.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones
C U L T U R A
..

México D.F. Jueves 22 de abril de 2004

Olga Harmony

La boca del lobo y otras bocas

Bárbara Colio es una dramaturga y directora bajacaliforniana que amerita mucha más atención de la que recibe por los medios de esta capital, la verdadera boca del lobo que se traga a los teatristas de los estados. Egresada de la Facultad de Arquitectura de su estado natal, cursó estudios teatrales en el excelente Centro de Artes Teatrales del Noroeste (CAEN), semillero de importantes teatristas de la zona, que después afinó tanto en España como en Inglaterra. Ha sido becaria y recibido premios como dramaturga y ahora estrena en el Teatro de la Capilla En la boca del lobo, ya antes aparecida, con otros textos suyos, en la Editorial Tierra Adentro. La precariedad en la difusión en todo el ámbito del país tanto de su escritura -a pesar de que otras obras se han editado de manera dispersa, como en la compilación de obras de teatristas de los estados hecha por Ricardo Pérez Quitt para esta misma editorial- como en las escenificaciones de la misma, y ésta de la que hablo es un ejemplo, no permiten que el conocimiento que tenemos de ella sea más amplio, como ocurre con muchos teatristas de esto que no cuaja como una República Teatral.

En la boca del lobo es un texto excelente, ubicado en el camerino de algún tugurio fronterizo, y cuya verdadera acción dramática se da tras bastidores, mientras las tres mujeres que comparten el espacio desenvuelven su historia, sus relaciones de amistad cómplice y sus disputas por la competitividad a que las orilla esa necesidad de sobrevivencia en el trabajo único que saben hacer. Nunca se dice todo, ni directamente, el espectador ha de sacar sus propias conclusiones y el final, cerrado para la frágil historia de amor de Lucrecia, pero abierto para el futuro de las tres mujeres, es la culminación de esa intriga, pequeña, sórdida y lamentable, que se ha ido tejiendo del otro lado de la puerta del camerino y de la que nos enteramos apenas por algún diálogo. Los personajes están perfectamente estructurados y son muy verosímiles: Amparo que debuta y cuya historia desesperanzada apenas se deja entender, Lucrecia, que desea escapar del infierno del cabaretucho gracias a sus amoríos con el mago, Mira, resignada a esa vida y aun orgullosa de su imitación de Rocío Dúrcal. Las dos mayores entrenan a la primeriza, y la enseñanza de sus pequeños trucos es al mismo tiempo graciosa por el tono y desgarradora por el entorno.

La propia autora dirige. En el pequeño espacio diseñado por Itzel Alba Suárez (también responsable de la menos lograda iluminación, que prende los focos del espejo cuando la acción se ubica del lado del tocador y los apaga cuando la acción se aleja, lo que quita veracidad al realismo de lo que vemos) y que reproduce un precario camerino, el trazo escénico es muy limpio y certero. Las tres actrices, vestidas con la ropa diseñada por Jeannine Diego, son muy buenas, aunque se las vea poco por nuestros escenarios. Surya Macgrégor como Mina, amarga y dominante, es la que tiene mayor peso. Socorro Miranda pícora y alegre, como esa Lucrecia que atisba su libertad. La bajacaliforniana Alicia Martín, hace una Amparo al mismo tiempo ingenua y decidida. Vale la pena conocer obra y montaje.

En otro orden, y un tanto a destiempo porque no vi a Raquel Ponkowsky en el papel de Marta Sahagún que la ha hecho célebre dado su parecido con la señora a quien los cursis insisten en llamar primera dama (en un país en que las mujeres comunes superamos a las señoras distinguidas), querría yo dedicar un par de renglones a La Marta del Zorro, espectáculo muy gracioso -debido a Carlos Pascual, que también dirige y actúa- que no logra, sin embargo, igualar en todas sus partes al ingenio del título. La muy versátil Pilar Boliver encarna ahora a la protagonista, sin tanto parecido físico pero a base de actoralidad y lo que antes se llamaba vis cómica. Junto a ella, el mismo Pascual que hace diferentes personajes, todos de nuestra actualidad política, Darío T. Pie como la Quijas y Pedro Kóminic, como el secretario, reviven al teatro de revista mexicano con su dosis de teatro de cabaret. Si bien la chispeante crítica deja de lado muchos asuntos muy importantes de nuestra realidad social, resulta muy sano que desde ahora se combata la idea de que la esposa del Presidente pueda aspirar también a la silla presidencial con el irreflexivo apoyo de muchas y muchos por el simple hecho de que ya es tiempo de que tengamos al frente del gobierno a una mujer.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email