México D.F. Domingo 2 de mayo de 2004
¿LA FIESTA EN PAZ?
Leonardo Páez
Ignorancia torera
Gentil en extremo fue
Octavio Paz con quienes se dedican a torear al decir que 舠los poetas
tienen fama de ser 舑como los actores, los toreros y los
filósofos舑 gente vanidosa e irritable舡. Y lo fue porque
los toreros, a diferencia de los poetas, los actores y los
filósofos, siempre se han caracterizado antes que por su vanidad por
algo más grave: su terrible ignorancia.
HAN SIDO SOLO confirmadoras
excepciones las inteligencias toreras que, luego de sus triunfos en los
ruedos, han buscado preparación y pulimiento, o cultivado el trato
con gente de cultura o, en el caso extremo, reflexionado y expresado sobre
su azarosa profesión. A lo anterior agréguese el absurdo
divorcio entre intelectualidad mexicana y torería y
conclúyase que nuestros esforzados diestros bastante hacen con
caminar verticales, por lo menos en el paseíllo.
EL CASO DE los toreros se
agrava porque además ejercen su profesión con una escasa
dosis de vocación, y porque nadie sabe inculcarles 舑como
ocurre con el resto de los educandos舑 disciplinas digamos interiores,
por lo que resultan profesionistas inconscientes, poco interiorizados
consigo mismos y con las posibilidades de expresión personal que
ofrece el arte del toreo.
DE AHi LA explotación
inmisericorde de que han sido objeto los toreros por parte de empresarios,
apoderados, líderes sindicales, abogados, contadores, chicos de la
prensa y mujeres fatales. Su ignorancia y su inconsciencia les impiden no
sólo unirse y defender sus derechos sino que están
permanentemente al servicio de su principal explotador.
DESDE QUE EL autorregulado
de Mixcoac decidió suspender la última temporada grande, no
iniciar la temporada chica y mantener cerrada la plazota que dice promover,
mientras el Gobierno del DF no revoque el histórico decreto del
pasado 26 de febrero por el que los poseedores de derechos de apartado lo
son a perpetuidad, ya sin la obligación de renovarlos cada
año, no obstante los mediocres y mentirosos elencos ofrecidos por el
autorregulado, que graciosamente se embolsaba unos 20 millones por ese
concepto, los toreros no han dejado de hacer el ridículo.
DIESTROS MODESTOS, NOVILLEROS y maletillas desde entonces se han presentado ante las autoridades
del DF con el propósito de que el Jefe de Gobierno
舠autorice舡 la temporada de novilladas, pues si no pierden
舠oportunidades舡 de actuar y de triunfar en el coso de
Insurgentes, cuando ha sido el promotor de la México y presidente de
los empresarios quien por sus pistolas mantiene cerrada la plaza.
PERO COMO ESQUIROLES de su
explotador, no les cabe en la cabeza que ese decreto no cierra ninguna
plaza sino que obliga a quien hace 11 años usufructúa la
licencia de funcionamiento del inmueble, ¡a ofrecer elencos
atractivos y a cumplir con lo que promete y por lo que cobra! Nada
más. Si los productos son atractivos, todo mundo renovará su
derecho de apartado, si no, que el soliviantado empresario con sus
manirrotos patrocinadores se lo coma.
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