Epazoyucan, Hidalgo

Hallan mujer embalsamada del siglo XVI

CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL

Pachuca, Hgo., 14 de marzo. En el ex convento Agustino de Epazoyucan, a 25 kilómetros de esta capital, fue hallado durante los trabajos de restauración el cuerpo momificado de una mujer que habría pertenecido a una familia noble del siglo XVI, según las primeras indagaciones antropológicas.

El cuerpo embalsamado fue descubierto bajo el piso del acceso principal a la parroquia, construida en 1550 por frailes que llegaron a esta parte del valle de México a evangelizar a los indígenas.

De acuerdo con la versión de Víctor Flores Ortiz, presidente del Grupo Agustino de Rescate de Epazoyucan, hace días comenzaron los trabajos de remodelación del ex convento, que incluye en su primera etapa la rehabilitación de 120 metros cuadrados de piso de madera.

En los trabajos de reposición del piso, fueron descubiertos huesos humanos diseminados en la tierra, lo que en principio se consideró ''algo normal'', pero en la segunda etapa de las labores se hicieron varias excavaciones y fue cuando los trabajadores descubrieron el cuerpo de una mujer, de 1.55 metros de estatura, que habría muerto a los 25 o 30 años. El cuerpo, carente de cabello, tenía los brazos cruzados.

De acuerdo con los trabajadores, el cuerpo se encontraba al centro de los muros y a nueve metros del portón principal, cerca del sitio destinado para el coro.

Se agregó que el cadáver estaba sepultado a unos 60 centímetros de profundidad y como ofrenda portaba un ramo de laurel. Vestía ropas de hábito religioso, aunque se dice que en el ex convento nunca habitaron mujeres. Se presume que habría pertenecido a una familia honorable de la época, ya que a juicio de Flores, la mujer fue embalsamada, y por haber sido sepultada en el ex convento, se pudo tratar de la hija de un hombre poderoso de la comarca.

Flores criticó a las autoridades por el poco interés en esta zona, donde se localizó un escudo de piedra de los frailes agustinos, así como seis frescos, ahora en poder del INAH, que, incluso, han sido exhibidos en Europa, pero en su lugar de origen ni siquiera los conocen.