México D.F. Domingo 6 de junio de 2004
Conmemoran la efeméride testigos del
descubrimiento, del cual presentan video
Se cumple una década del hallazgo de la Reina
Roja en Palenque
Buscan producir documental amplio del acontecimiento
ARTURO JIMENEZ Y JAVIER MOLINA ENVIADOS
Palenque, Chis., 5 de junio. Hace una década
nació un enigma: la Reina Roja de Palenque. Así se le llama
a los restos óseos de una mujer cubiertos por cinabrio y encontrados
en el templo XIII de esa zona arqueológica maya la noche del primero
de junio de 1994.
Entre los protagonistas figuran los arqueólogos
Fanny López, encargada de la excavación, y Arnoldo González,
director desde 1989 del Proyecto Arqueológico de Palenque, junto
con su equipo de trabajo. Y entre los testigos privilegiados: la reportera
Adriana Malvido y el director de La Jornada en ese momento, Carlos
Payán, además del videodocumentalista Epigmenio Ibarra.
Todos ellos -a excepción de Ibarra-, además
del antropólogo forense Arturo Romano, quien aún sigue varias
pistas para saber más del personaje enigmático, recordaron
el jueves la efeméride y presentaron un breve video.
Pero
ya se formalizan pláticas con autoridades del Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH), afirman en entrevista Malvido
y Payán, para producir una edición amplia de ese video sobre
el acontecimiento.
Sería, aseguran durante un receso de los trabajos
de la quinta Mesa Redonda de Palenque, primer videodocumento en el mundo
acerca del momento preciso en que se realiza un hallazgo arqueológico.
Se trata del descubrimiento más importante en este
lugar luego de que el arqueólogo Alberto Ruz hallara, hace medio
siglo, la tumba del gobernante Pakal en las profundidades del enorme Templo
de las Inscripciones.
Son 10 años de gozo, pero también de misterio
porque, aunque casi podría asegurarse que la Reina Roja tiene alguna
relación con Pakal, pues estaba sepultada a unos metros de él,
casi nada se sabe de ella.
Podría ser Zack Kuk, madre del gobernante; Apohel,
su esposa, o Kanal-Ikal. Fanny López dice que quizás es la
Señora Telaraña y el epigrafista Yuri Knorosov, que Guacamaya
Blanca.
Y es que ni la lápida sin inscripciones, ni los
objetos como un incensario o las cuentas de jade ahí ofrendados,
ni el niño de 12 años y la mujer sacrificados como "acompañantes"
ofrecen datos para conocer su identidad. Sin embargo, el hallazgo mismo
es valor aparte, como lo refleja el poema que escribió Payán
en junio de 1994 junto al reportaje de Malvido:
"Una noche, en Palenque,/ un grupo de arqueólogos
empezó a jalar un hilo/ de esa trama celeste que es el mundo maya./
En la urdimbre de los sueños,/ mientras una extraña luz,/
aún al alba, vigilaba,/ la tapa del sarcófago se fue deslizando/
hasta dejar ver el manto de cinabrio que cubría el esqueleto,/ las
piedras talladas,/ las descomunales orejeras,/ la diadema de jades en la
frente devastada,/ las conchas horadadas/ sobre los ojos de una máscara/
desvanecida por el tiempo/ y la sangre coagulada del cinabrio.// ¡Oh
el cinabrio!/ ¡Salve tú, Reina!/ ¡Gran profanada!"
Revive la Acrópolis Sur
ARTURO JIMENEZ Y JAVIER MOLINA ENVIADOS
Palenque, Chis., 5 de junio. Poco a poco, mediante
tiempo, paciencia y trabajo, desde 2002 el área llamada Acrópolis
Sur, ubicada en un cerro en la zona arqueológica de Palenque, comienza
a recuperar algo de su antiguo esplendor.
Hace dos semanas comenzó la tercera temporada de
campo, en la que se continuaron los trabajos de excavación en el
templo XXI, pues los de "consolidación" o recuperación de
parte de su forma original casi han terminado, con todo y dos réplicas
de las alfardas con bajorrelieves colocadas en la escalinata.
Y también continuaron en el edificio vecino, el
templo XXII, el cual es liberado y consolidado, pero también experimenta
excavaciones mediante pozos a su alrededor para ubicar sus pisos, escalinatas
o etapas constructivas de épocas anteriores.
Mientras en el templo XXI se observa más claramente
una función religiosa, en el templo XXII comienzan a liberarse varios
cuartos que hablan de un uso habitacional o administrativo.
Durante un recorrido guiado por los arqueólogos
Miguel Angel Vázquez del Mercado y Arnoldo González, director
del Proyecto Arqueológico Palenque, se observaron dos pozos al pie
del templo XXI que muestran unas escalinatas que forman parte de una posible
plaza principal de la acrópolis, ubicada en una zona empinada.
El templo XXI, donde hace dos años se encontró
un gran tablero de piedra caliza que registra una ceremonia realizada en
el año 736 y en el que aparecen dos deidades y tres gobernantes,
entre ellos el legendario ajaw Pakal II, podría ser abierto al público
en 2005.
El hallazgo fue relevante debido a que confirmó
datos sobre la reorganización del poder, el "último esplendor"
de esa antigua urbe maya luego de un "periodo oscuro" de 10 años
y amplió la lista de dignatarios palencanos (La Jornada,
12 de octubre de 2002).
Los otros gobernantes son Ahkal Mo' Nahb' III, en ese
momento el sagrado señor de Palenque en funciones, quien mandó
labrar el tablero y durante cuyo gobierno (721-736 dC) se construyeron
los templos XXI y XXII, y su hijo Chaak Pakal K'inich o U Pakal K'inich,
quien años después sucedió en el trono al primero.
Entre la selva, a medio cerro, con los trabajos en los
dos templos de la Acrópolis Sur, se hace crecer de nuevo a la antigua
ciudad de Palenque, de cuyos casi dos kilómetros cuadrados apenas
se observa 15 por ciento.
Pronto, quizá en esta misma temporada de campo
que apenas comienza y terminará en septiembre, podrá verse
también la blancura de las piedras del templo XXII, de sus arcos
y desniveles y de los pequeños templos que antes lo coronaban. Y
podrá conocerse un poco más del reinado de Ahkal Mo' Nahb'
III y del universo maya de Palenque.
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