EN EL CHOPO

Javier Hernández Chelico

Sin motivo aparente, Black Sabbath

Toquín para Catana
¿Otro tianguis roquero?

EL SABADO PASADO dio inicio en el Tianguis Cultural del Chopo una serie de actividades dedicadas a Black Sabbath. ¿El motivo?, ninguno, nomás celebrar la existencia de la banda progenitora del metal oscuro. Este fin de semana se repite, en la galería Juantxo Sillero, la exhibición de casi un centenar de portadas de discos elepés de la agrupación comandada por Tommy Iommi. Las fundas provienen de la colección de Rogelio Matamoros; por su parte, Cultura Visual vuelve a presentar una selección de fotografías de las visitas de Sabbath a México: hay imágenes de la rueda de prensa que el grupo inglés ofreció después de su fallido concierto en León, Guanajuato, anunciado para el 28 de octubre de 1989 (este mismo toquín fue trasladado a San Luis Potosí, en donde también las autoridades mochas lo cancelaron. ¡Chale, qué fresas!). También hay postales de su actuación, años después, en el Palacio de Los Deportes. Las tomas pertenecen a Enrique Rivera, al mismo Matamoros y a un servidor. Para no quedarse atrás, Radio Chopo anuncia para hoy un tributo a los creadores de Paranoico, en el que estarán cuatro agrupaciones: Sangre de Luna, Rexillium, Evelin y Funeral; como invitados estará Panty Raid, banda de San Pancho, California. Hay que llegar temprano, la tocada inicia a las 11.

Nena: haz patria, ama a un chilango

POR RUMBOS CERCANOS al Chopo, más exactamente en el Multiforo Alicia, se organizó la semana pasada un toquín para despedir a Rafael Catana. El compositor jarocho anda ya por Europa, visitará las ciudades alemanas de Dresden, Plauen, Görlitz y Taucha en una gira llamada Mexikanisches Sommerfest, Nagualia 2004. El concierto lo abrió el morelense Christos, joven trovadorroquero; después, subió Catana, primero en solitario y posteriormente acompañado por Daniel Rivadeneyra en la guitarra y David Chávez en las percusiones (también ellos, andan por Europa). El mismo Catana anunció esa noche a Jaime López, cuya presencia fue ruidosamente celebrada por la concurrencia; el personal presente coreó rolas como Fama fatal, La 1a. Calle de la Soledad, Sácalo. De repente, López dejó la guitarra y se echó, a ritmo de rap/capella, Hechízame, Chilanga banda, El malafacha. Cuando retomó su guitarra, invitó a subir al escenario a Maru Enríquez. Ella cantó -con su cachondisimo color vocal- Castillos de arena y un par de rolas más; en un ¿acto espontáneo? se subieron todos los participantes del recital para cantar Desde mi moto. Otro momento chido fue cuando la brosa nostra aplaudió con fervor patrio el grito ''Nena: haz patria, ama a un chilango''. Con este grito, la mayoría recordamos al gandalla gobernador tapatio que sufre una rara especie de xenofobia. Al terminar la última rola se veía a un Catana feliz por la despedida de lujo, y a Jaime López sudoroso, pero contento por el trato tan especial que le dio el público en su debut en el Alicia.

PARA APLACAR LA adrenalina, nos fuimos a casa a escuchar el disco Santa Sabina, 15 años de éxitos, e inmediatamente entramos a otra dinámica, igual de intensa, pero más intimista: nos imaginamos a Rita, con sus ondulatorios movimientos, cantándonos al oído temas como Labios mojados, Estando aquí no estoy, Babel, Azul casi morado o Nos queremos morir. Mientras la voz nos envolvía, la música producida por Poncho, Patricio, Pablo y Jacobo -alineación original- nos conducían a un placentero estado onírico. El cidí ya está rolando en el Tianguis del Chopo. A propósito: un grupo de personas está en plena promoción de un espacio similar al Chopo, es decir, un lugar de exposición y venta de artículos relacionados con el rock, y en donde toquen bandas en vivo. Todo está bien, sólo cabe cuestionar lo siguiente: si a la delegación le interesa ofrecer a los chavos ofertas culturales como las del Chopo por distintos rumbos de su demarcación, ¿por qué no recurre a gente con experiencia en estos menesteres? Igual y les sale mejor el númerito ¿no?