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P O L I T I C A
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México D.F. Sábado 3 de abril de 2004

DESFILADERO

Jaime Avilés

Balance feliz de marzo

El poderío de Estados Unidos se derrumba en Irak El futuro de México es más grande que el PRD

MARZO FUE UN mes aciago para los animadores del caos mundial, empezando por George WC Bush, quien resultó vapuleado en todos los frentes. Perdió en España a uno de los más importantes socios de la "coalición" invasora de Irak. Atestiguó la recuperación electoral de la izquierda en Francia, que aleja a ese país, más aún, de toda posible complicidad con Estados Unidos. Lo llenó de incertidumbre en Israel, donde tras el asesinato del fanático líder de Hamas, el jeque palestino Ahmed Yassin, el instinto de conservación del pueblo judío reactivó un proceso legal que ahora hace que se tambalee en su cargo el primer ministro nazi Ariel Sharon.

Pero de todos los frentes externos donde el autollamado "presidente de la guerra" tiene metidas las bovinas pezuñas, el que le produjo resultados más dolorosos sin duda fue Irak. En Bagdad y otras ciudades de aquel país, la resistencia cobró la vida de un elevado número de soldados yanquis y las televisoras del mundo repitieron sin cesar el linchamiento de cuatro civiles extranjeros, uno de ellos gringo, que fueron quemados por una turba antes de ser colgados, como Judas de Sábado de Gloria, de las traviesas de un puente.

Seis meses después de que, en México, cierto amarillento vocero del salinismo se burlara radiofónicamente de La Jornada, cuando este diario, con toda certeza, afirmó en su primera plana que tras la detención de Saddam Hussein la resistencia iraquí seguiría combatiendo a las fuerzas de ocupación, el balance no sólo confirma que nuestro pronóstico era correcto, sino que el desastre político, económico y militar de WC en Mesopotamia está próximo al derrumbe y a la desbandada.

Es muy probable que, tal como James Petras lo analizó ayer en estas páginas, nada cambie en la dirección política de Estados Unidos si en las elecciones de noviembre gana John F. Kerry, pero en cualquier caso la ansiada derrota de Bush tendrá el valor de una sanción moral histórica y atará de manos al multimillonario político de Boston para obligarlo a modificar la política exterior del imperio. Y si no lo hace, los pueblos del mundo lo pondremos en su sitio, faltaba más.

Decapitado José María Aznar, desestabilizado Sharon, a Bush le aguarda un trimestre de espanto, y desde luego se le encanecerá todavía más el pelo y se le amargará más la estúpida sonrisa en las semanas que transcurran de aquí al 30 de junio, fecha que la España de José Luis Rodríguez Zapatero ha dado como plazo para que sus tropas salgan de Bagdad y, se supone, la ONU se hará cargo del control interno de Irak, mientras el remedo de "gobierno" fabricado por Washington asume simbólica mas no efectivamente el poder en aquel país, que marcha hacia la guerra civil entre sunitas y chiítas, como predijo Robert Fisk el día que los marines comenzaban a derribar las estatuas del dictador depuesto. Pero ya habrá ocasión de hablar de ello con más detenimiento.

Nostalgias de Colón


En el plano interno, el balance de marzo no puede ser más feliz. La derecha fracasó rotundamente en su intento de aplastar, con una andanada de bombas mediáticas, al único proyecto político capaz de sacar al salinismo de Los Pinos. Confabulados de manera cada vez más evidente, embrutecidos por la videoteca clandestina de Carlos Ahumada, los gladiadores del neoliberalismo se lanzaron con todo y, a fin de cuentas, salieron con las manos vacías pero más sucias que antes.

ƑQué obtuvieron Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox, Marta Sahagún, Diego Fernández de Cevallos, Santiago Creel, Rafael Macedo de la Concha y demás participantes del complot? En primer lugar, fortalecer al blanco central de sus ataques, el jefe de Gobierno del Distrito Federal. En segundo, mostrar sus vínculos con Ahumada: éste se reunió con Salinas seis veces entre finales de 2003 y febrero de 2004, de acuerdo con un testigo protegido por la procuraduría de justicia capitalina; colaboró, a través de la empresa de videos Croma, con la campaña presidencial de Fox; fue asesorado por Fernández de Cevallos en un hotel del Paseo de la Reforma, recibió servicio a domicilio de la PGR de Macedo de la Concha y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), que administra Creel, y benefició en principio a Marta Sahagún, librándola del escándalo desatado por el Financial Times y replegando a René Bejarano, que iba a interponer una denuncia penal contra ella.

En tercer lugar, la conspiración de los paladines de la derecha desató la crisis más profunda en la historia del PRD, de la cual se desprenden beneficios adicionales. El más importante, confirmar que esa organización política, secuestrada por sus corrientes parasitarias, no puede ser la columna vertebral del movimiento popular que sacará al salinismo de Los Pinos y, lo que no es menos relevante, redimensionó la figura histórica de Cuauhtémoc Cárdenas, pieza clave del tortuoso proceso de metamorfosis del régimen, iniciado en los años 80, que todavía no termina ni garantiza que tendrá un desenlace pacífico.

Cárdenas rompió con la burocracia perredista, comprendiendo que ésta, más que ayudar, estorba. Ahora lo que cabe esperar, por la propia lógica de los hechos, es la insurrección cívica de las bases, bien para echar del partido a los directivos, no "dirigentes", que medran de éste, bien para abandonarlos y reditar la hazaña fundadora que, en 1986, Adolfo Gilly comparó con el primer viaje de Cristóbal Colón.

Al examinar el modo en que Cárdenas y otros salieron del PRI, que se había reconvertido al neoliberalismo durante el sexenio de Miguel de la Madrid, Gilly recordó que en circunstancias similares, sin esperanza alguna en su tierra de origen, Colón y sus hombres se hicieron a la vela, cruzaron el Atlántico a ciegas y, por la pura fuerza de la voluntad, pero sobre todo porque carecían de retaguardia, descubrieron un nuevo mundo.

Sin la audacia de Cárdenas en aquel tiempo, hoy la izquierda sería una fuerza minúscula, porque los pequeños partidos de esa bandera estaban en crisis profunda y sin expectativas a corto plazo. Al colocar en las filas de la oposición a las corrientes del nacionalismo revolucionario que militaban en el PRI y fusionarlas con el espíritu villista y zapatista de la izquierda parlamentaria, Cárdenas renovó la vida política en México. Pero el sistema creó a su vez los antídotos para frenar este avance: primero con el fraude electoral de 1988, después con las prerrogativas al partido, que se inundó de recursos caídos del cielo y terminó por pudrirse.

Recordémoslo: el PRD nunca tuvo la capacidad para comprender el fenómeno del zapatismo -lo que no puede decirse de Cárdenas, quien afrontó enormes riesgos personales para actuar a tiempo y evitar que tanto Salinas como Ernesto Zedillo cometieran una masacre en Chiapas-, y ahora tampoco cuenta con la sensibilidad necesaria para entender el fenómeno, todavía inclasificable, que está suscitando Andrés Manuel López Obrador. Es un obstáculo para cualquier proyecto que aspire no sólo a ganar la Presidencia de la República, sino la mayoría en el Congreso.

Y la fuerza con la que ese proyecto debe vincularse para arrasar en las urnas es la del movimiento social que está en los sindicatos, las organizaciones del campo y el cada vez más numeroso entramado de la sociedad civil. Rosario Robles en su momento trató de desarrollar una alianza con un abanico de más de 500 agrupaciones involucradas en un sinfín de problemas relacionados con la cruda realidad, pero no pudo integrar con ellas una lista de aspirantes a la Cámara de Diputados. Las corrientes perredistas no estuvieron dispuestas a ceder, como se requería, por lo menos la mitad de las candidaturas, y al final se quedaron con todo, con sus prebendas y con su clientela, y conquistaron menos de 100 curules.

El país es mucho más grande que las miserias y mezquindades del PRD. Las limitaciones de sus caciques no pueden frenar lo que abajo, entre la gente de verdad, está creciendo.

Semana de asueto


Habrá seguramente sábados más propicios para continuar con estos razonamientos. Por lo pronto, vayámonos al descanso de la Semana Santa con un poco de optimismo, a pesar de la miseria que nos ahoga y de la oscuridad mundial que nos envuelve. Al regreso habrá incontables cosas que hacer. Por ejemplo, sentarnos a realizar un diagnóstico de los graves problemas nacionales a mediano y largo plazo, para estar en condiciones de proponerles una salida. Esa es una tarea inaplazable.

Quien lo comprendió en su época fue Mijaíl Gorbachov. A medida que trenzando alianzas avanzaba dentro de la estructura del Partido Comunista para llegar al sitio número uno del Kremlin, convocó discretamente a los especialistas de todas las ramas de la ciencia, la industria, el campo, la justicia, la educación y el arte, y a partir de consensos redactó su ambicioso programa de transformaciones. Este por desgracia llegó demasiado tarde, cuando las estructuras del imperio soviético ya no daban más de sí, y se resolvió en una catástrofe. Pero allí queda el método.

Mientras tanto, vayámonos al cine. Hay dos películas extraordinarias en la cartelera. Unas dulces mentiras (Depuis quƀOtar es parti) transcurre en los bellísimos paisajes de la ex república soviética de Georgia y es un tributo al amor familiar en circunstancias desesperadas. La otra es un festín para los sentidos. Aquí le pusieron El acto, título absolutamente idiota porque se llama The company (La compañía) y, en un tono joyceano, narra sin anécdota central la vida rutinaria, esforzada y gratificante de un grupo de ballet en Chicago; además, ojo, la dirige Robert Altman, y fue escrita y producida por esa actricita de ojos de pulga que es Neve Campbell, quien llevó a cabo el conmovedor esfuerzo de sacar adelante este proyecto para hacer lo que mejor sabe, algo en lo que Hollywood en su inmensa ceguera jamás reparó: bailar en un escenario, sometida al rigor de una terrible disciplina.

Y si de lo que se trata es de echarnos en la hamaca, hay que leer Mujeres de maíz, de Guiomar Rovira, que bajo el sello de Era va por la cuarta reimpresión y después de ser traducida al inglés y al italiano acaba de ser adquirida por una editorial japonesa cuyo nombre, por carecer de los signos adecuados, el teclado de esta máquina renuncia a escribir. Otra opción para mañana y los próximos viernes y sábado es ir al Hábito y deleitarse con Arquetipas, la muestra retrospectiva del trabajo escénico de Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe a lo largo de 24 años. Nadie se arrepentirá si toma en cuenta cualquiera de estas cuatro sugerencias.

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