La Jornada Semanal,   domingo 18 de abril  de 2004        núm. 476
entrevista con Jorge Luis Borges
Daniel Balderston

Hablar con Borges
(2a parte)

TERCERA CONVERSACIÓN CON BORGES:
6 DE SEPTIEMBRE 1978

-Quería preguntarle sobre un par de cosas de las que no hablamos las otras veces.

–Sí, cómo no. Adelante.

–En "A Gossip on Romance", que es uno de los ensayos, muy importantes para usted y para Bioy, hay una especie de dicotomía que se establece entre la importancia del personaje y la importancia de la trama.

–Sí, recuerdo, sí. "A Gossip on Romance".

–Por los años treinta y los primeros años de los cuarenta eso parece influir en sus ideas de la literatura fantástica, ¿no?

–Posiblemente. Recién estaba releyendo el libro de Bertrand Russell sobre Leibniz, La monadología. Dice que todo lo que le sucede a un hombre está en él, o como dice Heráclito, que el carácter de un hombre es su estilo. Entonces en el ejemplo que da, que da Leibniz o que da Russell, no recuerdo bien, César atraviesa el Rubicón, pero atravesar el Rubicón es parte del carácter del César, y así era previsto por Dios. En una novela es lo mismo: lo que sucede a un personaje, las aventuras de Alonso Quijano son atributos o adjetivos de él. Miré, he desenterrado mi edición de Stevenson, ¿quiere verla? ¿Vamos a verla?

[Entramos en el otro cuarto y vemos la edición Works, de Stevenson]

–Qué buen escritor fue! ¿no? ¿No le parece? Escribió tan generosamente sobre escritores menores, sobre Jules Verne, por ejemplo. Me pregunto si sabía que tan bueno fue.

–Se ganó el respeto de los escritores que más le gustaban, como Meredith y James.

–Meredith y James, por supuesto, y Kipling.

–En otro ensayo, al cual usted se refiere constantemente, él dice, "Estos títeres verbales... son solamente una sarta de palabras y partes de libros".

–Pero me pregunto si esto es verdad. No creo que los personajes de ficción sean sólo una sarta de palabras.

–Literalmente, esto es verdad.

–Claro, pero de alguna manera tenemos la ilusión de que aun cuando nosotros no los estamos mencionando, ellos continúan existiendo. La misma cosa es verdad en sus sueños, aunque estos sueños quizá no nos sean revelados. Uno piensa en los personajes mucho más allá que en una sarta de palabras. Claro, ellos son, realmente, una sarta de palabras. El arte y el talento del escritor consiste en hacernos sentir que existen, vamos a decir, más allá de las palabras. ¿No le parece?

–Sí, y me parece que es exactamente el punto de vista de Stevenson. Él dice que hay una emanación de sus creaciones, pero su carne y su sangre son sólo destreza técnica.

–Los victorianos fueron muy escépticos; pensaron que era extraño que personajes vivos pudieran provocar significados de palabras. Pensaron en las palabras como seres entumecidos y torpes, ¿no? Pero, claro, usted está en lo correcto, ellos son técnicamente una sarta de palabras, pero si el lector piensa en ellos como una sarta de palabras, entonces el escritor ha fallado.

–Entonces en este punto, pensando en aquella cita, usted tendería a reaccionar contra ella.

–Sí, me parece que, por ejemplo, si usted lee un libro con ilustraciones, usted pensaría en aquellas ilustraciones como algo extra, que los personajes son lo que dicen, no lo que alguien ha imaginado que parecen, y la prueba es que la mayoría de los escritores se han disgustado mucho con sus ilustraciones. [Da ejemplos de Meredith, Lewis Carroll, James]. Yo encontré una primera edición de Stevenson con muy malas ilustraciones, la primera edición de Island Nights Entertainments. Las ilustraciones son muy malas. Fue publicado en 1893 o 1894, no mucho después de que murió. Murió en Vailima, ¿no? Encontré un precioso ensayo de Andrew Lang en un libro de ensayos llamado...

–¿Adventures Among Books?

–Adventures Among Books, sí. Un largo ensayo que escribió sobre Robert Louis Stevenson. Comienza con unos versos: "Tusitala, the teller of tales/ A wonder, a world’s delight". ["Tusitala, el narrador de cuentos/ Una maravilla, un mundo de dicha"]. Ellos fueron sólidos amigos. También Andrew Lang fue un buen escritor. [Sigue sobre Lang]... pero yo estoy muy contento de que esté escribiendo esto sobre mí, porque yo soy parte de Stevenson. Y aquí la gente piensa en él sólo como un escritor de libros para niños. Nadie piensa en él como, vamos a decir, un escritor mayor. A pesar de que en Francia la gente lo hace. André Gide lo hizo.

–También Schwob.

–Marcel Schwob lo hizo. En Marcel Schwob no se piensa como en un escritor mayor; él es un tipo de curiosidad, una curiosidad literaria... ¿Leyó La Prensa esta mañana?

–No.

–Porque hay una carta mía. Usted sabe que hay una completa campaña contra mí. Se supone que soy un traidor. Alguna vez han pedido a un juez que yo sea encarcelado por ser un traidor, un periódico muy menor llamado Crónica empezó atacándome hace aproximadamente una semana y ha continuado cada día. Después hubo alguien que me defendió en La Prensa y le escribí una carta y salió esta mañana. Me parece todo esto [el conflicto con Chile] como si fuera –bueno, como digo en mi carta– "un crimen y una insensatez".

–La idea de tener una guerra con Chile por unas islas donde, posiblemente, nadie podría vivir...

–Claro. Esto quizá nos llevaría a la triste ruina. Bueno, nosotros ya estamos en bancarrota. Pero el gobierno parece empeñado en esto. Y quizá en Chile se sienten de la misma forma. Porque aquí alguien escribió un artículo que tuve que responder en La Prensa, diciendo que ya que la mayoría de la gente quería guerra, y ya que yo he alentado la guerra por escribir historias, historias donde abundan navajas y etcétera, contesté, usted puede leer la respuesta, justo salió esta mañana, le digo que también acusarían a Robert Louis Stevenson de piratería en los altos mares, porque en sus libros abundan los bucaneros. ¡La misma cosa! Salió esta mañana.

–Buscaré el periódico.

–Allí hablé de Stevenson, verá...

–En relación al epílogo de The Wrecker, del que hablamos un poco, antes, creo que es un documento muy importante...

–No lo recuerdo –usted sabe que leí aquellos libros cuando funcionaban mis ojos, pero desde que he estado ciego, desde 1956 o por entonces, mi memoria es apta para traicionarme.

–Es una carta de Stevenson para Will Low, explicando cómo llegaron a escribir el libro, en la cual dice que la mayoría de la literatura policial es una ingeniosa pieza de mecanismo...

–Lo recuerdo, sí. Sin vida, él dice, sin vida son las palabras que usa, ¿no?

–Sí.

–Y después dice que quería hacer personajes vivos y que redescubrió que Dickens ya lo había hecho cuando escribió El...

–El misterio de Edwin Drood.

–Sí, lo recuerdo ahora. Pero ya que tengo el libro aquí, usted puede ir a tomarlo. Sí, recuerdo. Me parece que Stevenson tenía razón. En la mayoría de la ficción policial los personajes son sólo títeres, ¿no? Usted ve los alambres detrás de ellos.

–Por esto hay dos alternativas para tomar, o escribir relatos cortos, como usted ha hecho, o...

–Hay otro escritor, un escritor muy importante, el señor Willkie Collins. Cuando usted lee a Collins piensa en los personajes como seres vivos, vivos a la manera de Dickens. Piensa en ellos como seres muy vivos y la trama es ingeniosamente llevada. [Sigue para condenar la ficción criminal de Hammett y Chandler]. Me parece que el detective de un libro no debe de ser realista, no tiene sentido que sea realista. Todo está significado para ser artificial. Usted ve esto en el caso de The Wrecker, en el caso de Edagar Allan Poe. Todo es una invención, todo es un trabajo elaborado, muy agradable y muy sorprendentemente elaborado...

–He notado que hay algunas coincidencias sorprendentes en los nombre de los personajes de Stevenson y en algunos de su ficción. Por ejemplo, Brodie.

–Brodie, esto es verdad. Dean [sic] Brodie, de "Dean Brodie and the Double Life". Pero quizá... Bueno, desde que siempre he sentido que soy parte de Stevenson, quiero que la gente lo recuerde, por esto, quizá, uso nombres que los enviarían de regreso a Stevenson... Claro, Brodie es un nombre escocés común, y podría haber encontrado otro. Pero pensé en Dean Brodie y la doble vida.

–Pero éste [El informe de Brodie] tiene algo que ver con la doble vida, ¿no es así?

–Me pregunto si así es; no lo sé. Bueno, en tanto yo pienso en la ficción como realidad, un campo de la historia...

–Otro es Madden. Tiene a Madden, el detective de "El jardín de senderos que se bifurcan", y Madden es el último alias de Carthew en The Wrecker.

–Claro. pero me pregunto si estuve consciente de esto, me parece que debí haberlo estado. Aquellos nombres están sólo prolongándose...

–Este es, particularmente, un nombre maravilloso para poner en un relato policial, porque este particular personaje "enloquece" al lector, creo.

–Sí. A mí me gusta usar nombres extraños... [Sigue con los nombres]

–Otra cosa sobre la que quisiera preguntar. Le pregunté antes sobre una fábula llamada "La canción del mañana".

–Nunca entendí aquella fábula. Me pregunto si usted podría encontrarla y leerla. Es sobre la hija del rey y el mar y la playa

–¿Tenemos tiempo ahora?

–Yo tengo tiempo hasta el cuarto para las siete.

–Oh, bien. Puedo encontrarla rápidamente.

–¿Puede? Está en el cuarto. [Vamos al otro cuarto. Cuando regresamos, Borges está hablando sobre el tiempo circular.] Encontré una excelente refutación a toda la doctrina en La ciudad de Dios, de San Agustín. Él escribió todo un libro sobre esto.

–En su tiempo esto era una importante herejía.

–Sí, claro. Pero mucha gente en Buenos Aires piensa que todo fue inventado por Nietzsche, mientras que los estoicos lo postularon, y Pitágoras también. Ellos sabían todo sobre esto.

–Ahora, la razón por la que estoy interesado en este relato es porque hay algo en el tono que es muy parecido al suyo, tan...

–Eso espero, eso espero.

–tan es suficientemente notable que se lo mostré a un amigo que nunca había leído algo de Stevenson, y él dijo, "huele a Borges".

–No, al contrario, no, más bien, "Borges huele a Stevenson". Resultaría más lógico. A menos que el tiempo sea circular, en este caso, por supuesto, nadie sabe quién es el primero.

–Se llama "La canción del mañana": El Rey de Duntrine.

–¿El Rey de qué?

–Duntrine... D-u-n-t-r-i-n-e.

–Es un extravagante condado, ¿no? Pero cree que de Irlanda o de Escocia, algo celta. "El Rey de Duntrine tuvo una hija".

–"...cuando ya era viejo, y era la más bella hija del rey entre dos mares..."

–¡Qué lindo! "...la más bella hija del rey entre dos mares..."

–"...su cabello era como oro hilado..."

–"...oro hilado..."

–"...y sus ojos como los remansos de un río. El rey le había entregado un castillo sobre la arena del mar, con una terraza, y un palacio de roca tallada y cuatro torres en las cuatro esquinas. Ahí vivió y creció. No se preocupó por el mañana, ni tuvo poder sobre la hora, al igual que la gente sencilla."

–"Poder sobre la hora..." Signifique lo que signifique. Siga.

–"Un día ella caminaba por la playa, era otoño, y el viento soplaba desde el lugar donde nacen las lluvias. De un lado el mar se encrespaba y del otro las hojas muertas corrían".

–Ah, sí, y entonces encuentra a la vieja hechicera, ¿no?

–Sí... "Esta era la playa más solitaria entre dos mares y, desde remotos tiempos, habían ocurrido cosas muy extrañas".

–Él dice que le gusta la música, ¿no? Quiero decir, usted tiene extrañas cosas yendo y viniendo. "Entre dos mares". Maravillosamente escrito. Ojalá yo pudiera escribir así. Moriré sin jamás haberlo podido hacer.

–"La hija del rey vio a la vieja bruja que estaba sentada en la playa. La espuma del mar corría a sus pies y las hojas muertas se amontonaban sobre su espalda y los harapos se agitaban alrededor de su cara según la voluntad del viento. ‘Ahora’, dijo la hija del rey, y mencionó un nombre sagrado, ‘esta es la más desdichada bruja entre dos mares’".

–"La más desdichada bruja". Sí, yo creía que era hechicera (hag), pero es bruja (crone).

–"Hija del rey", dijo la bruja, "tú vives en una casa de piedra y tu pelo es como oro, pero ¿de qué te sirve esto? La vida no es larga, ni las vidas son fuertes; y tú vives igual que la gente sencilla, y no te preocupas por el mañana, y no tienes poder sobre la hora. ‘He pensado en el mañana’, dijo la hija del rey; ‘pero no tengo poder sobre la hora’. Y pensó con ella misma. La bruja golpeó una con otra sus enjutas manos y se rió como una gaviota."

–"Se rió como una gaviota". ¿No es esto maravilloso? ¿No es todo maravilloso? Después del antiguo inglés esto es lo único... Bueno, no. Siga.

–"A casa, gritó la bruja, ¡oh, hija del rey! vuelve a tu castillo de piedra, porque la nostalgia está apoderándose de ti ahora y no podrás vivir como la gente sencilla. Vuelve a casa, trabaja duro y sufre, hasta que llegue el regalo que te deje desnuda".

–"Hasta que llegue el regalo que te deje desnuda". ¿Esto es b-a-r-e?

–Desnudarte, se supone, (or naked) desnudarte.

–Ah, sí, claro, porque un hombre que viene. Siga.

–"...y hasta que llegue el hombre que cuide de ti. La hija del rey se volvió y se fue a casa en silencio. Y cuando entró en su aposento, llamó a su nana. ‘Nana’, dijo la hija del rey, ‘pensé en lo que me sucederá mañana, por eso no puedo vivir como la gente sencilla. Dime qué debo hacer para tener poder sobre la hora’".

–¿La hija del rey dice esto?

–A su nana... "La nana gimió como un viento níveo. ‘Ay’, exclamó, ‘esto ha entrado hasta tu médula, y no hay cura contra el pensamiento. Que sea entonces lo que tú has de ser; a pesar de que el poder es menos que la debilidad, y tendrás poder. Y a pesar de que le pensamiento es más frío que el invierno, debes seguir pensando hasta el fin".

–"El poder es menos que la debilidad". Qué extraño.

–"La hija del rey se sentó un el aposento de su casa y pensó sobre el pensamiento. Nueve años permaneció sentada, mientras el mar batía sobre la terraza y las gaviotas chillaban sobre las torres y el viento cantaba suavemente en las chimeneas. Nueve años en los que ella no salió, ni aspiró el aire limpio..."

–Sí, el nueve, claro, es un número mágico. Bueno, todo es como un hechizo. Todo parece muy antiguo para ser dado a Stevenson. Haber sido contado y recontado muchas veces, usted tiene este sentimiento, ¿no?

–Sí, él estuvo esforzándose por esto, y creo que tomó algo de William Morris.

–Sí, pero estaba releyendo "The Wood at the World’s End". Aquellos libros de Morris son mucho más pobres. Lo que es maravillosos de Morris son sus primeros poemas, ¿no?

–"Nueve años en que ella no salió, ni aspiró el aire limpio, ni vio el cielo de Dios".

–"Ni vio el cielo de Dios" ("Neither saw God’s sky"). Sería imposible decir esto en español, ¿no? Usted podría traducir esto al alemán, quizá. Pero, no alfrancés. Él habría hecho esto en alguna lengua germana, pero no en una lengua romana.

–"Nueve años permaneció sentada y no miró a derecha ni a izquierda, no escuchó palabra de nadie, sino sólo pensó en el pensamiento de mañana. Y su nana la alimentó en silencio, y ella tomó la comida con su mano izquierda y la comió sin ninguna atención."

–"y la comió sin ninguna atención".... Creo que nosotros intentamos hacer esto en español, con Bioy Casares, y cuando nos encontramos con "power upon the hour", nos sentimos... muy muy inútiles y muy iletrados, ¿no?

–"Al cabo de nueve años, anochecía en el otoño, y un sonido llegó con el viento, un sonido de gaitas.

–"...gaitas..."

–"La nana elevó su dedo en la bóveda del castillo. ‘Oí un ruido en el viento’, dijo ella, ‘como el sonido de gaitas’. ‘Es sólo un pequeño sonido’, dijo la hija del rey, ‘pero es suficiente para mí’. Bajaron en la penumbra a las puertas de la casa y caminaron por la orilla del mar. Y de un lado el mar se encrespaba y del otro las hojas muertas del mar corrían; y las nubes se agolpaban en el cielo y las gaviotas volaban en sentido contrario al viento. Y cuando llegaron a la parte de la playa donde desde remotos tiempos habían ocurrido cosas muy extrañas, vieron a la bruja, bailando en el sentido inverso de las manecillas del reloj [widdershins].

–"Widdershins". Una hermosa palabra. Lo contrario en algún modo al sentido de las agujas del reloj, ¿no?

–Sí... "‘¿Qué te hace bailar en sentido inverso, bruja’, dijo la hija del rey, ‘aquí sobre la negra playa, entre las olas y las hojas muertas?’ ‘Oí un sonido en el viento que parece el sonido de gaitas’, dijo ella. ‘Y es por esto que bailo en sentido inverso a las manecillas del reloj. Llegó el regalo que te dejará desnuda y el hombre que te cuidará. Para mí ha llegado el mañana en que tendré el pensamiento y la hora de poder’. ‘¿Cómo es que viene, bruja’, dijo la hija del rey, ‘que tú te agitas como trapo y palideces como una hoja muerta frente a mis ojos?’ ‘Porque el mañana ha llegado y yo tengo el pensamiento y la hora de mi poder’, dijo la bruja y cayó sobre la playa, ¡hete que ella está! Pero los golpes del enredado mar y el polvo y los piojos de la arena hicieron una tolvanera que ocupó su lugar. ‘Es lo más extraño que ha ocurrido entre dos mares’, dijo la hija del rey de Duntrine. La nana escapó y gimió como un vendaval de otoño. ‘Estoy harta del viento’, se lamentó y guardó su día. La hija del rey se percató de que había un hombre sobre la arena, estaba encapuchado, por eso nadie vería su rostro, y tenía una gaita bajo el brazo. El sonido de su pipa era como de avispas cantando y como el viento que silba en la hierba seca y se levantaba sobre los oídos de la gente como el chillido de las gaviotas. ‘¿Tú eres el que llega?’, preguntó la hija del rey de Duntrine?"

–"¿Tú eres el que llega?"

–"‘Yo soy el que llega’, dijo él, y ésta es la gaita que quizá un hombre puede oír, y yo oigo el poder sobre la hora, y ésta es la canción del mañana’. Y tocó la canción del mañana, y fue tan larga como los años, y la nana lloró desconsolada al oírla. ‘Es verdad’, dijo la hija del rey, ‘que tú tocas la canción del mañana, pero que tú tengas el poder sobre la hora, ¿cómo lo sabría? Muéstrame una maravilla aquí sobre la playa, entra las olas y las hojas muertas"’.

–"Entre las olas y las hojas muertas".

–"Y el hombre dijo, ‘¿Sobre quién?’. ‘Aquí esta mi nana’, dijo la hija del rey. ‘Ella está harta del viento. Muéstrame una maravilla sobre ella. Y hete que la nana cayó sobre la arena como si fuera dos puñados de hojas muertas, y el aire las arrastró en sentido contrario, y los piojos de la arena fueron una tolvanera que ocupó su lugar. ‘Esto es verdad’, dijo la hija del rey de Duntrine; ‘tú eres el que llega, y tú tienes poder sobre la hora. Ven conmigo a mi casa de piedra’. Caminaron por el margen del mar y el hombre tocó con su gaita la canción del mañana, y las hojas muertas siguieron detrás de ellos. Después se sentaron juntos; y el mar batía sobre la terraza y las gaviotas chillaban sobre las torres y el viento cantaba suavemente en la chimeneas de la casa. Nueve años permanecieron sentados, y cada año, cuando caía el otoño, el hombre decía, ‘Ésta es la hora, y yo tengo poder sobre ella’, y la hija del rey decía, ‘No, pero toca con tu gaita la canción del mañana’. Y él tocaba la canción, y era tan larga como los años. Cuando los nueve años se habían ido, la hija del rey se levantó, como si recordara algo, y miró alrededor, en la casa de piedra labrada..."

–"Masoned house" suena como Morris, ¿no le parece?

–Sí... "... y todos los sirvientes se habían ido; solamente el hombre que tocaba la gaita se sentó en la terraza con la mano sobre su cara, y mientras él tocaba, las hojas corrían alrededor y el mar golpeaba a lo largo del muro. Entonces ella le gritó con voz imperiosa, ‘Ésta es la hora, déjame ver su poder’. Y el viento sopló y le quitó las manos del rostro al hombre, y helo aquí, no había ahí ningún hombre, sólo estaban las ropas y la mano y las flautas, unas sobre otras en un rincón de la terraza, y las hojas muertas corrían sobre ellas. Y la hija del rey de Duntrine fue a la parte de la playa donde desde remotos tiempos habían ocurrido cosas muy extrañas, y allí se sentó. La espuma del mar corría a sus pies y las hojas muertas se amontonaban sobre su espalda y los harapos se agitaban alrededor de su cara según la voluntad del viento. Y cuando alzó los ojos, vio que la hija del rey se acercaba caminando sobre la playa..."

–¡Ay, qué lindo!

–"...Su cabello era como oro hilado, y sus ojos como los remansos de un río, y no pensaba en el mañana y no tenía poder sobre la hora, al igual que la gente sencilla."

–Y todo continúa por siempre.

–Es maravilloso que él decida detenerse justo aquí.

–Bueno, esto es porque la historia es circular. ¡Qué lindo! Ahora, nosotros tradujimos, Bioy y yo, esta historia, si usted pudiera leerla en voz alta para mí, "Fe, media fe..." Recuerdo aquel pavo real con la hermosa voz.

–[Lee "Fe, media fe y ninguna fe" con algunos comentarios de Borges tal como en la fábula anterior. Borges comenta sobre el faquir que realiza milagros en la misma fábula donde el viejo trotamundos pelea por Odín: "Por qué no tener al faquir y a Odín al mismo tiempo, ya que todo es un cuento fantástico, un sueño". Se ríe de las líneas sobre el sacerdote que se queja "como alguien con un cólico" y cuando las tarjetas caen de la manga del faquir, comenta, "como el mal chino, ¿no?" Menciona que el tono de la historia le recuerda a Bunyan, y dice que al final, cuando el trotamundos va a pelear con Odín:]

–Qué bien escogido está Odín, ¿no? Porque Dios no tendría gracia. Mientras que Odín tenía el modo perfecto para esto. Entonces, aquellas son las Fábulas. ¿Cuándo las escribió?

–Algunas parecen haber sido escritas al principio de 1880, en el tiempo en que escribió La isla del tesoro, porque una de ellas, "La persona en el relato", es un interludio entre dos capítulos de La isla del tesoro.

–También La isla del tesoro es un hermoso libro.

–Pero no fueron publicadas sino hasta el año después de su muerte. Creo que nadie sabe exactamente cuándo fueron escritas.

–Yo encontré aquel libro sobre Stevenson de Stephen Gwynn. Y después, claro, la biografía [de Graham Balfour] que se encuentra en estos trabajos coleccionados... Bueno, le agradezco... Siempre que yo hablo de Stevenson, los críticos o la gente me miran... Pero, también, Chesterton estuvo interesado en él, y creo que también Bernard Shaw escribió sobre Stevenson.Creo que en un libro de relatos cortos, Seraps andShavings, creo que hay un texto sobre Stevenson, en el que dice que sus mejores libros fueron escritos en colaboración con Lloyd Osbourne, quien lo hizo ceñirse a sus tramas. Como a otros escritores, no lo sé. Pero Chesterton escribió un hermoso libro sobre Stevenson.

–¿Usted decoró está edición con marginalia?

–No, porque cuando yo la tuve mi vista se había ido. Yo tuve otra edición, pero entonces yo regalaba los libros. Estaban llenos de notas. Pequeños libros azules.*  Se llamaba algo así como The Apple o algo así.

–Los únicos pequeños libros azules en que puedo pensar son los de Tusitala Edition, la cual creo que tuvo, por la referencia a Ethical Studies.

–Sí. Esa fue... ¿usted conoce un libro de Stevenson que fue traducido al español como La resaca?

–The Ebb-Tide.

–Sí, The Ebb-Tide. Un libro muy hermoso. Tengo un amigo que dice que es uno de los más hermosos libros que ha leído en su vida. Muy hermoso libro... Bueno, vuelva entonces. Gracias.

–Muchas gracias. Adiós.

* Borges, realmente, usó para consulta una copia de Tusitala Edition, por su descripción de los volúmenes como "pequeños libros azules", por su referencia a EthicalStudies y por la referencia de la página citada en "El seudo problema de Ugolino" (La Nación, 30 de mayo de 1948).