Siete disidentes han sido excarcelados en dos semanas

El gobierno de Cuba libera a otros dos opositores

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 18 de junio. Carmelo Díaz Fernández y Orlando Fundora Alvarez, dos opositores del grupo de 75 detenidos y sentenciados en juicios sumarios el año pasado, fueron liberados hoy, debido a su delicado estado de salud.

Díaz, de 67 años de edad, y Fundora, de 49, recibieron el beneficio de la licencia extrapenal, "debido a que presentaban severas cardiopatías y otras dolencias que hacían temer por sus vidas", manifestó Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.

Con la liberación de Díaz y Fundora suman siete opositores excarcelados en dos semanas. Un octavo ex preso político, Julio Antonio Valdés Guevara, goza también de licencia extrapenal, pero está recluido en el Instituto de Nefrología de La Habana, con una grave afección renal.

Díaz, Fundora, Valdés Guevara y Miguel Valdés Tamayo, quien salió de prisión la semana pasada, son cuatro de los encarcelados en marzo de 2003 que han sido liberados con licencia extrapenal por su estado de salud.

Sus condenas por delitos contra la seguridad del Estado eran de 20 años para Valdés Guevara, 18 para Fundora, 16 para Díaz y 15 para Valdés Tamayo. Los otros cuatro liberados la semana pasada, Leonardo Bruzón, Carlos Alberto Domínguez, Emilio Leyva y Lázaro Miguel Rodríguez estaban presos, sin juicio, desde el 22 de febrero de 2002. Los ocho opositores eran considerados prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional.

En su casa del casco antiguo de la capital, Carmelo Díaz dijo a La Jornada que estuvo internado en el hospital Nacional de Reclusos del Combinado del Este (prisión de La Habana) desde el pasado 21 de febrero.

Díaz padece hipertensión arterial, úlcera duodenal y artrosis, y deberá ser intervenido a corto plazo para aliviar una rigidez muscular en la mano izquierda.

Contador de profesión y antiguo empleado de la Empresa Provincial de Acopio (distribución de alimentos), se unió en 1992 a un grupo disidente, "al ver cómo empeoraba la situación del país y por la necesidad de buscar una alternativa".

El veterano activista, quien camina lentamente y parece fatigado, dijo que en 1996 centró su actividad opositora en la creación de grupos sindicales independientes de la central única oficial y empezó a difundir boletines informativos sobre ese medio. Díaz estuvo preso en la cárcel de Guanajay, en la vecina provincia de La Habana, hasta diciembre de 2003, cuando fue hospitalizado por primera ocasión.

Sánchez expresó que recibía las liberaciones de hoy como "una buena noticia que, lamentablemente, no es indicativa de que el gobierno de Cuba está dispuesto a liberar a las varias veintenas de prisioneros de conciencia que mantiene en su enorme sistema carcelario".

Aseveró que otros activistas presos tienen una salud precaria, incompatible con el régimen carcelario, como Roberto de Miranda, Oscar Espinosa Chepe, Julio César Gálvez, Marcelo López, Omar Pernet, Marta Beatriz Roque y Guido Sigler Amaya.