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México D.F. Domingo 25 de abril de 2004

REPUBLICA DE PANTALLA

Jenaro Villamil

Teleguerra sucia, la intoxicación generalizada /II y última

La crispación política como resultado de la espiral sensacionalista
La Eurocámara condena el aznarismo mediático y el modelo Berlusconi

ENTRE EL 22 y el 23 de abril la teleguerra sucia en México llegó a un punto climático (28 notas relacionadas con los enfrentamientos Fox-López Obrador, con el conflicto con Estados Unidos y el revivido Parajegate en los 4 noticiarios estelares). Difícilmente se saldrá de este escenario a menos que exista una voluntad política múltiple para trascender esta escalada. Ya no es sólo el complot voluntaria o involuntariamente develado por el jefe de Gobierno capitalino y la respuesta nada "pírrica" de Fox a sus opositores. Se retorna al punto previo a la teleguerra (el debate sobre el Paraje San Juan), los videoescándalos han derivado en una crisis diplomática sin precedente con las autoridades tanto de Estados Unidos como de Cuba, y la mayor fracción legislativa del país, la del PRI, está en pie de guerra contra el PAN por la filtración de los nombres de 104 diputados tricolores que presuntamente rebasaron los topes de campaña.

LA INTOXICACION GENERALIZADA resulta ser la otra cara del ambiente de crispación y polarización a partir de la agenda hipermediatizada de la sucesión presidencial, la retroalimentación del pleito entre las elites con una acelerada pérdida de nivel en el debate público. En medio de esta crispación, como si se tratara de concurso de nominaciones, se acelera la difusión de encuestas. En una semana se han transmitido en pantalla, por lo menos, tres consultas sobre índices de popularidad (sobre todo las de Mitofsky e Indemerc). López Obrador continúa encabezándolas con una baja de entre 4 y 10 puntos, aunque cada medio realiza la lectura a conveniencia, como si se tratara de horóscopos.

EN ESENCIA, LA intoxicación es el resultado previsible de la teleguerra sucia que ingresó de lleno a un paralizado sistema político. Ni a la empresa Endemol ni a los productores de Tómbola o de Ventaneando ni a los patrocinadores de aquellas truculentas emisiones de Ciudad sin ley se les hubiera ocurrido que los principios mediáticos de sus productos se mezclaran en medio de un vacío de debate público para dar el resultado que tenemos a la vista.

LA TELEGUERRA SUCIA constituye un salto cualitativo por algunas de las siguientes razones:

1. EN PRIMER lugar, se han mezclado los principios de guerra sucia y los de "guerra mediática". México ya ha vivido un largo proceso de guerra sucia para acabar con las disidencias internas, desde los años 70, y se revivieron muchos de sus métodos en la era del salinismo. Su principio esencial fue invisibilizar a los opositores, perseguirlos, torturarlos, censurarlos, coptarlos y en no pocos casos (como el expediente de los muertos del PRD) eliminarlos físicamente. Lo paradójico es que ahora se trata de una mezcla entre "guerra mediática" (término muy utilizado para describir lo que está sucediendo en Venezuela) con métodos que incluyen las clásicas trampas de poderes fácticos para eliminar a sus amenazas dentro del mercado de la industria del entretenimiento. Uno de esos métodos es el "caballo de Troya", utilizado por las poderosas empresas discográficas para sabotear ordenadores y conexiones de Internet a quienes descargaban "música pirata".

COMO TAL, LA teleguerra sucia ha incluido métodos no convencionales como el espionaje, la traición, la difusión de noticias falsas, el no reconocimiento de acciones y de responsabilidades propias, pero tiene como elemento esencial incidir en la sociedad del espectáculo que ha sustituido prácticamente a la sociedad política.

2. EN ESTE terreno, la teleguerra sucia ha hecho una mezcla de ingredientes de la llamada "telerrealidad", "telebasura" o "televisión Mac'Donalizada". Es decir, se producen fuera y dentro de los medios masivos informaciones con apariencia de verdad que sustituyen el debate público por el escándalo moral, por el cotilleo (verdadera plaga en las programaciones de España, por ejemplo) y por el escarnio entre los "concursantes". El término de "televisión Mac'Donalizada" incorpora los principios de las grandes franquicias de alimentos que se pueden resumir así: producir mucha comida, mucha publicidad, a cambio de poco precio y poca alimentación. Traducida a teleguerra sucia la fórmula indica: muchos escándalos, mucha visibilidad, a cambio de poca información verificable y poca política.

3. LA TELEGUERRA sucia presenta otro rasgo inquietante. Los productos de la nueva televisión que mezclan ficción con realidad se dirigen preferentemente a audiencias de jóvenes o adultos precarizados que son tratados como "ejércitos de reserva" con aspiraciones a ser celebridades, a costa de entrarle al mercadeo de sus imágenes íntimas, a cambio de generar una identidad mediática rentable por un tiempo, y de participar en un trueque de autorrevelaciones y de narcisismo. Son celebridades efímeras porque el aburrimiento es la consecuencia lógica de una intimidad concebida como suplantación mediática del espacio público. Siempre habrá otra "historia" que los sustituya en la próxima emisión.

EN EL CASO mexicano, la teleguerra sucia ha precarizado e infantilizado no sólo a las audiencias sino a la propia elite política. Y lo más singular es que sus representantes adoptan el mismo guión, discurso similar e imágenes parecidas en sus comparecencias mediáticas que los aspirantes a ser nominados en la casa del Big Brother. Todos alientan esta espiral de sensacionalismo y se asumen como egos en combate y no como representantes públicos. La teleguerra sucia asume que hay un zapping constante, poco discernimiento informativo, por eso ha saturado la pantalla, la radio y los medios impresos. Hay poca pedagogía política y una interminable serie de tramas y desenlaces que apuestan al escándalo moral.

EL PUNTO DE inflexión puede ser la intoxicación generalizada que se observa en algunos sectores de la opinión pública, de las empresas y del propio ejercicio periodístico. Esta opinión ha alertado que lo más riesgoso es que la violencia y la crispación dejen de ser virtuales y pasen al terreno propio de la delincuencia organizada o del crimen político.

Y no estamos, como en 1994, ante la emergencia de un nuevo movimiento social y político, cuyo triunfo simbólico y mediático se articuló en torno a las demandas indígenas de justicia y dignidad. El escenario es el lado inverso de la moneda: la injusticia y la indignidad. ƑAlguien recuerda aquel principio elemental del zapatismo de "mandar obedeciendo"?

Condena a las presiones del 11-M


UNA EFECTIVA REGULACION democrática de las grandes cadenas de televisión frena la intoxicación informativa, las presiones de censura y la tergiversación de los hechos. En esencia, ése es el diagnóstico que el pasado jueves 22 de abril dio a conocer el Parlamento Europeo al aprobar un informe que condena las manipulaciones del gobierno de José María Aznar por medio de Televisión Española en la información relacionada con la invasión a Irak, la responsabilidad sobre los atentados del 11-M y denuncian "las malas prácticas profesionales entre el 28 de febrero y el 5 de marzo tendientes a producir una información desequilibrada, tendenciosa o manipulada, relativa a la invasión a Irak".

ESTE INFORME SIN precedente, un golpe más para la "honorabilidad" del gobierno de José María Aznar, no se queda sólo en España. Advierte sobre los peligros que corre la Unión Europea "y particularmente Italia" ante la falta de libertad de expresión y de información derivada de concentrar el poder político y mediático en manos de Silvio Berlusconi. Los eurodiputados temen que esto se convierta en "un modelo de exportación" hacia otros países del continente.

EL INFORME COINCIDIO con la destitución formal de Alfredo Urdaci como director de los servicios informativos de Televisión Española y el compromiso del nuevo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para regular una autoridad independiente de control de los medios audiovisuales. Los eurodiputados destacaron las fallas del modelo público español, en contraste con las regulaciones existentes en Gran Bretaña, Francia, Irlanda, Alemania, Holanda y Suecia.

EN EL CASO de Italia, los eurodiputados subrayan que, a pesar de la existencia de unos 12 canales nacionales y de entre 10 y 15 regionales o locales, el mercado audiovisual se caracteriza por el duopolio formado por la RAI (entidad pública) y Mediaset (perteneciente a Berlusconi). Estas dos empresas abastecen juntas a 90 por ciento de la audiencia y acaparan 96.8 por ciento de los recursos publicitarios en el país. La conclusión del informe es que "Berlusconi controla, de forma directa o indirecta, todas las cadenas de televisión nacionales", ya que la propia RAI depende de la autoridad de Il Cavalliere.

DE ESTA FORMA, la Eurocámara volvió a poner de relieve la necesidad de regulaciones y transformaciones legales efectivas. Ningún modelo mediático se "autorregula" democráticamente a partir del mercado o de la dependencia a las líneas políticas. Y esto es el germen de las serias deficiencias en regímenes, como el mexicano, que han aprobado antirreformas y modelos que aceleran la concentración y la impunidad de los grandes medios de comunicación.

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