ANA PAYÁN
A Nala De
Tapia Lecanda Payán, por su
El resplandor de una sonrisa acompaña
al universo de Octavio Paz, constelación de pensamiento, de búsqueda
de la verdad, de encuentro con los valores y creencias de nuestra civilización.
Trayectoria vital, política, intelectual. Correspondencias que nos
acometen sin tregua: el cultivo fraterno de la inteligencia y la reflexión.
Conversación, entrevistas y diálogo, testimonio de la creación
poética y la reflexión filosófica de un espíritu
libre, generoso; que entre el pensamiento y el conocimiento, esparce por
cuanto tema humano y social la recuperación del instante, recuperación
del ser.
libertad, su fraternidad y su amistad. Desatar al prisionero, y al decir no al monstruo, decir sí al sol de este instante, la libertad es -y no terminaste: sonreíste... Cada hombre es único
y cada hombre es
Este tomo posee un valor autobiográfico. Pasaje de acontecer, conciencia crítica. Soledad y comunión. Nos convoca a reencontrarnos con la celebración de la amistad, el valor de los afectos, la rebeldía, el pensamiento crítico, el ser intelectual, el ser artista, el escribir, el amor; a esclarecer el camino de la conciliación con uno mismo y por lo tanto con los otros encuentro y cercanía con la cultura oriental, especialmente con el budismo aprender a conservar y a cultivar, a ver claro y a ser; a preservar la intensidad de la vida donde la pluralidad se concilia en unidad y lo particular es universal. Tradiciones, civilizaciones e historias distintas dialogan entre sí, nos salen al encuentro a través del hábitat humanista y espiritual de Octavio Paz. Conformación de su pensamiento crítico, acercamiento que nos reconoce en lo esencial hacia una revelación del ser humano por una experiencia más rica, más profunda, acerca de una filosofía para la libertad, una libertad que no existe sin fraternidad e igualdad y viceversa. Paz analiza temas que van desde la historia de nuestros pueblos, la revolución, el progreso, los regímenes autoritarios, si el capitalismo se humaniza, el Estado, las instituciones, la condición de la izquierda latinoamericana, los dogmas, las dictaduras totalitarias, las ideologías, las religiones, la soledad, el silencio, la plenitud, la vacuidad, el gozo, la tristeza, el erotismo, el arte de la traducción, la ciencia, la poesía, la literatura, la soledad, el silencio, la plenitud, el gozo, la tristeza. La relación entre ética, arte y política, entendida en su sentido más amplio, donde se unen la moral y la cultura; el liberalismo y el socialismo, entre muchos otros. Transitando por Shakespeare, Valéry, Pound, Vallejo, Nägärjuna, Eliot, Genet, Nietzsche, Ananda, Woolf, Beauvoir, Rilke, Basho, Lucrecio, Heidegger, por citar unos cuantos en la dedicación de este memorable itinerario. El progreso ha poblado la historia de las maravillas y los monstruos de la técnica pero ha deshabitado la vida de los hombres. Nos ha dado más cosas, no más ser.Así, transitando hacia lo que está del otro lado, estos diálogos evocan al entrañable Perseguidor cazador de ser de Julio Cortázar. Convergencia de realidad e imaginación. Busca y nos asiste a la condición humana actual: el envilecimiento de los espíritus, la esclavitud de las burocracias ideológicas, la condición servil y tiránica de una multitud que pulula dormida, aliadas con asuntos tan graves como lo son justificar la traición y la deslealtad, o la condena al ser humano que disiente, en nombre sólo de almas ciegas. La uniformidad y el individualismo excesivo, ambas, el reverso de algo que brilla. Distintas tiranías, distintas mutilaciones, la erosión de la sensibilidad, la degeneración del pensamiento, la corrupción de la imaginación; cuyas suertes de degradación moral e intelectual son tareas urgentes y preocupaciones que para el poeta requieren por igual de la ciencia y la imaginación, la honestidad y la sensibilidad, para un instante inmenso, tremenda rebeldía, nos convida a una alborada donde el universo es uno mismo. Vuelta a la armonía, reivindicación de la esencia, la felicidad humana. Para mí la vida no es una prisión. la sensibilidad como la razón, es parte esencial de la naturaleza humana. [...] la universalidad de la razón es el fundamento de la validez, aceptando sus ocasionales desvaríos, de la opinión de la mayoría. [...] ¿Pero qué sucederá cuando la mayoría comience a no tener opiniones? Esto es lo que empieza a ocurrir.
Es destacable también su reconocimiento a la cultura oriental, a la filosofía de Nägärjuna,la paradoja de una negación total de la vida, de un escepticismo radical, de un verdadero nihilismo que, extrañamente, permite reconciliarse con la vida. Nos invita a imaginar, a crear mundos nuevos, a salir de la inerte permanencia en la vida, porque ser libre es aprender a convivir, a amar; es el sol, son las estrellas, los verdaderos amigos, la sabiduría. Nos iniciamos, con este transcurrir de
páginas de sello socrático, a soñar que la vida puede
ser intensa todavía y a lo que, en la ciudad antigua de Platón,
es una celebración de la existencia
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