MARCELA SÁNCHEZ

EN TORNO A JOSÉ LIMÓN

La figura legendaria del bailarín y coreógrafo méxiconorteamericano José Limón, quien nació en Culiacán, Sinaloa hace noventa y seis años, continúa vigente en el medio de la danza moderna norteamericana, en buena medida gracias a la contribución del Instituto Limón de Nueva York, de la Fundación José Limón, la Compañía de Danza José Limón y de los coreógrafos que surgieron de sus filas en las últimas décadas. En México, desde 1998 se dio impulso al proyecto Residencias de repertorio contemporáneo/Limón cuyo objetivo primordial es difundir en México la técnica Humphrey-Limón, a instancias de la asociación civil Gala Arte, fundada por la bailarina y coreógrafa mexicana Evelia Kochen y el bailarín y coreógrafo Alan Danielson, director de la compañía neoyorquina Dance by Alan Danielson. En años anteriores han participado en el proyecto Karen Mullen, Raphael Boumailla, Steuart Gold, Sean Sullivan, Bambi Anderson, Nina Wallon y Danica Holloviak, y este año contó con el apoyo de las bailarinas Geraldine Cardiel y Roxane D’Orleans. El consejo consultivo está conformado por Guillermo Arriaga, Evelia Beristain, Marcela Madariaga y José Luis Martínez. A lo largo de estos años se han llevado a cabo cinco programas, con la participación de las siguientes instituciones: el Fideicomiso para la Cultura México/usa (Fundación Rockefeller), el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, la Fundación Cultural Bancomer, el Instituto Mexicano de Cultura en Nueva York, el Limón Institute, Juan Pablo Editores, la embajada de los Estados Unidos de América, Fomento Cultural Banamex y el Centro Cultural Los Talleres, ac.

La técnica Humphrey-Limón constituye una de las aportaciones fundamentales de la danza moderna. Antes, Ruth St. Denis y Ted Shawn, habían fundado la escuela y la compañía Denishawn, en la que se formaron los pioneros de la danza moderna norteamericana: Doris Humphrey, José Limón, Martha Graham y Ana Sokolow, así como otras figuras que continuaron su desarrollo, como Merce Cunningham, Paul Taylor y Alwin Nikolais. Tras un trabajo de estrecha colaboración, Doris Humphrey y José Limón lograron sistematizar su propia técnica, apoyados en un extenso trabajo de experimentación del movimiento corporal. Para Doris Humphrey, la danza y la vida comparten la ley primordial del equilibrio, que resulta del acto de caer y recobrarse (fall and recovery) de la tensión y distensión que existe en toda acción dinámica. La postura reflexiva adoptada por la Humphrey y por Limón para establecer los elementos prácticos y teóricos de su técnica fue fundamental. Ambos buscaron en el movimiento del cuerpo el sentido profundo de la danza moderna como un reflejo de la condición humana; ambos abordaron los temas de la miseria, la muerte y la tragedia como elementos complejos y contradictorios de nuestro ser.

El arte coreográfico se ha apoyado en la creación de formas de expresión corporales para comunicar determinado sentir. En el ballet clásico, la utilización de las zapatillas de punta, el dominio del espacio a través de los grandes brincos y de los múltiples giros, fueron el motor esencial para provocar en el espectador la sensación de ligereza que requerían sus personajes etéreos, tan caros para expresar el amor idealizado y trágico del romanticismo. En contraposición, la danza moderna se volcó sobre el movimiento corporal concreto, terrenal, cotidiano. Para ello, desnudó los pies y el cuerpo, se adueñó por completo del mundo real (de la tierra a los espacios abiertos) en su tentativa de expresar la compleja condición humana.

A lo largo del mes de mayo de este año, se ha llevado a cabo el programa de Residencias de repertorio contemporáneo/Limón 2004, cuyo objetivo es formar maestros y bailarines en esta importante técnica moderna. Se ha propuesto extender el proyecto hacia otros estados de la República Mexicana. De esta manera, Gala Arte, ac. junto a las instituciones arriba mencionadas, sumó a este esfuerzo el apoyo de la Red de Festivales del Noroeste, el Fondo Regional del Noroeste, la Dirección General de Vinculación Cultural de CONACULTA y el Centro Nacional de las Artes. Con este esfuerzo conjunto se consiguió beneficiar a bailarines profesionales y estudiantes del Distrito Federal, Mexicali, Hermosillo, La Paz y Tijuana.

El programa consiste, en el caso del Distrito Federal, en cursos intensivos de seis horas diarias durante tres semanas. El proyecto tiene contemplado ofrecer de cinco a diez becas a los bailarines seleccionados. La compañía Dance by Alan Danielson ofreció una función y tres clases magistrales en cada sede del circuito del Noroeste. También se llevaron a cabo funciones el 1 y 2 de mayo en el teatro Raúl Flores Canelo. Al finalizar los cursos, el 21,22 y 23 de mayo se ofrecieron funciones en el Foro Experimental del Centro Nacional de las Artes, para dar a conocer el resultado del trabajo coreográfico, en el que se aplicaron los principios de la técnica Humphrey-Limón. Asimismo, se llevó a cabo la reposición de la obra de repertorio Salmos, de José Limón.