UNA APUESTA POR LA COMPETENCIA | 3 de mayo de 2004 | |
Jonathan Wheatley, Sao Paulo La
saga de Embratel ha terminado, pero las repercusiones en Brasil
continúan. La Corte de Quiebras del distrito del sur de Nueva
York
decidió el pasado 27 de abril que MCI, la compañía
estadunidense de
telecomunicaciones que enfrentaba graves problemas financieros, puede
finalmente vender el control de Embratel, la firma brasileña de
telefonía internacional y larga distancia, a Telmex.
MCI, que antes era WorldCom, había estado bajo protección del capítulo 11 frente a sus acreedores desde 2002, luego de uno de los más grandes escándalos contables y financieros de la historia corporativa de Estados Unidos. La decisión de aprobar la venta a Telmex fue adoptada por la Corte de Quiebras aun cuando MCI había ya salido del capítulo 11 el 20 de abril. ![]() La decisión fue una victoria tanto del buen sentido de los negocios como para Telmex, MCI y Embratel. MCI optó por la oferta de Telmex que inicuamente fue por 360 millones de dólares y luego se elevó hasta 400 millones, en lugar de la oferta de hasta 550 millones del grupo Calais formado por tres empresas regionales de telefonía que operan en Brasil: Telefónica, Telemar y Brasil Telecom. MCI rechazó el trato con Calais debido a los riesgos regulatorios que entrañaba el cierre de esa operación. Fracasaron los intentos de Calais por convencer a la corte de que su oferta no significaría ninguna oposición de los reguladores y de que era la mejor opción para MCI y sus accionistas. Los analistas no tenían duda de que el objetivo de Calaisera eliminar a su único real competidor, dividiéndose el mercado entre ellos. En condiciones de una desregulación gradual desde la privatización de las telecomunicaciones en Brasil en 1998, Embratel y las compañías de Calais que tienen concesiones para operar servicios de líneas fijas habían competido entre ellas en una amplia serie de servicios. Pero las compañías de Calais se habían mantenido en sus respectivos territorios mientras Embratel y otros nuevos participantes de menor relevancia se convertían en un reto para el monopolio. ![]() Las autoridades brasileñas que regulan la competencia investigan a las compañías de Calais, entre otras cosas, por constituir un cártel. El caso se vio perjudicado con la publicación en el diario Folha de Sao Paulo de un memorando interno de Telefónica del 10 de marzo. Allí se decía que las compañías podrían "alinear sus tarifas hasta el techo" en caso de que adquirieran Embratel. Altos ejecutivos de Telefónica fueron llamados a España tras esa publicación. Será interesante saber si regresarán. "Esencialmente, hasta la fecha, la competencia local en servicios de línea fija ha sido un fracaso en términos del modelo original de la privatización", señaló Andy Castangauy, de Telefinance, consultora en telecomunicaciones basada en Sao Paulo. El cree que la venta de Embratel a Telmex "preserva alguna esperanza" de competencia en el mercado fijo. La administración de Embratel quedó satisfecha con la decisión de la corte. Son conscientes de que la empresa habría dejado de existir excepto de nombre si Calais la hubiera comprado, y estuvieron al frente del movimiento que buscaba descalificar a ese consorcio. ![]() Pero no todos en Brasil están complacidos. Carlos Lessa, presidente del Banco Nacional de Desarrollo (Bndes), demandó que la Comisión de Valores de Estados Unidos y su contraparte en Brasil, la CVM, investigaran si la aceptación por MCI de la menor oferta de compra en lugar de los 550 millones de Calais ha perjudicado los intereses de los accionistas minoritarios. Lessa estaba solo entre los funcionarios del gobierno brasileño cuando externaba su apoyo por Calais. Sus declaraciones públicas causaron preocupación en Telmex y entre los representantes diplomáticos de México en Brasilia. Tras bambalinas, sin embargo, otras oficinas gubernamentales actuaron rápido para distanciarse de la posición de Lessa una fuente oficial expresó que si continuaba en esa misma línea, enfrentaría el rechazo público. La mayoría en el gobierno aceptó la venta a Telmex precisamente por su efecto en la preservación de la competencia en el sector. Telmex tiene ahora una posición en el mercado brasileño que rivaliza con la de Telefónica en México. Se está moviendo aprisa para expandirse a lo largo de América del Sur. La compra de Embratel complementará las recientes adquisiciones de AT&T Latin America, mientras que puede haber complementariedad con Claro, operador móvil controlado por Carlos Slim. El 23 de abril, Telmex anunció que compraría 80 por ciento de Techtel, que opera en Argentina y Uruguay, y el 28 de abril, un día después de la decisión de la corte de Nueva Cork, anunció que compraría 40 por ciento de Chilesat, operador de banda ancha y larga distancia en Chile § |