![]() PINTAR EL CIELO DE ROJO
Escribir una novela es siempre proponer un mundo alternativo, paralelo, que se sostenga por la viveza de sus personajes,que en la elección de las palabras para contar sucesos, reflexiones y emociones logre la temperatura para que un mundo nos habite, que como decía Ortega y Gasset ese mundo nos arranque de nuestra propia circuns- tancia. Cartografía de animales celestes primera novela de Enrique Rentería, tiene ese poder de seducción y arrebato; mientras la leemos y después de ello, hemos añadido a nuestras geografías imaginarias nuevos territorios, espacios y personajes: Ora- lia-Alicia y su cabeza rapada, la incisión en el ombligo, es o son nuestras; Mallory y su Chevrolet azul nos rondan las calles gabachas de la memoria; el gato Esfinge y la azotea dibujada de humedad nos resultan familiares; el trailer que habita Mallory; Tampico, San Antonio, San Marcos, Oklahoma, San Luis Missouri, Chicago, nos pertenecen como las búsquedas cómplices y complicadas en las que se embarcan por distintos motivos pero hermanados por un mismo desamparo Oralia, primero, y luego Mallory.
El tiempo de Oralia y el del emperador Ou Li se contrapuntean:el tiem- po tirano de Oralia, siete años de ausencia,una búsqueda desesperada sostenida por unos cuantos pesos. Oralia desenredando el tiempo con la foto de su hermana para borrar la distancia,la cruda condena de las semejanzas y las diferencias. En cambio Ou Li, el emperador todopoderoso, quiere someter al tiempo.Sangra vientres de bueyes heridos con flechas para teñir la mañana de rojo atardecer, quiere repetir un día con imposible precisión figurándose que aún no ha transcurrido, quiere inventar la noche al día con el vuelo tumultuoso de los cuervos. Ou Li quiere ser inmortal. Ou Li quiere vencer al tiempo, Oralia y Mallory quieren curarse del tiempo. Para ello son precisos la búsqueda y el encuentro consigo mismos. Cartografía de animales celestes está poblada de imágenes, condición que seguramente abreva del oficio cinematográfico de Rentería: un oso disecado en el lobby de un hotel, una jirafa sonriente pintada en un trailer de circo, un búfalo tras una reja en una calleja, un leopardo muerto en su encierro en el zoológico. Por eso el violín que escucha Oralia se mueve como pez en luz ámbar y el sax es jaguar herido. La novela se tropieza con estos encuentros insólitos de la fauna silvestre fuera de lugar y logra una atmósfera de exilios cómplices. Cartografía de animales celestes novela donde la búsqueda es el pivote, el exilio la condición, el puerto al que hay que llegar la identidad. Por ello Nansipu,antes Mallory, dice a Oralia: "Tú no viajas, viajan tus deseos, y ésos siempre son más fuertes que tú." Novela que se escucha con el desgarre del blues, con la música que acompaña a Oralia y que canta su hermana Alicia, un lamento de soledad en un encuentro imposible. Primera novela de Enrique Rentería que atiende al mandato de la brevedad y su poder, de lo oculto como fuerza de lo que es necesario desentrañar en complicidad lectora. Una novela que se mira y que se escucha. Una novela inteligente y memorable.
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