México D.F. Domingo 6 de junio de 2004
Philipp Gerber resalta el éxito de la
cooperativa de café orgánico Mut Vitz
Agricultores zapatistas, ejemplo de resistencia, señala
investigador suizo
Es "una sociedad solidaria de comercialización"
que posibilita un precio justo al grano
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Cristobal de Las Casas, Chis., 5 de junio. La
autonomía zapatista, en su lucha por ser posible en el mundo real
-en el espacio de las comunidades, en primer lugar, y de ahí a escala
nacional-, se nutre de su propia movilización social, de su propia
historia. "Preguntando caminamos", dice una expresión de los zapatistas.
Así se titula la investigación de Philipp Gerber, de la Universidad
de Zurich, Suiza, "sobre las familias zapatistas tzotziles en resistencia
por el camino de la autonomía de hecho", mediante el ejemplo de
la cooperativa de café orgánico Mut Vitz, en el municipio
San Juan de la Libertad.
Gerber afirma que los municipios en resistencia constituyen
un poder "que los gobiernos estatal y federal no pueden ignorar". Por lo
mismo, "las bases civiles, y con ellas las estructuras autónomas,
han quedado bajo la mira de la contrainsurgencia". Menciona la matanza
de Acteal, perpetrada después de que la población de Chenalhó
se había organizado en estructuras autónomas. En 1998 fueron
desalojados varios municipios, entre ellos San Juan de la Libertad, "y
muchos de los responsables de la administración autónoma
fueron detenidos".
El
investigador suizo deja clara su intención académica, más
que ideológica, y alega que su estudio busca "las motivaciones de
esta tenaz resistencia que los órganos del gobierno hasta la fecha
no han podido domar ni con el látigo ni con la zanahoria".
El café, cabe recordar, es clave en la economía
indígena en los Altos y la selva de Chiapas, y las fluctuaciones
en ocasiones criminales de los precios internacionales acompañan
desde sus orígenes a la rebelión zapatista. Mut Vitz opera
en el norte de la región tzotzil, en San Juan de la Libertad (El
Bosque) y Simojovel. Otra cooperativa cafetalera de la región es
Nueva Luz del Cielo. Ambas, como los demás colectivos rebeldes,
se coordinan con la junta de buen gobierno (JBG) de Oventic.
Gerber encuentra que desde hace algún tiempo, por
convicción política (y no étnica), la cooperativa
ha dejado de emplear personas externas como asesores. Se trata de un antecedente
del proceso que culminó con la creación de los caracoles
y la JBG. Reclamando su "derecho a construir su propia modernidad", el
zapatismo "no persigue separatismo alguno, el Estado nacional mexicano
no tiene por qué temer por su soberanía. Ni fue jamás
parte del programa un 'etnicismo' retrógrada. En las declaraciones
del EZLN no hay argumentaciones milenaristas o esencialistas". Esto último,
en referencia a las mitificaciones "ahistóricas" que caracterizaron
y aún caracterizan a muchos movimientos indígenas del continente.
Los rebeldes "quieren ser una parte reconocida, y se aferran
simultáneamente al derecho a la igualdad, es decir no discriminación;
al derecho a la diferencia, es decir respeto a su cultura". San Juan de
la Libertad fue uno de los primeros municipios autónomos que se
consolidaron. Por entonces comenzó la paramilitarización
"a sembrar terror", y las familias zapatistas fueron expulsadas por la
violencia de Los Plátanos (desde entonces bastión de una
banda paramilitar-delincuencial).
El 10 de junio de 1998, el Ejército federal y la
policía atacaron el municipio. En Unión Progreso fueron ejecutados
cinco zapatistas y la comunidad casi destruida. Otros tres indígenas
murieron en Chavajeval. Las estructuras autónomas de El Bosque fueron
"desmanteladas". En aquel, a la postre fallido, desmantelamiento, destacó
el papel de Adolfo Orive, a la sazón asesor de la Secretaría
de Gobernación, muchos años después de haber sido
asesor de los indígenas de El Bosque y haber estado cerca de la
fundación de Unión Progreso.
"Como en el caso de la cooperativa de Majomut (en Chenalhó),
la lógica de estas operaciones de pacificación estatal parecía
estar en la destrucción de los proyectos autónomos, para
dejar sin sustento económico a la resistencia, pero luego de las
agresiones contra el municipio autónomo surgió, como un ave
Fénix, una cooperativa nueva y autónoma: Mut Vitz".
El estudioso de Zurich encuentra que después de
las "traiciones de los kaxlanes" (como el profeta del maoísmo-salinismo,
Adolfo Orive, o el ex activista que devino en funcionario chiapaneco más
asociado a la masacre de Acteal, Jorge Enrique Hernández Aguilar),
"en los municipos autónomos se desarrollaron proyectos que, con
independencia del Estado y de las agencias de ayuda al desarrollo, debían
mantenerse en sus propios pies". Las bases de apoyo zapatistas establecieron,
pues, "una sociedad solidaria de comercialización" que posibilitara
un precio justo a su producto.
En 1998, la cooperativa ya tenía unos 750 socios.
El nombre lo tomaron del 'cerro del Pájaro' (Mut Vitz), parte de
la tradición sagrada de los ancianos, y hoy un símbolo de
la resistencia justa. Los campesinos se vincularon con compradores internacionales.
A partir de 1999, las exportaciones fueron subiendo año con año;
el grano, de primera calidad y de agricultura biológica, se vendió
a 1.41 dólares por libra, con "un éxito que no parece tener
parangón en el ámbito del comercio justo".
Mut Vitz es para los campesinos "la expresión práctica
de su identidad rebelde". Philipp Gerber resalta el discurso sobre la producción
orgánica, "que ocupa un lugar central como delimitación frente
a los campesinos leales al gobierno". La cohesión y solidez que
une a los cooperativistas "se muestra en la cotidianidad". No sólo
se defienden juntos contra la privatización de los ejidos y se resisten
a los controles del Ejército federal, "también se adiestran
en el cultivo biológico y logran exportar directamente su café".
La estructura legal de la cooperativa cafetalera representa
para las bases del EZLN "una red de solidaridad intracomunitaria y regional
que, si bien está pensada primordialmente para la exportación
directa de su producción, ha alcanzado una gran significación
para la cohesión de las familias y la consolidación de la
autonomía".
El investigador confiesa: "uno de los resultados sorprendentes
de mi trabajo de campo fue descubrir que la conciencia de sí mismos
como productores biológicos constituye un factor central para los
miembros de Mut Vitz". Ante el derrumbe de los precios del café,
y las corrupciones y 'programas' gubernamentales, este tipo de agricultura
se vuelve viable para los que no reciben fertilizantes, y abre una "alternativa
económica", algo que los gobiernos mexicanos no han ofrecido con
los ajustes neoliberales, cuyas manifestaciones extremas son apenas "suavizadas"
con 'pronasoles', 'procampos' y 'oportunidades'. Este círculo de
sometimiento se rompe con los "nichos de precio justo" que operan internacionalmente.
"Mut Vitz es una cooperativa en la que sólo está
organizada la base de apoyo zapatista. Las autoridades de los municipios
autónomos y la JBG desempeñan la función de consejeros
cuando llega a haber problemas que rebasan la gestión ordinaria
de la cooperativa" y es hoy una "expresión orgánica" de la
resistencia. El historiador Andrés Aubry dijo a Gerber en una entrevista
que los zapatistas "dentro de la guerra están construyendo la paz.
Agroecología, educación y salud, eso no es guerra. Y esperan
algo de la comercialización".
Para el autor de Preguntando caminamos, "el carácter
experimental de esta autonomía" y su apertura permiten "corregir
decisiones equivocadas". Las nuevas estructuras regionales de la autonomía
zapatista "buscan una nivelación dentro del movimiento, un equilibrio
entre el estímulo de cada campesino por un ingreso extraordinario
y una repartición solidaria, y una fuerza propia en la comercialización
de los productos de las comunidades en resistencia".
A pesar de las dificultades y deficiencias de esta experiencia
autonóma, Gerber le otorga una "justificada esperanza", alentado
por el optimismo de los indígenas que, como el joven Mariano, ven
que "un comprador más es dar un paso adelante. Vamos avanzando,
la gente se siente alegre".
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