de un lugar parecido al de donde vengo yo; a la hora de retratarlo a él me retrataba a mi".

-¿Te exorciza?

-Sí, porque nunca acabé la escuela de cine y fue una puñalada que traía clavada en la espalda; en realidad la película fue descubrirme como cineasta, aprender a tenerme confianza y descubrir mi mirada, además de aplicar las cosas que había aprendido en todos estos años; por otro lado, no sé si fue un exorcismo de mi niñez, porque no son recuerdos malos, pero me aclara los temas que vienen de muy lejos''.

Finalmente, Martín explica por qué el público debe ver su cinta: "Porque habla sobre el proceso creativo y en la vida todos estamos batallando con esto, desde alguien que hace tortillas hasta el que construye puentes; la vida es un proceso creativo. La película surgió por eso, porque tenía muchas dudas, es una mirada al proceso creativo, una mirada a alguien que confía en sí mismo, y que al hacerlo le da una confianza espectacular frente a los demás: la idea de un mexicano mirando cosas sencillas sin pretender ser alguien más, es un ejemplo para aprender a perderle el miedo al fracaso; es una cinta que te contagia para que saques los proyectos que tienes guardados y los vuelvas a retomar. Es también un viaje, siento que la gente al ver la película reproduce el viaje que hice, que me abrió una manera distinta de ver el mundo, entonces si la gente la ve tal vez encuentre una nueva puerta''.