CEDH de Guerrero

La pobreza dificulta la defensa de los derechos humanos

JESUS SAAVEDRA CORRESPONSAL

Las condiciones de pobreza y atraso educativo y cultural de los guerrerenses permitieron, en los años setenta, la guerra sucia, "que derivó en torturas, desapariciones forzadas y homicidios, hechos que se califican por los estándares internacionales como violaciones de lesa humanidad", sostuvo hoy el presidente de la CEDH, Juan Alarcón Hernández.

Al acudir ante la comisión de gobierno del Congreso local a presentar su informe anual, el 13 desde que se creó el organismo, el ombudsman afirmó que "violaciones flagrantes a las garantías constitucionales" se dieron más recientemente en Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, y El Charco, municipio de Ayutla de Los Libres.

La comisión, presidida por el priísta Juan José Castro Justo, escuchó del ombudsman que las condiciones sociales y económicas de Guerrero hacen compleja y difícil la "defensa de los derechos fundamentales de los guerrerenses de los abusos y arbitrariedades de los servidores públicos".

Alarcón Hernández dijo que el respeto a los derechos humanos debe estar ligado con los procesos de transformación social. Añadió que en este proceso de educación de los derechos humanos en la entidad "nos encontramos con la cultura autoritaria, violenta, jerárquica, no dialogante, poco participativa, muy arraigada a la sociedad".