LETRA S
Mayo 6 de 2004
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ls-policia Hay que tener también nervios para defender ese derecho en los tribunales: abogado Millán Dena

Antonio Medina

Durante el mes de marzo y abril se registraron en el Distrito Federal algunas detenciones contra parejas gays por mostrar su afecto en público. La razón de las detenciones respondieron a la homofobia social e institucional que prevalece en la policía capitalina y la lectura ambigua y prejuiciada de los jueces del Ministerio Público, que tuvo como consecuencia la violación de derechos civiles y humanos de los ciudadanos gays detenidos.

Este fue el caso de José, de 21 años, y Ross, ciudadano canadiense de 22 años, que el pasado 15 de abril fueron multados por tomarse de la mano y besarse en público en una banca de la avenida Reforma. "Platicábamos tomados de la mano y en momentos Ross me acariciaba las mejillas con sus labios", comentó José a Letra S, quien relató que a unos metros de ellos se encontraba la señora Josefina Rodríguez Vázquez con su hija de 12 años, que "al vernos 'amorosos', decidió llamar a una patrulla", no sin antes ofenderlos verbalmente.

Los jóvenes fueron trasladados al Juzgado Cívico Tercero de lo Familiar, en avenida Reforma 705, donde la juez Bárbara Samperio, luego de explicarles que incurrieron en una falta administrativa, los multó con base en el artículo VIII, fracción I, del Reglamento de Justicia Cívica del DF, el cual establece que "realizar expresiones o actos aislados que se encuentren dirigidos contra la dignidad de persona o personas determinadas" será motivo de sanción. La opción que les dio la funcionaria capitalina fue pagar una multa de 45 pesos, la más baja, o permanecer de 6 a 12 horas detenidos. Los jóvenes optaron por la multa y no saber más del asunto.

Entrevistada por Letra S, la juez Samperio explico: "La señora y cualquier otro ciudadano que se sienta ofendido por ver a dos personas tomadas de la mano o besándose, independientemente de su orientación sexual, pueden hacer una denuncia penal exigiendo se les aplique la ley", tal como sucedió con José y Ross. Convencida de haber aplicado correctamente la ley, aseguró que su actitud no fue discriminatoria ni la de la denunciante, pues en el caso de la señora Rodríguez Vázquez 
--dijo-- "se sintió ofendida y solamente apeló al derecho que le da la ley".
 
 

Emprender el litigio por la propia dignidad

Al respecto, el licenciado Rodolfo Millán Dena, asesor jurídico de la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia (CCCCOH), descalificó la actuación de la juez. En todo caso --explicó el litigante--, ese mismo artículo debió haber sido utilizado por Samperio para defender la dignidad de los jóvenes, que fueron ofendidos por la denunciante.

"Suponer que la demostración del afecto de los jóvenes gays pueda atentar contra la dignidad de otros, responde a una concepción moralista y no jurídica. Ellos simplemente actuaron conforme a sus sentimientos y eso no debe ofender a nadie. Si admitimos que las expresiones de afecto entre homosexuales o lesbianas atacan la dignidad de las otras personas, estaríamos aceptando que es vergonzoso o indigno ser gay; se legitimaría la visión moralista y homofóbica y de las instituciones que se encargan de dictar justicia", subrayó.

El litigante criticó a los homosexuales que luego de ser detenidos arbitrariamente ceden a la extorsión y desisten continuar con un juicio legal por la defensa de sus derechos. Explicó que la ley está de su parte, y por ignorancia, desidia o supuesto temor, no interponen una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF), pues "regularmente esperan que sean otros quienes los defiendan sin hacer su verdadera contribución en la defensa de sus propios derechos".

Y agregó en tono molesto: "debe haber coherencia... así como no tuvieron nervios de besarse en la calle y ejercer su libertad, deben quitarse los nervios cuando están frente a los policías o las autoridades y enfrentar maduramente un juicio. De hacerlo, estarán contribuyendo a evitar que sigan dándose ese tipo de violaciones. El empoderamiento y las acciones que deriven de un proceso penal, es el inicio de un litigio por la propia dignidad".

"Yo creo que la libertad implica responsabilidad y las personas homosexuales, transexuales o lesbianas, al hacer uso de su libertad en espacios públicos demostrándose sus afectos, deben estar informados sobre sus derechos", finalizó.
 
 

Comisión de Derechos Humanos del DF: 5229-5600 exts. 1451 y 1452, servicio las 24 horas. CCCCOH: 5532-2751 y 5611-7452.