327 ° DOMINGO 28 DE MARZO  2004

La lista negra
de la Liga según la DFS

JESUS RAMIREZ CUEVAS

En 1974, la Dirección Federal de Seguridad elaboró un organigrama con los datos de la Liga Comunista 23 de Septiembre. La confección del documento marcó el inicio de la estrategia de aniquilamiento del grupo armado. La mayoría de los jóvenes que aparecen en ese listado -y quienes abrazaron la lucha armada después- fue muerta o desaparecida. Sólo quienes fueron detenidos en un principio, y un puñado en los años posteriores, lograron sobrevivir a la guerra sucia

CUANDO LA LIGA COMUNISTA 23 de Septiembre apenas tenía un año de haberse fundado, la Dirección Federal de Seguridad (DFS) -encabezada por Luis de la Barreda, bajo la supervisión de Fernando Gutiérrez Barrios y con la colaboración de Miguel Nazar Haro- elaboró un documento en el que se vertieron todos los datos que se conocían acerca de esta organización.

El organigrama -Masiosare tiene una copia del enorme plano con el logotipo de la DFS- es una lista negra de las personas que el cuerpo antiguerrillero identificó a fines de 1974 como objetivo militar para exterminar a la Liga.

En el documento aparece cómo y qué organizaciones fundaron la Liga (con algunos errores), quiénes participaron en las reuniones y a qué acuerdos llegaron. También describe la estructura de la organización en todo el país y registra nombres o seudónimos de sus integrantes y dirigentes.

mas-pistolas  
La Brigada Blanca en acción. El 24 de enero de 1981,
cerca de Ciudad Universitaria, agentes policiacos
asesinan a Miguel Angel Barraza García, último
dirigente de la Liga Fotografía: El Universa
 

El documento ofrece una visión panorámica del grupo armado, que, según la DFS, estaba integrado entonces por 636 militantes, diseminados en 21 estados y organizados bajo una estructura compleja. De los miembros de la Liga, la DFS registra ese año que 208 estaban encarcelados, 27 habían muerto y 404 se hallaban prófugos.

Este suplemento consultó a media docena de ex militantes de la Liga para verificar la veracidad de la información manejada por la DFS. Todos coincidieron en que la mayor parte de los datos son ciertos, pero señalan que la información es incompleta. Por ejemplo, hay presos que se hacen pasar como integrantes de la Liga cuando en realidad pertenecieron a grupos como el Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR) o las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP).

Los sobrevivientes subrayan que la DFS logró tener esa visión de la Liga porque obtenía su información con métodos ilegales. Uno de ellos precisa: "Les faltaban muchos datos, pero para destruir a la Liga la DFS recurrió a la detención y allanamientos ilegales, a la tortura, a las cárceles clandestinas, a la ejecución, a la desaparición forzada y al encarcelamiento. A la guerra sucia, pues".

De alguna manera, este documento constata la "eficacia" de estos métodos.

La Liga en números

En el primer año de la Liga, la DFS le atribuye 60 acciones armadas. Entre ellas, seis secuestros, tres asaltos bancarios, 17 asaltos diversos y 29 asesinatos (15 policías, seis soldados y ocho civiles).

Por los secuestros y robos ese año, la Liga habría obtenido más de 15 millones de pesos (de acuerdo con el misma fuente, la Liga gastaba 700 mil pesos mensuales para mantener su estructura, mismos que obtenía con sus acciones).

Según la DFS, la organización operaba en Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Distrito Federal, Durango, estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Tabasco, Veracruz (falta información sobre Puebla y Colima).

Los estados con mayor presencia, siempre según la DFS, eran Sinaloa (146 militantes), Sonora (103), Jalisco (82), Nuevo León (68), Distrito Federal (58), Chihuahua (56) y Baja California (32).

La fundación de la Liga

El 15 de marzo de 1973, en Guadalajara, se realiza la primera reunión de las organizaciones que acordaron formar la Liga Comunista 23 de Septiembre. Según el organismo federal, los grupos que dieron origen a la Liga fueron el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), el MAR, el Movimiento Estudiantil Profesional (MEP), Grupo 23 de Septiembre y el Comando Lacandones (a la policía política le faltó registrar que también participaron Los Macías, Los Guajiros, Los Enfermos de Sinaloa y Los Procesos).

El encuentro tuvo una duración de 15 días y, según la DFS, fue financiado por el grupo Lacandones a través de Víctor Manuel Velasco Damián (seudónimo de Francisco Pérez Rayón), quien habría entregado 300 mil pesos que se obtuvieron del asalto a la panificadora Bimbo.

Los acuerdos de la reunión, registrados por la DFS, fueron: a) La organización fue denominada Liga Comunista 23 de Septiembre en memoria de la guerrilla que asaltó el cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua, en 1965; b) La declaración de principios fue una serie de documentos difundidos en sus primeros números por el periódico Madera, recopilados bajo el nombre de "Cuestiones fundamentales del movimiento revolucionario" (cuyo autor fue Ignacio Salas Obregón); c) Crear unidades "direccionales" como la Coordinadora Nacional, el Buró de Dirección, el Comité Militar y los responsables estatales.

mas-retrato  
Ignacio Arturo Salas Obregón, Oseas.
Dirigente fundador de la Liga Comunista
23 de Septiembre. Detenido el 25 de
abril de 1974. La DFS dijo que murió
en un enfrentamiento. La foto (herido
en el Hospital Militar) desmiente la
versión. Miguel Nazar es procesado
por su desaparición
 

El documento registra puntualmente quiénes participaron en esa reunión: Fernando Salinas Mora, Richard (FER); Ignacio Arturo Salas Obregón, José Luis; Gustavo Adolfo Hirales Morán, Fermín (MEP, de Los Procesos); José Angel García Martínez, El Gordo (MEP, de Los Procesos); Manuel Gámez García, Julio (Grupo 23 de Septiembre, G-23S); Eleazar Gámez García, Andrés (G-23S), José García Wenceslao, Sam (MAR); Rodolfo Gómez García, El Viejito (G-23S), José Ignacio Olivares Torres, El Sebas (MEP); Emilio Rubio, El Pacholo; Leopoldo Angulo Luque, Matus o Matusalen (G-23S), Héctor Torres González, Mario (MEP), y Francisco Rivera Carvajal, El Chicano (cinco de ellos fueron asesinados, desaparecidos o presos ese año).

La primera dirección de la Liga quedó integrada por una Coordinadora Nacional, que de manera operativa quedó dividida en Buró de Dirección, Comité Militar y responsables estatales.

El Buró de Dirección funcionó de marzo de 1973 a abril de 1974, y en él participaron Salas Obregón, José Angel García Martínez, Angulo Luque, Olivares Torres, Rodolfo Gómez García y Manuel Gámez García.

El Comité Militar quedó integrado por Angulo Luque y La Papa (la DFS no conocía entonces su verdadero nombre, Francisco Pérez Rayón, hoy desaparecido).

Segunda reunión

En julio de 1973 se realizó el segundo encuentro en Guadalajara. Duró 12 días y tuvo como objetivo "reorganizar a nivel nacional y en forma clandestina la subversión guerrillera" (DFS dixit). Ahí se integró a José García Wenceslao a la Coordinadora Nacional.

Los temas fundamental que abordaron los guerrilleros fueron "destacar la actividad en el campo" y "unir al Buró de Dirección en el Bajío". Ahí también se habló por primera vez de una "centralización única del mando".

En aquella discusión participaron Salas Obregón, Olivares Torres, Pedro Guzmán Orozco (Camilo o Clemente, del FER, muerto), Gómez García, Gámez García, José Angel García Martínez, Hirales Morán, Salvador Corral García (Roberto, muerto), Juan Carlos Flores Olivo (Cuéllar, preso), Emilio Rubio, David Jiménez Sarmiento (Damián, Los Lacandones), Angulo Luque, Rivera Carvajal y Héctor Torres González (Mario).

Tercera reunión

La primera semana de abril de 1974, durante ocho días, los dirigentes de la Liga se reunieron en Ciudad Netzahualcóyotl.

Los principales acuerdos que tomaron fueron la desaparición temporal de la Coordinadora Nacional y del Buró Político de Dirección. En su lugar se eligió una Comisión Nacional que centralizó las funciones de los organismos desaparecidos y fue "la única en determinar el trabajo de la Liga". La Comisión Nacional quedó integrada por Salas Obregón, Luis Miguel Corral García (Francisco o El Güero) y José Luis Martínez (El Pastel).

Al constituirse este órgano se dio una "reorganización total para consolidar nuevos organismos dirigentes zonales en donde sea necesario y sobre esa base (y) posteriormente integrar otra coordinadora y otro buró". También se acordó que los miembros de la Comisión se reunirían en el DF en los 30 días posteriores (lo que nunca ocurrió porque Salas Obregón fue detenido días después).

Los principales acuerdos políticos, destaca el documento de la DFS, fueron continuar "las acciones políticas y militares" sobre los siguientes ejes: "apoyar al Movimiento Revolucionario de Masas"; "matar a jefes prominentes del Ejército, policía, líderes charros y eliminar pequeñas unidades del enemigo"; "obtener armas"; "expropiar recursos materiales y monetarios", y "desarrollar actividades para liberar presos políticos".

Quizá uno de los puntos más polémicos que reseña la DFS fue el de "efectuar una purga entre elementos disidentes y expulsados, por considerarlos traidores a la lucha revolucionaria".

La DFS identifica a los participantes de esta reunión: Ignacio Arturo Salas Obregón, Rodolfo Gómez García, David Jiménez Sarmiento, José Angel García Martínez, José Bonfilio Cervantes Tavera (David o Mateo), José García Wenceslao, Ramón (Los Enfermos de Sinaloa), Luis Miguel Corral García, Jorge Luna Lujano (César), Edmundo Medina Flores (Ricardo, Arturo o Salvador Camarillo Orozco), Carlos Rentería Rodríguez (El Erre, muerto) y José Luis Martínez.

Estructura nacional

La DFS describe que en el ámbito regional había "cinco Comités Coordinadores Zonales Políticos-Militares" e identifica a los responsables por región y por estado (algunos sólo por sus alias).

Noroeste (Sonora, Sinaloa, Baja California, Chihuahua, Durango). Esta región de la Liga estaba coordinada por Manuel Gámez García. En Sonora la responsable era María de la Paz Quintanilla Flores; en Sinaloa, Ramón de la O Amarillas; en Chihuahua Ramón (en ese estado operaban distintas brigadas en la sierra y en las ciudades); en la Sierra Sonora-Chihuahua, el Comité Arturo Gámiz, cuyos responsables eran Leopoldo Angulo Luque, Matus, y Salvador Gaytán Aguirre (quien participó en el asalto al cuartel Madera); y en Durango, Miguel Angel Barraza, último dirigente de la Liga.

Noreste (Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila). Como responsable de la región, la DFS ubica a Héctor Torres González. En Coahuila a Elena Saldaña Ibarra; en Tamaulipas a Benjamín Orozco Salazar; en Nuevo León aparece como responsable Jesús Piedra Ibarra (quien en realidad era encargado del comité estudiantil en Monterrey).

Occidente (Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Aguascalientes). El responsable regional era Emilio Rubio. En Jalisco los responsables eran José Ignacio Olivares Torres y Pedro Orozco Guzmán; tras la muerte de ambos se nombra a José Luis Torres Ontiveros. En el estado de Guanajuato la dirigente era Fe González.

Brigada Roja (DF, estado de México, Tlaxcala e Hidalgo). En esta regional los responsables eran Víctor Manuel Velasco Damián (La Papa), José Bonfilio Cervantes Tavera (David) y Alfonso Rojas Díaz (El Quiquitos); en el DF era David Jiménez Sarmiento, quien encabezaba la Brigada Roja. En esta parte la DFS "sobredimensiona" el trabajo de la Liga en los CCH de la UNAM, donde nunca hubo brigadas ni células, refieren algunos militantes.

Sur (Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Guerrero y Chiapas). El responsable era Juan Antonio Veloz Ramos. En Guerrero, Arnulfo Ariza; en Oaxaca, Juan Francisco Márquez; en Chiapas, Eduardo Villaburo Ibarra. De la Brigada Emiliano Zapata (Brez), los responsables eran José Luis Martínez, Tomás Lizárraga Tirado (Tom de Analco), Paulino Peña Peña (Pancho) y Octavio Márquez Vázquez (César). En la zona de Veracruz-Tabasco, el responsable era Juan Antonio Veloz. De acuerdo con la DFS la "zona abarca el corredor Minatitlán-Coatzacolacos-Villahermosa, en donde se realiza labor de politización entre los obreros de compañías de la construcción".

Los muertos

El organismo federal desapareció a muchos militantes y dirigentes, a los que hizo pasar por muertos en enfrentamientos con policías. De igual modo, a quienes morían por tortura los registraba en esas listas (después los haría pasar por muertos en luchas intestinas de la organización para desmoralizar a los guerrilleros en activo).

En el documento citado aparecen los nombres de 27 guerrilleros fallecidos; de ellos, al menos 10 fueron desaparecidos o asesinados durante interrogatorios de la DFS.

El combate a la guerrilla implicó la organización de fuerzas combinadas de la DFS, la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales de Gobernación, la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia del DF, policías judiciales y oficiales del Ejército. Elementos de todos esos cuerpos de seguridad integraron en 1976 la Brigada Blanca, que estuvo supervisada por militares y bajo el mando de Miguel Nazar Haro.

Este grupo destacó por su crueldad y la impunidad para cometer todo tipo de crímenes de lesa humanidad, entre ellos 532 desapariciones que hoy son indagadas por la fiscalía para los crímenes del pasado.

La mayoría de los jóvenes que aparecen en estas listas -así como quienes optaron por la lucha armada años después-, fue muerta o desaparecida. La guerra secreta que libró el gobierno mexicano contra la guerrilla borró de la historia a decenas de estudiantes, campesinos y trabajadores, que empuñando las armas pensaron que combatían la injusticia y lograrían un país mejor.