El cuadro xeneize se impuso 5-4 al River Plate en tanda de penales

Boca Juniors, a la final de la Libertadores

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Buenos Aires, 17 de junio. En un partido "de infarto" que se definió 5-4 en penales, tras un empate a dos goles en el marcador global, Boca Juniors eliminó a domicilio al River Plate y pasó a la final de la Copa Libertadores de América 2004.

En el juego de ida Boca venció 1-0 al River, que con la ventaja de tener el de vuelta en casa consiguió un dramático 2-1 sobre el cierre, cuando los pupilos de Carlos Bianchi ya se veían en la final.

Los 66 mil aficionados reunidos en el estadio Antonio Vespucio Liberti, que habían despertado con el 2-1, salieron abatidos ante el triunfo del acérrimo rival, que tendrá la oportunidad de revalidar el título del torneo, esta vez ante el equipo colombiano Once Caldas.

Nuevamente una de las grandes figuras del Boca en este duelo entre equipos argentinos fue el arquero Roberto Abbondanzieri, quien atajó el quinto tiro penal del River, que le tocó patear al goleador Maximiliano López.

En un partido que mantuvo en vilo a la afición del país, dividida entre sus dos más grandes e idolatrados equipos, River se puso adelante en el marcador a los cinco minutos del segundo tiempo, cuando Lucho González hizo el primer gol.

Con el 0-1 encima y un jugador expulsado, los boquenses se dedicaron a defenderse y fue casi hasta el final del partido, a los 88 minutos, que Carlos Tévez anotó el del empate, quien enseguida también fue echado del juego porque festejó su anotación con "gestos indebidos", a consideración del árbitro local Héctor Baldassi, por lo cual los visitantes se quedaron con dos jugadores menos.

Cuatro minutos más tarde River Plate también sufrió la expulsión de Rubens Sambueza.

Con ese tanto Boca acarició el triunfo, porque llegó a la cancha del rival con el 1-0 logrado como local en el partido de ida.

Poco le duró el gusto a los xeneizes, porque a los 49 minutos de la parte complementaria, en tiempo de descuento, Cristian Nasuti anotó el segundo gol de los locales y con ello se fijó la definición en los penales.

Sin embargo, en la tanda de penales Boca Juniors volvió a demostrar la experiencia y calidad que le permite ostentar actualmente el cetro de la Libertadores y de la Copa Intercontinental, y uno a uno fue emparejando el marcador con sus históricos rivales.

La atajada de Abbondanzieri puso en vilo las 66 mil voces de simpatizantes de River que colmaron el también conocido como estadio Monumental, al cual, por acuerdo de las autoridades del futbol argentino, no acudieron simpatizantes de Boca para evitar posibles enfrentamientos.